Un Corazón Para La Realeza.-Calle y Poché

Capítulo 11: El secreto de palacio.

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Un día menos para verla, un día más sintiendo que la ansiedad podría acabar conmigo en cualquier momento y el miedo a tener otro ataque me generaba todavía más.

Veía por el balcón de mi alcoba como entraba y salía gente de palacio cargando cosas para los eventos de mañana, la bienvenida a los tres becados y el gran baile de compromiso que no debería realizarse, pero que aunque yo no lo desee, se hará y no hay nada que pueda hacer para evitarlo.

—Del uno al diez ¿Qué tan nerviosa estás? —Preguntó Laura.

—Mil — Suspiré —No sé si estoy lista para volver a verla y explicarle todo lo que debo explicar —

—Todo irá bien —Me sonrió —Debes tener muy vigilada a Clarise —

—¿A Clarise? —

—Sí, ella siempre quiere todo lo que tú tienes, al igual que tu prima, y si notan tú interés en Poché, lo más seguro es que les guste también —

—¿Pero y si a ellas no les gustan las mujeres? —

—Las conocemos, por molestarte a ti harán que les guste —Se sentó a mi lado —¿Viste su última foto en su instagram? —

—Su cabello azul me volvía loca —Sonrei —Pero ese mechoncito plateado —Suspiré

—¿Y si la sigues? —

—Seria como colocarme una soga al cuello, Laura, verá quién soy —

—Buen punto ¿Porque no naciste siendo hija de un carnicero, panadero, chocolatero, de algún ingeniero o licenciado? No, la niña tenía que nacer siendo hija de un rey, heredera al trono y... —Suspiro —Tampoco puedes ocultarle eso. —

—No Lau, eso no. Le destrozaría el corazón más de lo que ya lo hice —Mi voz se quebró —Tampoco quiero que me tenga lástima —

—¿Y si se entera? ¿Y si llega a escuchar a alguien de palacio hablando de ese tema? ¿Y si un día tienes otra recaída? ¿Y si ve al doctor Urriaga? Daniela, debes contarle —

—Para mí es muy difícil hablar de ese tema, y sabes que no me gusta ir contándole a todo Freely. — Mi voz se quebró —Quiero que Maria José me siga viendo como una chica más, no quiero que me vea diferente, y si le cuento toda la verdad, podría irse o podría verme de otra manera. Quiero ser feliz aunque sea por poco tiempo —

—Mi Dani, ve acá —La morena extendió sus brazos para estrecharme entre ellos haciéndome sentir protegida. —No le diremos entonces, al menos no desde un principio, pero en algún momento se va a enterar ¿Lo sabes, no? —

—Lo sé, solo espero que entienda las razones por las que se lo oculté. —

—Pero bueno, primero que nada hay que pensar en la forma que le explicarás que eres una Princesa —

—Y antes de que mi papá haga la presentación oficial —

—¡No jodas, Daniela! —Me empujó —¡¿El rey hará esa presentación?! —

—La hace todos los años, así que yo sé que estoy acabada —Sonreí.

—Esperemos que solo venga su hermana—

—Ella también me va a odiar —

—Con justa razón, lenta —Golpeo mi cabeza.

—¡Laura! ¿Qué clase de comportamiento es ese hacia la princesa? — Flor entró a la biblioteca con una bandeja en las manos. —Alteza, no debería dejar que su dama de compañía tenga esa clase de comportamientos hacia usted —