Capítulo Veinticuatro.

87 8 4
                                    


No me siento bien.

Esta mañana desperté demasiado cansada, como si hubiese corrido un maratón.

Tengo una punzada en el pecho y me falta el aire.

Intento mantener la calma pero estoy comenzando a desesperarme. Además estoy sola en casa.

Mis hermanos están en las prácticas, mis padres haciendo compras y Ryder trabajando.

Cierro los ojos para mantenerme serena y funciona. De a poco el aire vuelve a mis pulmones y mi corazón comienza a latir normal.

¿Qué rayos acaba de pasar?

~~~

—Creo que nunca más te diré niña buena— dice Ryder mientras busca otra película.

—¿Y eso por qué?

—Porque tienes una mente muy perversa.

—No es cierto— digo indignada.

—Me hiciste ver dos películas eróticas.

—No te vi quejándote.

—Tienes un punto— se ríe y toma mi mano para entrelazar nuestros dedos— estás pálida ¿Te sientes bien?

—Solo un poco mareada, no es nada.

—Si sientes algo más debes decirme.

—Lo haré.

Sé que no debería estar ocultando que los mareos pero tampoco quiero que se preocupe demasiado.

Lo sé, sueno inmadura, no me culpen, mañana tengo cita al doctor.

—¿Cómo te fue en el trabajo hoy?— acaricio su cabello cuando se recuesta un poco hacia mí— Debo ser la peor novia, llegaste a casa hace unas cuatro horas y recién ahora te hago esa pregunta.

—Eso te hace única, no te preocupes— cierra los ojos disfrutando mi toque— ayer firmé el acuerdo de compra— su expresión es pura felicidad al igual que la mía— en un mes más seré dueño de una empresa ¿Puedes creerlo?

—Ya eres el dueño de una empresa.

—Tener un lugar y trabajadores lo hace más real.

—¿Qué dicen tus jefes?

—Hasta el momento me apoyan— alza las cejas— no sé si cambien cuando se enteren que seré la competencia.

—No creo, es más, estoy segura que querrán asociarse contigo en un futuro.

—Esperemos que así sea.

Estoy más que segura que así será. Ryder es el mejor en su trabajo, aunque no entiendo muy bien lo que hace el hecho de que le paguen bien es una buena señal ¿No?

Lo pienso un poco y la verdad es que no. Pero créanme, él es el mejor en lo que hace.

—Estoy orgullosa de ti.

—Nunca pensé que llegaría tan lejos— me abraza fuerte y respira profundo— me gusta esta sensación en mi pecho cuando dices todas esas cosas.

Eso es amor, cielo. Siempre lo he dicho y lo vuelvo a decir, Ryder me ama y lo digo sin dudas.

Solo espero que cuando lo diga no sea demasiado tarde.

—¿Qué sientes?

—Mi garganta se cierra cuando dices cosas de mí— susurra— como ahora que dijiste que estabas orgullosa, también se me acelera el corazón, mis manos sudan y generalmente las palabras se me escapan solas. He de admitir que me siento estúpido la mayoría de las veces cuando me miras con esos hermosos ojos que tienes.

Same Race.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora