IN ANOTHER LIFE |JANE THE KILLER|

Parte 6

-¡Aléjense de mi!- les grité enojada mientras me arrastraba hacia atrás con algo de miedo tal vez, vi que le pasó la navaja a uno de sus amigos.

-Grita todo lo que quieras, nadie te escuchará aquí- me dijo burlón -Veremos que dice el oficial Arkensaw cundo su hijita llegue violada a su casa.

Entonces me di cuenta de que no sentía miedo, sentía enojo, sentía asco, sentía cualquier cosa menos miedo, tome un tronco que se encontraba ahí, por suerte mi fuerza seguía siendo la misma que cuando asesinaba activamente, lo levanté y con todas mi fuerzas lo golpeé en la cabeza haciendo que este cayera, sus amigos se sorprendieron o más bien asustaron que una chica haya derribado a su líder, salieron corriendo y dejaron atrás la navaja la cual tome para luego ponerme enfrente de Randy.

Tantos años viendo cuerpos ensangrentados, entrañas y asesinado a la gente que hacía atrocidades en la calle habían hecho que ya no le tuviera miedo a nada ni a nadie, si fuera la niña que se suponía que era ahora probablemente me quedaría tirada, con miedo y lágrimas en los ojos, pero no, ya no.

-¡No me hagas nada!- me dijo con voz temblorosa -Mi padre es policía y si me haces algo irás a la cárcel.

-No iré a la cárcel..- dije mientras me ponía encima de él, tome unas hojas secas y las metí en su boca para que no pudiera gritar -no si no puedes decir lo qué pasó..- tome su antebrazo y con la navaja hice una línea vertical, un grito ahogado se oyó.

Escupió las hojas y me vio a los ojos -por favor detente, no volveré a hacerle daño a nadie- había lágrimas en sus ojos, en verdad era cobarde.

-Ya es tarde, ya hiciste demasiado daño- time su otro brazo e hice una línea vertical, gritó demasiado pero me había traído a una parte del bosque casi desierta.

-Grita todo lo que quieras, nadie te escuchará aquí- repetí lo que me dijo al inicio, ahora yo tenía el control, el tenía miedo y estaba a mi merced. Había perdido demasiada sangre y podía ver que ya estaba pálido y débil así que guarde la navaja en su bolsillo.

Me levante y tome mi teléfono, necesitaba una coartada así que llame a mi padre, no contestaba y ese lapso me pareció eterno hasta que oí su voz "¿Hola?"

-¿Papá?- dije con algunas lágrimas, necesitaba fingir y fingirlo bien, si no todo se iría al carajo.

-¿Janie? ¿Que pasó?- preguntó del otro lado de la línea preocupado, lo podía notar en su voz, cuando se trataba de su niñita nada era sobre exageración.

-Papi- le conteste mientras sollozaba un poco -vine al bosque para una tarea de ciencias y- me tape la boca como si estuviera asqueada por algo, logre que algunas lágrimas cayeran por mis mejillas -y encontré a Randy, el bravucón de la escuela- sollozó un poco más, no quería hacerlo tanto para que no se viera fingido, esto debía parecer asco y miedo autentico, recordé la primera vez que vi un asesinato.. el de mis padres -el se suicido papá.

-¿Que?- preguntó atónito -Iremos enseguida, mi cielo, se que puede ser difícil para ti pero no te muevas de ahí, necesitamos que estés en el punto exacto del cadaver para recolectar cualquier cosa que se encuentre ahí que pueda ser tomada como evidencia.

-Si papi..- volví a sollozar para luego colgar el teléfono, mi mirada de volvió sería nuevamente, voltee a ver a donde se encontraba Randy, probablemente ya estaba muerto debido a que estaba completamente blanco y sus ojos quedaron abiertos, lo pique con un palo para asegurarme y si, ya no se movía.

Unos diez minutos después escuché voces en el bosque, me llamaban fuerte, era mi padre y sus compañeros policías listos para su deber, no me sorprendía que no se tardaran mucho en llegar, el pueblo era extremadamente pequeño, al ver a mi padre asomarse entre los árboles corrí a abaratarlo fuertemente. Me percaté de una cosa rápidamente, entre los policías que habían llegado se encontraba el padre de Randy, este quedo destrozado al ver la escena pero quedaría aún más destrozada si supiera las cosas que había y planeaba hacer su hijo.

-Que raro- dijo mi padre viendo alrededor -no encuentro con lo que se haha echo los cortes..-

Cortes.. ¡La navaja tenía mis huellas! Esto me iba a meter en serios problemas si esta se encontraba así que decidí idear un plan, me acerqué al cuerpo del chico, el cual ya estaba tapado con una sábana blanca, rápidamente y esperando que nadie me viera con un palo pique su bolsillo hasta que la navaja saliera, aún tenía sangre.

-¡Oh por dios!- grite para luego taparme la boca, como si fuera a vomitar, me agache y tome la navaja, si aparecían mis huellas todos supondrían que era por haberla tomado -Con esto.. con esto el- no termine ya que solté la navaja y corrí con mi padre para abrazarlo, en mi interior sonreía.

Arruinaste la línea.