IN ANOTHER LIFE |JANE THE KILLER|

Parte 70: Final

"Hay que haber vivido un poco para comprender que todo lo que se persigue en esta vida sólo se consigue arriesgando a veces lo que más se ama"

-André Gide

Narra Jane

Todo había ido muy lejos, me había alejado de todo de lo que amaba, mis amigos, mi familia, mi Jeff. Todo por lo que había trabajado durante estos años parecía desmoronarse frente a mi, y si no hacía nada esa cosa iba a terminar ganando, iba a terminar por consumirme por completo, como tanto lo deseaba.

Tome la última gota de coraje que me faltaba y quite todas las sábanas que había puesto encima de mi para "protegerme" algo bastante estupido si lo volvía a pensar. Me levante de mi cama, viendo en la esquina el fantasma de Randy, que tan familiar se me había vuelto. Su mirada era la misma, pero extrañamente su boca ahora estaba cerrada, solamente eran sus ojos quienes me transmitían lo que sentía.

Abrí el clóset, encontrándome nuevamente con sus ojos vacíos observándome, siguiéndome -Ya va a terminar esto- respondí. Me estire para tomar mi chaqueta y una linterna que afortunadamente para nunca haber sido usada funcionaba de maravilla.

Baje las escaleras con todo el cuidado que pude para no despertar a mis padres, me acerqué a la cocina y con sutileza saqué uno de los cuchillos que tanto utilizaba mi madre. Abrí una de las ventanas, sabiendo que si abría la puerta principal o la trasera la alarma se activaría. Revise mi reloj, informando la hora que había visto en mi alarma, eran las tres y media de la mañana, no era sorpresa que no había ni un alarma afuera.

Mientras caminaba por la acera podía sentir como mi corazón de hacía más pequeño ante el miedo de lo que podía estar esperándome ahí, todo era posible, más tenía una idea de que encontraría; la razón de esa voz, quien me había estado atormentando desde el principio, pero lo que más quería, un final.

Y antes de que me diera cuenta llegue a donde las casas se juntaban con los árboles, donde mi travesía terminaba y empezaba lo verdadero, no más preparación, solamente acción. Le di un vistazo nuevamente al fantasma de Randy el cual se encontraba a unos metros de mi observándome -Fuiste una horrible persona- le anuncié volteándolo a ver -Y tal vez nunca sabré con exactitud qué fue lo qué pasó aquella tarde en ese bosque -empecé a acercarme- Jamás fui una persona de espiritualidad, pero sea lo que sea que haya después de la muerte, estoy segura de que pagarás muy caro todo el daño que hiciste- llegue hasta el y pase una mano por su brazo, sintiendo los cortes que le había hecho, era la primera vez que lo estaba tocando y aún así no se sentía real -Buen viaje, Randy- era una despedida, y en cierto modo sabía que el lo entendía, porque después de esa última frase nunca lo volví a ver.

Volteé nuevamente al bosque y dejando atrás el recuerdo de aquel horrible acompañante me adentré en el, sabiendo que no era lo que quería, pero si lo correcto. A diferencia de en el día, por la noche era aterradoramente oscuro y frío,  parecía que mientras más avanzaba la temperatura iba disminuyendo aún más.

El viento soplaba fuertemente y se podía escuchar como si susurrara una advertencia, incluso podía escuchar mi nombre entre esos murmullos. No era momento de ver eso, era momento de seguir avanzando. Éramos sólo mis pensamientos y yo cuando de pronto sin más me encontré ahí, el mismo escenario donde todo empezó, no había cambiado ni un poco, y en cierta parte me alegraba de eso.

Ya era hora.

Mi corazón dio un brinco y mi estomago se revolvió causándome ganas de vomitar. Levante la cabeza para intentar encontrar esa voz -Sal de los árboles, se que estás aquí- dije en voz alta. La linterna comenzó a parpadear, todo para terminar apagándose, le di un par de golpes, pero no volvió a funcionar. Tal vez así debía ser.