La carcajada que salió de su garganta me dejó confundida, dejó caer su cuerpo sobre la arena sin dejar de reír sus manos descansaban sobre su estómago como si eso la ayudara a calmar sus risas.
- No te rías - Golpeé su estómago
- No te enojes, Dani - Siguió riendo - Lo decía en serio, necesito saber si es que tengo oportunidad contigo - Trague saliba - Sino, al menos me conformo con tu amistad - Bajo la cabeza -
- No sé cómo funciona eso de las oportunidades - Me miró confusa -
- ¿Nunca has tenido novio, o novia? - Negué apenada
- Mi vida ha sido muy aburrida -
- Déjame y te enseño - Susurró - Te voy a enseñar lo que es una oportunidad, lo que es que te guste alguien. - Sonrió - Solo, no me falles, tú no -
- ¿Te han fallado? - Asintió.
- Tengo pésima suerte para esto - Río - Desde que me ponen los cachos, hasta que me abandonen sin dar razón -
- ¿Quién podría hacerte algo así? - Sé encogió de hombros volviendo a dejar caer su cuerpo sobre la arena
- Quería cerrarme a los sentimientos - Extendió una de sus manos hacia mí, al tomarla halo de ella haciéndome caer a su lado, con una sonrisa me indicó que acomodara mi cabeza sobre su pecho. Mis nervios se activaron ante esa acción, como deben de imaginar, es la primera vez que hacía algo así, sus dedos jugaban con mi cabello acariciandolo despacio. - Pero tenías que llegar tú - Susurró.
- ¿Yo? - Asintió.
- Desde la cafetería que no te saco de mi mente, Daniela, en cuanto te fuiste fue como si te hubieras llevado una parte de mi corazón, sentí la necesidad de salir detrás de ti y hacer cualquier cosa por tener contacto contigo, pero Ximena me acorralo, después en el antro creí que esa era mi oportunidad - Soltó una risita nasal - Hasta que no sé porque se te vino a la mente que tenía novia - Volvió a reír - Ahora le agradeceré eternamente a Valentina que haya olvidado sus documentos en casa, así tuve que llevárselos y encontrarte para prometerme no dejarte ir - Un escalofrío recorrió mi cuerpo entero, debía decirle que solo estoy de viaje, que estoy comprometida, que por más que me guste, porque me gusta, no podemos tener una oportunidad.
Por primera vez en mi vida estaba experimentado lo que la lectura me había enseñado, por primera vez me sentía querida, por primera vez me sentía feliz. Uno de sus brazos rodeaba mi cuerpo con fuerza y delicadeza, mientra el otro lo mantenía debajo de su cabeza que estaba levemente recargada contra la mía, también por primera vez me sentía realmente protegida.
- Enséñame lo que es querer - Susurré.
- Con gusto -
- ¿Para qué eran los documentos de tu hermana? -
- Tiene la loca idea de postularse para una de las becas que dan en Freely - Mi cuerpo se tensó - Y yo no soy nadie para negarselo, si ella quiere intentarlo yo la voy a apoyar, sé lo difícil que es ganar una de esas becas, pero estoy segura de que mi pulguita tiene oportunidades. -
- Me encantaría conocer a tu hermanita - Mi padre necesitaba mi ayuda con los seleccionados, y yo claramente lo iba a ayudar.
- La vas a amar, es el ser más noble y amoroso que puedas conocer - No le podía ver la cara debido a nuestra posición, pero estaba segura que la sonrisa que tenía en ella demostraba lo orgullosa que se siente de su pequeña - Y Ramón, dentro de dos días es mi descanso ¿Te gustaría ir a comer con nosotros? Así podrías conocer a mi pequeña pero preciosa familia -
- ¿Me vas a cocinar? - Indague
- Te voy a comprar de comer - Dejó salir una risita - Soy pésima en la cocina -
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Un Corazón Para La Realeza.-Calle y Poché
Fanfiction- Me enamoré, me enamoré sin medida, y en lugar de estar brincando en un pie de la felicidad, estoy aquí, encerrada en estas cuatro paredes de mi habitación, llorando desconsoladamente porque no le veo futuro a un nosotras, porque la amo tanto que m...