— ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
—En... teoría si, lo estoy.
— ¿Seguro?
—Aja.
—Mentiroso.
—Pensé que era el punto de la pregunta.
—Tal vez.
Da un largo suspiro alzando la cabeza, Jin hace quién sabe qué cosa en su celular. Tiene ojeras gigantescas y se ve demacrado. Namjoon recuesta la cabeza de la almohada de nuevo, queriendo quedarse absorto en su mente con los cien problemas que tiene y resolverlos con la misma velocidad con la que llegaron.
—Eso duele, duele, duele dueleduelduele...
—Entonces no estás bien.
—Jin-
—Quiero que me hables, ya tengo mucho silencio como para que tú lo empeores.
— ¿Qué supone que te hable si me estoy quedando sin espalda desde hace como dos horas?
—No sé. Lo que sea.
Giró la cabeza con cierto fastidio. No quiere hablar, está... molesto, está frustrado y en buena parte se siente muy derrotado por recordar la maldita cara de satisfacción de su padre al momento en que entró a la sala de tatuajes y lo vio completando el suyo. Algunas veces el funcionamiento de las mentes de la gente a su alrededor le parece tan inconsistente e innegablemente extrañas.
En sus mentes solo existe Sonyeondan; no hay familia, amigos y nada que pueda estar por encima de ello, solo dentro y así será útil. Antes muerto que permitir que destruyan a Jin más de lo que ya está con la pérdida de sus padres. Que inmiscuyan a esa criaturita de futuro incierto y peor aún, que pretendan que se vuelva igual que ellos. Les sigue la corriente, pero jamás se rebajados a un nivel así.
La única excepción a la regla: Enseñó a Jin como usar un arma. Nada de cuerpo a cuerpo pues va a rajarse las venas antes que dejar a nadie darle palizas estando embarazado. Jin no tiene nada de técnica aun cuando si cuenta con fuerza considerable. Al principio, Jin tiraba el arma asustado apenas salía el tiro de dardo para práctica. Fue tiempo extenuante, Jin ya puede defenderse con una pistola en mano. Espera que no lo necesite.
El tema relación no va en su mejor momento. Tiene la muy afincada creencia de que Jin guarda resentimiento por cómo han sucedido las cosas. No puede evitar sentirse culpable e incómodo al mismo tiempo en consecuencia a ese hecho; lo que es cierto es que desea ferviente que lo hablen, que le grite si quiere. El silencio con respecto al tema y las constantes miradas turbias por su parte son evidencias claras.
— Tiene buen desarrollo. Es bastante grande para su tiempo, diría que posiblemente sea un pequeño problema a la hora del parto.
— ¿Por qué?
—La incisión sería un poco más larga y al sacarlo la carne resiente mucho el estirón que se hace. No obstante, con la anestesia no sentirá nada. —Asegura ante la mueca de espanto que tiene Jin en la cara.
—Y mi cuerpo...
—Volverá a su contextura si sigue una dieta estricta que no interfiera con la lactancia—Namjoon sorbe aire. Jin y la dieta. Ve muy complicado el tema y eso que apenas van por el cuarto mes—. No obstante, quizá quede un poco ¿Ancho? Tendrá que hacer demasiado ejercicio para volver a su contextura. Es muy complicado, pero no imposible.
— ¿Algo más?
—No recomiendo estrés, bebida, mucho esfuerzo físico. Los abortos espontáneos en estos casos abundan. Si empieza a botar sangre por el área rectal y si hay suficiente prisa puede evitarse. Ténganlo en cuenta.
Jin estuvo prácticamente todo el día viendo la foto del eco que tomaron hoy. Aún no está muy claro el sexo, pero aparentemente será un varón. No sabe que sentir con exactitud, solo ve la captura a gris y negro que a Namjoon había fascinado en un primer instante. Un impulso desconocido lo llevaba a querer romper el papel en mil pedazos y tirárselo a Namjoon en la cara. Claro que está ilusionado, las consecuencias no se las carga él.
—Y—Lo mira irritado. Se siente irritado de estar irritado. Los cambios de humor son una mierda. No puede controlarse—. Ya... ha pasado tiempo suficiente así que ¿Qué haremos?
— ¿Cómo que "Qué haremos"?
—Con el bebé ¿Qué quieres hacer? — Jin bufa.
—Lo daremos en adopción—Namjoon queda notablemente decepcionado con aquella respuesta—. No lo quería al principio, no lo quiero ahora y ya me jodió lo suficiente.
—No te hizo nada. Si no lo quieres no soy quien para forzarte a quererlo, pero no es bueno que tengas-
—Es la verdad. Sabes lo mucho que... quería huir de ser heredero de las empresas de papá. Yo de verdad quería hacer lo que yo quería, pero oficialmente es imposible porque tener un bebé es sinónimo de perder carrera artística.
—Aun-
— ¡NO SE PUEDE! —Ya van muchos reclamos y discusiones que Namjoon se aguanta sin parecer afectado—. Ya no... Ya no podré ser modelo nunca más. Tampoco un Idol. Estoy perdiendo tiempo de mi vida en algo que no quiero en un sitio que tampoco quiero y por si fuera poco ahora soy el blanco de gente que nada tienen que ver conmigo. Todo por tu culpa.
—Uhmmm
— ¿No dices nada? —Le da un toque en el brazo, como queriendo invitarlo—. ¿¡POR QUÉ NO DICES NADA!? RESPÓNDEME. DEFIÉNDETE, DI ALGO.
El guardia no sabe si debe intervenir de algún modo para detener a Jin que no da precisamente palmaditas. Incluso le rompe el labio a Namjoon en el proceso y acaba jadeando a nada de llorar frustrado por la falta de reacción del otro. No lo entiende. Lo molesta tanto esa pasividad que tiene Namjoon con él. Como si quisiera que cobre toda su rabia en él. Lo empuja con tal fuerza que lo hizo trastabillar y casi caer.
— ¿Por qué no dices nada? ¿Por qué solo...? —solloza angustiado. Namjoon hace un gesto al guardia para que salga de la habitación. Con una suave reverencia lo obedece.
— ¿Qué quieres que te diga? Esto es culpa mía. Tus padres, tu estado, las amenazas. No soy estúpido para negar la realidad, al menos no ahora no hay probabilidad alguna de escurrirnos de los problemas—explica Namjoon, sin poder mirarlo a la cara siquiera—. Si pudiera hacer algo por arreglarlo lo haría. Si pudiera sacarte de aquí lo haría, pero si te alejo solo lograre que seas un blanco fácil y... Aunque tú no lo quieras, yo si quisiera quedarme con el niño.
Jin no dice nada, solo salió del lugar aquel maremoto de emociones descontroladas.
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Shoot || KookMin
FanfictionHay dos clases de disparo: El de un arma y el de una cámara. Jungkook tiene ambos. Uno para Jimin, a quien le encanta a fotografiar; otro para quien se atreva a acercarse a hacerle daño. Cosas de estudiar fotografía y estar con el hijo de la mafia. ...