9. Lo mejor de mí

903 142 5
                                    

— ¿Estás seguro de que esto fue una buena idea?

— ¿Por qué lo preguntas?

—Quizá nuestro precario inglés me hace preguntarlo. Es una buena razone en lo que a mí respecta.

—Podemos cantar en inglés.

— ¡Pero no lo entendemos y aquí no hablan coreano!

— ¡Siempre podemos usar el traductor del celular!

Lo golpea con una almohada, lleva a que Jungkook lo golpee con una almohada y viceversa hasta que de alguna manera acaba encima de su novio, mordiéndole los labios y moviéndose de forma suave encima de este. Tentando a que las manos inquietas que se anclan en su cintura bajen y quiten el pantalón.

Bien pudo haber pasado de no ser por el trueno que los asusta y vuelven a la realidad. Jungkook ríe arrugando la nariz. Jimin tuvo que levantarse e ir a cerrar las puertas de cristal que dan a un pequeño balcón con un par de muebles.

—Y yo que tenía ganas de que saliéramos a ver qué tal es la zona.

—Mira la parte buena... Aún podemos descansar del jet lag—comenta echado de lado en la cama, Jimin se hace el cabello para atrás y relame los labios, recostándose de la puerta de cristal que empieza a tener gotas de agua. Su mueca fue de frustración—. Eh... los muebles...

—Justo eso pensaba.

Tras mojarse un poco con la lluvia para meter el par de muebles se quedaron sentados en estas viendo la lluvia cayendo con toda su furia sobre la ciudad.

—Y pensar que había un sol radiante hace no mucho rato. —Jimin no responde, abraza sus piernas y mira la lluvia como si esta fuese lo más fascinante del planeta.

Jungkook guarda silencio, con la diferencia de quedárselo mirando a él que es, en su opinión y realmente, lo más fascinante y bonito que hay en el planeta. Sonríe levemente y como tonto, quedando con la boca entreabierta hasta que Jimin finalmente dirige su atención a él.

— ¿Qué?

—Solo pienso que eres muy guapo. —dice Jungkook volviendo la vista a la ventana—. ¿Te arrepientes de haber venido?

—Para nada. Me sorprende haber venido en realidad. —Se hace el cabello atrás.

—Supongo que es la primera vez que estas tan lejos de ellos.

—La verdad... sí. No es malo. Desde que entendí la verdadera gravedad de Sonyeondan quise irme para no estorbar o ser lastimado. Nunca supe cómo hacerlo a pesa de la libertad que me daban. Quizá tuve oportunidades y esta vez la tomé.

—Me alegra que lo hicieras. Digo... quiere decir que confías lo suficiente en mi como para hacerlo.

—Jungkook, confiar es un poco corto considerando ya lo que tenemos en el historial de parejas ¿no? —comenta Jimin con una risita.

Aparte de tener sexo a prácticamente cada rato cuando tienen privacidad –ahora puede ser más seguido por vivir solos-, han visto lo peor del otro. Jungkook su agresividad reprimida que ni siquiera sabía que tenía esa con la que no lo molesta o atormenta haber matado a tanta gente; Jimin su inseguridad y obsesión enfermiza con la perfección que lo lleva a hacer tonterías como provocarse el vómito; ayuno, tomar más medicamentos de los necesarios para la ansiedad e ignorar dolores musculares que pueden generar daño serio en el futuro.

En general y con eso, saben que sacan lo mejor el uno del otro. Si bien no llevan más de un par de días de haber llegado, Jimin inscribió a Jungkook en un gimnasio para que practicara boxeo y pudiera soltar esa frustración y por su lado, Jungkook es un vigía de veinticuatro horas para estar seguro de que come bien, sin vomito o costumbres perjudiciales a su salud.

Han estado así incluso desde antes de viajar hasta Estados Unidos, pero que incluso lo retomaran aquí es un gesto de total preocupación mutua que se aprecia.

—Espera un momento ahí, no te muevas.

— ¡Ya tienes bastantes fotos mías!

— ¡Nunca las suficientes y pueden servirme para alguna tarea, espera quieto allí!

Hace puchero. Jungkook debió hacer un desastre en la sala llena de cajas con sus pertenencias. Las cámaras que tiene –tres-, ocupan una que está hasta el final, pero seguramente no se acuerda de que la puso ahí. Tiene los lentes, correas, bolsos y demás instrumentos.

Cuando por fin regresa, con el pelo alborotado y venido a su cara también trae ese suéter felpudo y azul que Jimin usa solo cuando tiene mucho frío. Tras acomodarse suspira fuertemente y recuesta al frente en el cristal.

Estuvo posando un rato hasta que Jungkook estuvo satisfecho.

—Te voy a cobrar. Ser modelo es agotador y no puedo estar haciéndolo de gratis.

—Soy tu novio. —replica Jungkook dejando la cámara a un lado y salvo de cualquier daño.

—Los novios también cobran.

—De otras maneras.

—Exactamente—Acepta levantado, saca el pantalón que está usando Jungkook y empieza a besarlo. Debe alzar la cabeza para lograrlo—. Admito que estoy un poco ansioso y... tampoco es malo tener lluvia y truenos de fondo.

—Es muy natural.

Mete las manos bajo la ropa interior de Jungkook, frotando el miembro que cobra dureza. Jungkook acaba sentado en la cama y Jimin entre las piernas de este. Las manos de Jungkook se deslizan desde el abdomen plano de Jimin hasta la retaguardia de este. Da un juguetón apretón a las nalgas, masajea una en tanto que con la otra mano mete un par de dedos en la entrada de Jimin.

Jimin suspira ansioso, masturbando con más fuerza a Jungkook metó la cabeza bajo la camisa amplia que lleva puesta para morder el pecho del ahora rubio.

—Deja... deja que me la quite.

Una vez sin prendas de ropa estorbando como el bóxer de Jungkook y la camisa de Jimin el más bajo se sube al regazo del otro. Jungkook separa los glúteos de Jimin, este rodea el cuello del menor con los brazos y baja lentamente, suelta suaves jadeos gustosos por la invasión.

Usa sus manos como soporte y permite que Jimin vaya al ritmo que quiere, verlo contonearse es una de sus cosas favoritas. Sea bailando o teniendo relaciones. Jimin lo toma del rostro, besos lentos y con los que permite sentir al máximo sus labios suaves y carnosos que muchos resaltan en su apariencia.

—Te amo. —tararea dando besos pequeños en los labios finos de Jungkook.

—No tanto como yo.

—Que odioso eres.

—Solo soy mejor que tú.

—En serio.

—Por supuesto que sí. —Lame el labio inferior de Jimin, introduciendo su lengua en la cavidad bucal de este. Jimin lo abraza con mayor énfasis hasta finalmente tumbarlo a la cama.

Un buen modo de despejar la mente en noche lluviosa.

Shoot || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora