Shoot || KookMin

4.4 Atentado

—Eres la criatura más tierna e indecente que haya conocido en toda mi vida.

Se ríe con ganas antes de dejarse caer al suelo. Yoongi niega con la cabeza hundiéndolo más y frunciendo el entrecejo por hacerlo ¿Qué esa mierda no le duele? Para él, la flexibilidad de Jimin es un total misterio. Que pueda estar tanto rato con las piernas en una perfecta línea recta.

— ¿Ibas a recibir a Jungkook o algo del estilo? —pregunta después de que Jimin se levante del suelo. El pelirosa se sube al aro que guinda fuertemente del techo. Hace un giro que asustó a Yoongi por un momento.

—Estoy practicando solo ahora. Lo suyo no es tan complicado.

—Practicas mucho.

—Lo necesito. Es la primera vez que haré algo como esto frente a tanta gente y evaluado. No ha sido de mis mejores ideas. —admite estando de cabeza. Yoongi blanquea los ojos un instante.

— ¿Al menos comiste? No te vi desayunar hoy; ninguno lo hizo—acota, Jimin sigue sin mostrar nerviosismo—. Te vas a desmayar por tanto esfuerzo sin comer una mierda.

—Si comí, tranquilo—Miente ligero. Comió, sí, pero vomitó—. No es el único esfuerzo que hago hoy y no me he desmayado—Yoongi alza una ceja y Jimin se balancea atrás y adelante—. No preguntes, yo no lo hago cuando te pierdes con Hobi.

— ¿Siquiera el niñato sabe qué hacer? —Jimin lo ve mal—. Estaba preocupado por el tema ¿Seguro que no te está usando? La rata-

—No le digas Ratatucan. —Aparentemente, le pondrán apodo a todo lo que venga de Jungkook. Él es ratatucan y Gereum el dientes torcidos, perro feo y pare de contar.

—Está ansioso aún. Quizá seas un simple desahogo para pasar el susto. Deberías tener cuidado de que no sea eso—Advierte, Jimin sabe perfectamente cuando es con la intención de meter cizaña y esta es una de esas ocasiones—. No te-

—Jungkook no es tú que empezaste con Hobi así—Yoongi muestra molestia ante el comentario—. Son ¿cinco meses? Como novios, casi nueve como amigos a pesar de su timidez—cuenta jugando con el aro—. No es un simple revolcón, ya conozco lo suficiente a Jungkook como para saber si soy un objeto nada más.

—Siempre puedes equivocarte.

— ¿Cómo contigo? —Afianza su agarre en el aro—. Que mataste a la abuela de Tae y lo hiciste parecer que lo hizo otro grupo.

—Era-

—No era necesario. Tú solo buscabas la manera de que acabaran en Sonyeondan; si hay algo que no me gusta es que intentes hablar mal de Kookie o enseñarlo mucho—comenta balanceándose, sentado en el aro metálico—. No tienes como arrastrarlo y no te voy a dejar hacerlo. Aun si no estamos juntos, aléjate de él. —Yoongi da un molesto bufido.

Algunas veces, Jimin tiene la impresión de que Yoongi -muy encompinchado con Namjoon-, intenta que se mantenga tan pegado a Sonyeondan como se pueda ¿El método? Que haya más seres queridos y que así no pueda irse. Es una persona muy necesitada de atención, lo admite, por ello alejarse de la gente que conoce y quiere significa lento suicidio.

Primero Hoseok, luego Taehyung; Yoongi no se movería, menos Namjoon y Jin. Incluir a Jungkook que tiene todas las de volverse su monógama pareja será ponerle la última cadena al cuello. Yoongi bufa molesto y sale del salón. Jimin suspira agotado ¿Qué edad cree que tiene? También sabe que no todo es tan como su cabello; no por nada está preocupado porque Jungkook pueda pensar siquiera en dejarlo.

Sigue practicando por su cuenta solo en la coreografía. Guindar todo su cuerpo de una soga y hacer paso aéreo resultó ser lo más sencillo para él. Se le complica cambiar de posturas en el aro. Puedo bajar la velocidad y tema resuelto.

Tener nada en el estómago ayuda a omitir las ganas de vomitar estando de cabeza o tan arriba.

Toma un descanso de cinco minutos avisándole a Jungkook que apenas terminara su clase, fuese a practicar. El auditorio donde harán la presentación es del tamaño de este salón de baile, así que tendrán una mejor medida que en casa. Que es un salón de entrenamiento militar.

—Deberías dejar ese tipo de bromas, sabes que no me hacen gracia—dice despreocupado ante el cañón en la nuca—. En serio, no me importa si-

Gimotea adolorido al tiempo que el cañón del arma se golpea contra su frente. Tiene la boca tapada por la mano de aquella persona. Alza las manos, a juzgar por el golpe que recibe, no es lo que debe hacer.

—Qué raro que estés sin un solo perro protegiéndote ¿eh? Bonito—Cierra un ojo, el apretón en la cara duele—. Ahora, asumo que eres lo suficientemente inteligente como para no hacer algo tonto como gritar. —niega con la cabeza. La pistola nunca abandona la escena.

— ¿Qué quieres? No-

—Eres el hijo de Kim Namjoon ¿Cierto? Un pajarito nos contó de tu existencia lo cual es muy gracioso. Sin mencionar el despiste del "Park". Kim Jimin, próximo líder de Sonyeondan—Chasquea la lengua—. O puta de Sonyeondan. —burla. Jimin aguarda unos segundos para mover el arma y así atontarlo unos segundos, marcha corriendo. Aún tiene el celular en la mano.

Puede llamar a Yoongi, Taehyung, Hoseok, quién fuese y problema resuelto. Algo le da en la pierna y en la espalda, interrumpiendo sus pensamientos. No son balas, ni siquiera sonó. Su costumbre de tropezarse con el aire logra que esté preparado para caídas y en esta vez no fue la excepción. Mira su pierna ¿Eso es un dardo?

—Tengo que llevarte vivo, entero y tan ileso como sea posible. Son paralizantes así que vas a estar un poco tieso... No me hagas dispararte a la garganta, eso jodería tus cuerdas vocales y dudo que quieras eso. —Jimin logra ver un tatuaje a través de la transparencia de su camisa.

— ¿Mul... Gwishin?

—Vaya, lo reconoces, te doy un punto—Pisa el pecho de Jimin que hace una mueca. Siente la pierna tan acalambrada que duele moverla. El torso por igual—. Acabemos rápido. Así me van a pagar y me desaparezco del mapa de tu familia.

Mira su celular, no está lejos. Lo alcanza y da al botón de números de emergencia. Tiene al menos cinco ahí y no son precisamente la emergencia. Con la llamada hecha, el hombre avisa que ya tiene al objetivo. Ni siquiera entiende cómo acaba en el hombro del tipo con las manos atadas.

Esto va a doler más tarde... piensa distraído buscando de deshacer el nudo con los dientes. Respinga cuando le dan una nalgada.

—Ya me imagino por qué se supone que debo llevarte sin un rasguño—Remueve incómodo por el manoseo y apretón al glúteo derecho—. En lo que llegan hasta acá a recogernos... Puedo echarle la culpa a tu novio de todo.

— ¡AY!

—Así que probemos algo con lo que no vayamos a tardar mucho.