Same Race.

Capítulo Veintinueve.

Ryder

Hoy Odette cumple dos meses de nacida.

A pesar de ser los dos meses más difíciles que he vivido en mi vida también son los más hermosos al lado de esta belleza.

Con mi dedo limpio juego con su nariz que en efecto es igual a la mía.

Una risa brota de su pequeño cuerpo y me río con ella.

—Eres igual de pilla que tu madre ¿No te lo he dicho?

Su cabello se ha oscurecido un poco, ahora es de un rubio claro pero no casi blanco como el de Jen. Diría que se parece mucho al rubio de Lilian pero no estaría seguro, tenemos que esperar.

Reviso por última vez la leche en mi brazo y comienzo a alimentarla.

Me gusta ver como cierra los ojos para tomar su leche y cuando alejo un poco el biberón los abre y mueve sus manos.

Dramática igual que Jen.

Malcom está con ella hoy. Los días están bastante fríos y no quiero que se enferme así que hoy se queda con la abuela mientras papá acompaña a mamá.

Mientras Odette se alimenta busco mi celular para grabar esto.

—Hola bella durmiente— saludo a la cámara y apunto a la bebé— cebollín está comiendo ahora. Te extrañamos.

Le quito el biberón un poco para que en el video se puedan apreciar sus ojos, lo cuales yo digo se parecen a los míos.

Todos me dicen que luego de unos meses se definirán bien pero quiero creer que sus ojos son como los míos.

—Te ves ridículo— Jaxon se sienta a mi lado y toma a la bebé con cuidado— tienes un padre ridículo.

—Mira, tu hermano como siempre haciéndome sentir ridículo.

Grabo a Jaxon unos segundos y luego guardo mi celular.

—¿Cómo te sientes?

—Todo el mundo pregunta lo mismo— se encoge de hombros— la respuesta es no lo sé.

—Todo se solucionará.

—Eso espero— le quita el biberón a Odette y ella se queja— si no fueras tan adorable...

—Deja a mi bebé tranquila.

—Nunca— me la devuelve— es mi nuevo juguete anti estrés.

Lo miro con cara de advertencia y procedo a sacarle los gases a Odette.

Sé que lo dice en broma. Me alegra que esté aquí con nosotros porque es lo que necesita.

~~~

Miro el ramo de flores a mi lado. Suspiro.

No es algo que me guste hacer, para nada. Es como abrir esa puerta del pasado que me costó mucho cerrar.

Paso el cambio y acelero. No quiero que esto me tome mucho tiempo, quiero volver con Jen y contarle las muchas cosas que hizo nuestra hija esta mañana.

Esa niña tiene todo mi corazón.

Le gusta hablar o balbucear, como quieran decirlo. Me imagino que de grande le gustará la música. Quizás cantante.

Sonrío imaginándola igual de hermosa que su madre.

Sin duda hicimos un hermoso trabajo.

Estaciono el auto a una cuadra del cementerio. Tomo las flores y me aseguro de cerrar bien el auto.