Mi pequeña tigresa (Taiga Aisaka fanfic)

Kaori y Taiga

Capítulo 2 – Kaori y Taiga

–¿Te acuerdas de la vez que dije que no me gusta nadie? – Preguntó Kaori a Aiko en la clase del día siguiente.

–Claro que sí –

–Pues he cambiado de opinión –

–¿Enserio? – Preguntó Aiko visiblemente emocionada - ¿Quién es?

–No sé si decírtelo, no sé cómo vayas a reaccionar –

–Soy tu mejor amiga, no tienes que guardarme nada –

Kaori dudó un poco, dio un suspiro y lo confesó.

–Me gusta "La Mini Tigre". –

Si Aiko hubiese estado bebiendo algo en ese momento, probablemente lo hubiese escupido.

–¿¡Qué!? ¿La qué golpeó a aquel sujeto ayer? – Exclamó la peliverde.

–Esa misma. –

–¡Pero se ve que ella es una mala persona! – Le reclamó

–¡Eso es lo que tú crees! Pero ayer hablé con ella, y resultó no ser tan mala. Está arrepentida de haberlo golpearlo.

–¿Al menos se disculpó? Cuestionó Aiko.

–Se negó al principio, pero le dije que si lo hace le haría el desayuno.

–Wow, genial – Replicó sarcásticamente.

–Le preguntaré a Ryuuji si Aisaka le pidió perdón. – Le dijo Kaori.

Más tarde, a la hora del desayuno, la chica de ojos fucsia encontró a Takasu-san en el pasillo, se dirigió hacia él y le saludó con una sonrisa.

–Hola, Takasu-san. ¿Taiga se disculpó contigo por lo de ayer? –

–No solo eso – Respondió Ryuuji – Literalmente se coló dentro de mi casa para pedirme perdón. –

–¿Qué?, ¿Enserio? – Exclamó Kaori sorprendida –

–Allí se quedó un rato y conversamos. Sinceramente, fue divertido – Mencionó Takasu – Incluso se quedó a desayunar en mi casa, y fuimos juntos a la escuela.-

–¡Y pensar que todo empezó cuando ella te golpeó! - Le dijo Nishimura.

–Es cierto, algo me dice que no es la última vez que vendrá a mi casa. –

Ryuuji se dio media vuelta y se fue caminando hacia otro lado, no sin antes despedirse.

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–¿Tienes mi bento? – Preguntó Aisaka.

–Te disculpaste, así que aquí tienes. – Le dijo Kaori, dándole la cajita rosada en las manos.

Taiga lo abrió y empezó a comer rápido, manchándose un poco la cara.

–Pero, ¿Era necesario entrar a su casa de NOCHE? –

–No me juzgues – Dijo la castaña.

–¿Cómo demonios lograste entrar? –

–Takasu vive en una casa al lado de mi departamento, solo entré por la ventana del balcón.

Nishimura abrió su bento, tomo los palillos y empezó a comer. Ambas se quedaron calladas, hasta que Aisaka rompió el silencio.

–No me has dicho tu nombre. –

–Es verdad – Afirmó Kaori, mientras se pasaba una servilleta por la boca - Soy Kaori Nishimura. –

–Lindo nombre – Dijo, haciendo sonrojar a la ojimagenta.

–G-gracias – Titubeó.

Más tarde, Ambas se volvieron a encontrar, Taiga había salido de la clase de cocina y tenía una bolsita con galletas.

–¿Qué traes ahí? – Preguntó Kaori –

­­­­­­­­He hecho galletas en la clase de cocina -
-¡Qué lindo! –

–Me costó mucho hacerlas y no estoy segura de que estén buenas –

–Probablemente estén bien.

–Ahora tengo que ir arriba para ver a mi amiga Minori, se las voy a regalar – Dijo Taiga subiendo las escaleras- Nos vemos, Kaori –

Pero al estar a punto de llegar al último escalón se le dobló el pie, haciéndole perder el equilibrio, cayéndose de espaldas.

–¡Taiga! – Gritó Kaori. Corrió hasta ella para atraparla, y por el impacto la bolsa de galletitas se salió por la ventana hasta el patio.

–¿Estás bien? – Preguntó todavía sosteniéndola.

La más baja dio un gemido de confusión. Se levantó de los brazos de Nishimura – quien estaba sonrojada– lentamente y con un suspiro reclamó­:

–¿Y las galletas?

La pelimagenta no supo que responderle, solo se limitó a mirar como la castaña buscaba desesperadamente la bolsa por todo el lugar.

–Creo que se cayeron por la ventana – Dijo finalmente

–¿¡Cómo que se cayeron por la ventana!? – Dijo Taiga casi gritando. Acto seguido, se fue rápidamente en dirección al patio.

Un par de horas más tarde, Taiga entró deprimida al vacío salón en donde estaba Nishimura.

–¿Las encontraste? –preguntó la más alta.

La contraria afirmó con la cabeza, volviéndola a bajar inmediatamente.

–¿Están bien?

La ojimarrón negó esta vez, dirigiéndose hacia la ventana y colocando su frente sobre el cristal.

–Sí que soy una torpe – Dijo con una sonrisa triste –si trato de invadir a una casa me desmayo por hambre, si trato de jugar a la pelota recibo un balonazo en la cara y si hago galletas para una amiga me acabo tropezando en las escaleras y las tiro.

Taiga, intentando contener sus lágrimas, se arrodilló en el piso, poniendo sus rodillas sobre la alfombra verde que cubría el piso del salón.

–Dame una galleta – "La Mini Tigre" levantó la cara al escuchar la voz de Kaori.

– Pero están rotas en mil pedazos –dijo Aisaka– Además, seguro que saben horrible

– No importa, tú te esforzaste en hacerlas. Si no se las va a comer tu amiga, me las comeré yo.

La pelimagenta tomó la bolsa y se comió los diminutos pedazos de galletas.

–Saben bastante bien –Dijo. – Es una pena que haya pasado esto, pero seguro que la próxima vez te sale mejor.

Taiga miró los ojos fucsia de Kaori, sonrió y le dio agradecido abrazo. Seguido de esto, metió su mano en la bolsa rosada, comiendo de las galletas junto a su nueva amiga.

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