Le miro dormir el sueño eterno, este es el momento más crítico. Si abre los ojos, será mi compañero, sino, solo un cadáver más de esos solitarios que encuentran meses después en casas donde nadie mira nunca.
Mi sangre corre por su sistema y la suya por el mío, aún disfruto de su sabor, de la energía de la sangre nueva no contaminada. Ahora yo soy él, y él, es mío. Solo tiene que abrir los ojos.
El proceso puede durar horas, pero no más de un día. Estamos llegando al límite, ¡abre los malditos ojos!
Para alguien como yo esperar no es un problema, pero cuando encuentro compañero me vuelvo impaciente, lo quiero ya. Quiero empezar nuestra vida juntos.
Quiero mostrarle el mundo, quiero ser todo lo nuevo que va a encontrar.
Su mundo, pero no lo seré si no abre los ojos.
Acaricio sus labios, esos que se han agarrado a mi piel, a mi herida abierta que le alimentaba. Al principio tuve que obligarle, pero el sabor y la necesidad que provoca la sangre le dominó y sonreí orgulloso.
—Despierta—susurro besándole—Despierta.
Cuando me incorporo encuentro sus ojos, ahora gemelos a los míos, grises, imposiblemente grises, abiertos de par en par.
Mi compañero.
o0o
Despierto, y sé que no ha sido un sueño, sino que ha sido muerte. La mía, y delante de mí tengo a mi asesino... y mi salvador.
La última imagen que recuerdo es la de su rostro, tan hermoso que te haría llorar, de hecho eso es lo que estoy haciendo.
Pero no lloro por él, sino por mí.
—¿Qué me has hecho?—mi voz suena profunda, desde mi interior.
—Un favor.
Sé lo que es, y aunque debería sentir terror, me doy cuenta de que no lo siento.
Sino que lo que siento es la necesidad de estar a su lado.
Abre sus brazos y me sumerjo en ellos, su cuerpo más pequeño me ofrece un cálido consuelo.
—¿Por qué?—pregunto, a él, a mí.
—Yo te elegí, mi compañero, para siempre.
El beso que recibo de sus labios, es cálido. Si he entendido bien, si es verdad lo que estoy sintiendo. Él debería ser frío, yo también. Pero solo encuentro calor en ese beso, en su cuerpo.
Le deseo, y tomo más, él me lo permite.
Su boca sabe bien, tan bien que le muerdo y noto como su sangre es deliciosa.
La deseo por completo, pero él me aparta.
Podría desangrarlo, quiero más.
—No de mí, iremos a por más, pero nunca de mí—me dice como si fuera un niño pequeño, me molesta, porque quiero su sangre y porque soy un hombre, no un niño. Pero solo asiento, y él me acaricia.
—Vamos—se separa de mí, pero yo lo quiero todo de él, y su separación me duele.—Voy a enseñarte.
Ambos bajamos a una calle oscura, una peculiar pareja, es joven, podría ser su padre.
Pero siento que él es el mío, y también como mi cuerpo, mi ser y mi alma, si es que aún vive, son suyos y le pertenecen.
En ese momento lo siento, un pequeño rechazo ante la idea. Pero muere tan pronto cuando él me mira y toma mi mano, que lo olvido.
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Blood lovers
VampireDeseo su sangre, deseo su cuerpo. Él no lo sabe, pero será mi próximo compañero, mi familia, mi amante, su sangre será mía, y yo seré de él. Al menos hasta que intente matarme. Vampiros. Slash. Boyxboy. Dark.