❤C. O. N. T. I. G. O.//serquel_time // La Casa de Papel_fanfic❤

Parte 12

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(AQUÍ LES DEJO EL CAPÍTULO No 12.
ESPERO DE CORAZÓN QUE LES GUSTE PORQUE EN LO PERSONAL ES UNA DE LAS PARTES EN LA HISTORIA QUE MÁS HE DISFRUTADO ESCRIBIR.
EL RESULTADO EN SÍ ME HA GUSTADO MUCHO Y OJALÁ LLENE SUS ESPECTATIVAS.)

(ESPERO QUE PUEDAN DEJARME SUS OPINIONES ACERCA DEL CAPÍTULO, DE VERDAD ME ENCANTARÍA SABER SI LES GUSTÓ TANTO COMO A MÍ)

(Y SI NO ES EL CASO Y DESEAN DEJARME UNA CRÍTICA CONSTRUCTIVA PARA MEJORAR, PUES TAMBIÉN ES BIENVENIDA PORQUE EN UN FINAL PARA USTEDES ES QUE ESCRIBO.)

//DISFRÚTENLO//

❤*MUCHAS GRACIAS*❤

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El papel arrugado ya quemaba entre sus dedos. Su vista estaba perdida y sus piernas flaqueaban dejándola inestable. Quería convencerse de que era una broma, una de muy mal gusto, pero no podía evitar sentir miedo. Volvió a leer una vez más, ya casi sin poder distinguir las palabras por la cantidad de pliegues que había hecho en el papel:

"(...)Si Marquina está dispuesto(...)"

Sintió un ardor en el pecho que no pudo evitar. Broma o no broma que él conociese su identidad no era para nada bueno. Sus facultades de policía aún no la habían abandonado, y se veía en la obligación de descubrir qué estaba pasando. Sabía que lo de aquel día en la casa no había sido casualidad, sabía lo que había escuchado y apostaría a que sí había alguien espiándola, o al menos rozando por la zona. Estaba un poco perdida pero no podía permitir que aquello se le agrandase y quedarse ella de brazos cruzados. Temía mucho por la seguridad de Sergio, no quería que le pasase nada, después de todo lo que habían vivido, después de sentir que casi lo pierde, no podía venir un desconocido y arrebatárselo así solo por diversión. No obstante no tenía más que una nota, y aunque la impotencia le pinchara hasta el alma sabía que por ahora no podía hacer más que esperar.  

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Ese día poco descansaron. En cuanto terminaron de instalarse en la cabaña decidieron ir a pasear un poco y conocer aquel hermoso lugar.

Se encontraban caminado de la mano, por una calle bastante extensa y rodeada exclusivamente de tiendas. Todas de marcas internacionalmente conocidas y sumamente costosas. La vista que apremiaba en aquel lugar de ocio era meramente espectacular. Era como si una película basada en 'Giorgio Armani' hubiese cobrado vida y ellos fueran los protagonistas. Entraron a par de boutiques, la mayoría de bolsos, zapatos y vestidos. Lógicamente Sergio no lo dejó pasar por alto e intentó hacerle regalos en más de una ocasión, a lo que ella se negó rotundamente debido a los elevados precios. Claro que eso para él no era problema niguno, pero aún así ella no se sentía cómoda aceptando esos obsequios tan extremadamente caros. No obstante, en una de sus visitas pasaron por delante de una vidriera que mostraba un hermoso y sensual vestido de color rojo fuego, de tirantes finos, algo holgado y con un atractivo encaje rojo sobre la tela principal. Aquella prenda a Raquel le llamó mucho la atención, le pareció muy hermosa aunque no hizo comentario al respecto, ya que su precio superaba los $400. Sergio también posó un momento sus ojos en el vestido, imaginando lo hermosa que ella se vería en él, y que una vez que la viera no quisiera que esa imagen se borrara nunca. Ella lo tomó de la mano y lo incitó a seguir caminando antes de que a él se le ocurriera hacer alguna locura, como gastar semejante cantidad de dinero en una simple prenda de vestir. No valía la pena en realidad. Llegaron a un bar, pero muy diferente a lo que estaban acostumbrados a ver. Dado a que todo ese lugar era únicamente para paseos y turismo, por las calles no transitaban vehículos, así que las mesas de ese bar estaban fuera del local, colocadas estratégicamente en varios puntos cercanos de la calle, permitiéndole a la gente seguir apreciando las maravillosas vistas mientras difrutaban de sus bebidas. Escogieron una de las mesas más alejadas ya que era de las pocas que estaba sin ocupar. El mesero llegó en cuestión de segundos a atenderlos con extrema cortesía.