-Ho... hola.- dijo Hope nerviosa.
-Hola, preciosa.- dijo Nathan sonriente.
Hope veía en ese chico algo malo, tenia una mirada divertida pero a la vez maligna.
-¿Quien... quien eres?.-
-Me llamo Nathan Evans.-
Hope se quedo helada, se levantó dispuesta a salir corriendo, pero Nathan la tomo por detrás y la callo poniéndola la mano en la boca.
-Veo que en esta ciudad las noticias corren como la pólvora.-
Hope le quito su brazo de encima tan fuerte que lo rompió, Nathan se quejo de dolor, Hope aprovecho el momento para salir corriendo a donde fuera, solo corría sin mirar atrás, se metió en un callejón y Nathan se interpuso delante de ella, Nathan le enseño sus ojos de Natur con un siseo.
Hope corrió hacia atrás y empezó a correr por todos lados, no había nadie por la calle y Nathan la seguía también corriendo, Nathan se volvió a interponer en su camino, pero Hope fue rápida y le dio una patada que salio volando unos metros.
Se metió en una tienda abandona y se escondió como mejor pudo, escuchó como Nathan partió la puerta de una patada, Hope tomo del suelo un trozo puntiagudo de madera, Nathan entró en la tienda andando pacíficamente.
-No te voy a matar Hope... aun.-
Esa frase le heló la piel a Hope, apretó con fuerza el trozo de madera para darse apoyo, iba a ser la primera persona que mataría, bueno, que intentaría matar.
-No te escondas, pequeña. Te encontraré de todas formas.-
Hope salió de su escondite a velocidad vampira, Nathan la tomo del cuello y de la muñeca en la que llevaba el trozo de madera.
-No no.- dijo Nathan.
La puerta se abrió de nuevo, por la puerta apareció un hombre, tendría unos 45 años, Nathan lo miro extrañado.
