Un Corazón Para La Realeza.-Calle y Poché

Capítulo 10: Marquesa

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Los días pasaban y junto a ellos mis ganas de hacer algo productivo en ellos se mantenían intactos, traté de comunicarme con ella en varias ocasiones, Laura conservaba su número telefónico, al igual que el de Juan Pablo y Valeria pero parecía que habían desaparecido de la faz de la tierra.

No tuve la fuerza para protestar cuando mi madre cruzó la puerta de mi alcoba seguida del doctor Urriaga, el rostro de ambos transmitían preocupación, ladee mi cabeza viendo como el doctor abría rápidamente su maletín empezando con su protocolo antes de revisarme.

—¿Te duele algo? – No respondí —¿Has tenido emociones fuertes? —Lo miré solo con curiosidad y negué lentamente. Sí, por primera vez le mentí a mi doctor.

—¿Cuáles son los síntomas? — Me miró de regreso.

—No lo sé —

—Si no me dices tendré que enviarte a otros análisis, Daniela ¿Eso quieres? — No, otra vez no. Negué. —Entonces coopera. Dime cuáles son los síntomas.

—Solo no tengo ánimos de nada, no me duele nada doctor —

—Majetad — Llamó a mi madre —Me temo decirle que esta vez mis servicios no servirían de nada — Suspiró.

—No otra vez Urriaga —

—Lo lamento, puede estar cruzando otro cuadro de depresión y debe ser atendido en cuanto antes. Debemos descartar todo, tampoco queremos más ataques de ansiedad ¿No es cierto? —Negué. —¿Pasó algo en Colombia? 

—¿Algo como qué? —Hablé de golpe.

—Esos modales, Daniela —

—Lo siento, madre. ¿Algo como qué, Doctor?—

—Algo que te haya hecho sentirte triste o muy feliz y de un momento a otro tuviste que dejarlo —Claro, por su puesto que pasó algo, alguien me hizo muy feliz, creo que por primera vez sentí atracción hacia alguien que tiene el corazón más grande del mundo y que siento ser correspondida pero tal parece ser que mi madre tiene un sexto sentido que sabe cuándo estoy demasiado feliz y hace cualquier cosa para acabar con ese sentimiento. –Pensé más no dije nada, solo baje la cabeza como tantas veces lo he hecho y negué en silencio. ¿Qué ganaría hablando? Al final nada podría cambiar lo que pasó.

—¿Estás segura?—

—Tan segura como de que quiero estar sola doctor ¿Puedo? — Miré con súplica a mi madre quien sonrió y se acercó a mí.

—Si te sientes mal tienes que decirnos chiqui — Besó mi frente y salió de mi habitación.

Ojalá pudiera ser menos complejo el narrarle a mi madre sobre lo ocurrido en el viaje con mi padre y dama de compañía. Poder explicarle que conocí a una mujer que conquistó mi corazón por completo y que la abandoné, hice justo lo que pidió que no le hiciera. La defraudé.

—Alteza — Flor, una de las mucamas llamó a mi puerta.

—Adelante —

—Buen día, Alteza —

—Buen día, Flor ¿Pasó algo? —

—Vengo a anunciar a la Marquesa Clarise —

—¿Me puedes explicar qué hace la rubia oxigenada de la Marquesita allá afuera? Daniela sabes que la detesto...—

—Laura Villa. —Flor la retó —Cuide la forma en la que se dirige a su superior, no olvide que no está hablando con una más de las chicas de servicio está hablando con... —