Capítulo Cuatro.

183 15 7
                                    


Llevo casi una semana internada en esta clínica. Todos corriendo de aquí para allá intentando entender mis síntomas. Yo por otro lado tengo claro el porqué de los mareos, desmayos y vómitos.

Claro, las cinco pruebas de embarazo dieron positivo.

Se que debería hablar con mi familia, ellos me apoyaran incondicionalmente pero no puedo simplemente ir y soltarles que estoy embarazada del mejor amigo de mi hermano. Suspiro.

Toco mi vientre. Aún no has nacido y ya tienes mi mundo al revés.

La puerta de mi habitación se abre y entra mi hermano Malcom, detrás de él viene una hermosa chica de cabello castaño. Ella debe ser Holly. Mi hermano solo habla maravillas de ella. Les sonrío a ambos.

—Hola, tu debes ser Holly.

—Así es, un gusto.

—No se como aguantas a mi hermano.

—Estoy acostumbrándome.

No puedo negarlo, ella me cae bien, es muy diferente a Betty. Hablamos de algunas cosas, también le pregunto si le gusta mi hermano. Me cuenta como lo conoció y lo mucho que le gusta. En algún momento mi hermano sale y nos deja solas.

—¿Te han dicho que tienes?

—Ya deberían saber— suelto un suspiro— te diré un secreto.

—No creo que sea conveniente...

—No tengo a quien decirle— digo rápido— no tengo amigas. Toda mi vida me dedique a mi música.

—Cariño... Debes conocer a mi mejor amiga Apple, las tres podemos ser un gran equipo.

—Ya lo creo— le doy una sonrisa genuina pero me pongo seria inmediato— estoy embarazada.

Una sonrisa se extiende en su rostro y me felicita.

—El padre es el mejor amigo de Malcom. Nosotros no tenemos una relación. De hecho, Ryder y relación no pueden ir en la misma frase.

—Madre mía.

—Por favor no le digas a nadie. Debo hacerlo yo.

—Tu tranquila, tu secreto está a salvo conmigo.

~~~~~~~~~~~~~

—Ya lo sabías— dice el doctor que conozco de toda la vida— ¿Desde cuándo?

—Me enteré hace una semana. Por favor no le diga nada a mis padres, quiero encontrar un el momento para decirles.

—Solo asegúrate de decirles antes que sea demasiado tarde. El padre...

—No he hablado con él.

—También debes decirle. Bueno, monitorearemos tu corazón para ver si todo sigue en orden, más que nada para asegurarnos que no habrán complicaciones después.

—Gracias.

Cuando sale me quedo pensando en lo que dijo. Decirle a Ryder. Sería lo correcto pero no podría aguantar otro rechazo. Tal vez pueda fingir que este bebé llegó por arte de magia y así no tengo que depender de él.

La verdad es que no tengo que depender de nadie, puedo sola con este bebé. Ryder merece saber y si me dice alguna idiotez lo mandare a la mierda.

Y como si lo hubiese invocado, aparece por la puerta con un ramo de rosas blancas, mis favoritas. Mi enojo incrementa rápidamente al verlo.

—Mal me dijo que estabas aquí— su voz me hace enojar más solo porque mi plan de evitarlo durante dos meses se ha ido al carajo— ¿Estás bien?

Same Race.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora