Vamos al mar, dices

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Capítulo 8 – Vamos al mar, dices

En el 2-B la peliverde hablabla con su amiga acerca de que su hermano le permitió ir con ella a una casa en la playa de vacaciones y que le permitió llevar a una compañera.

–¡Genial!, ¿A quién llevarás? –Preguntó la pelimagenta

–¡Pues a ti! –Respondió Aiko

–¿Segura? –Preguntó Nishimura– Sabes que no me gusta mucho el mar.

–¡Por favor! Además, seguro que no tienes nada que hacer en vacaciones.

–No, no tengo que hacer –Contestó Kaori– Pero no estoy segura.

Se quedaron calladas unos momentos hasta que Aiko dijo:

–¿Sabes quién más irá?

–¿Quién?

–"La mini tigre".

Los ojos de la ojimagenta se abrieron hasta el máximo, su cara se puso roja.

–Eeehh...este...–No sabía que decir– Ok, voy a ir–

–¡Sí! –Sonrió su compañera abrazándola– ¡Será divertido, ya verás!

Nueve días después de eso, Kaori fue llevada por su madre hacia la estación de trenes, se despidió de ella y se digirió a buscar a los demás. Para su sorpresa, se los encontró bailando de manera muy extraña.

–¿Qué demonios están haciendo? –Preguntó

–No preguntes –Dijo Taiga –Solo únete

Varios minutos después llegó Ami, no faltaba la persona que la observaba impresionado por su belleza.

–¿Dónde están todos? No hay nadie aquí –Se preguntó

Entonces se dio cuenta de los cuerpos que hacían bailes extraños, a los que todo mundo se les quedaba viendo.

–Q-que hay, Ami –Saludó Ryuuji

–¡Llegas dos minutos tarde! –Le dijo Minori

–¡Que bueno que llegaste! Ya me estaba cansando – Mencionó Aiko

–¡Buenas Ami! –También saludó Yuusaku

–¿Qué onda? –Dijo Kaori

–¡Por fin llegas, tonta chihuahua! –La insultó Taiga

De la vergüenza, Ami salió corriendo, a lo que sus compañeros la persiguieron

–¡No huyas, tonta chihuahua!

Cuando la alcanzaron, la peliazul se dio cuenta de la presencia de la pelimagenta.

–¿Y tú que haces aquí? –Preguntó Ami a Kaori

–Kitamura me dijo que podía ir –Dijo esta

–¿Qué?

–Es verdad, Ami –Dijo el hermano Kitamura– Le dije a mi hermana que podía llevar una amiga con ella. Pensé que no te importaría.

–¡Pero...! –Trató de rechistar.

Tú dijste que tu casa es muy grande –Continuó Yusaku– Además, como te dije: ¡Entre más gente, mejor!

–¡Así se habla, Kitamura! –Exclamó Minori

–A parte, ya estoy aquí de todos modos, no me puedo ir.

Ami suspiró, evidentemente harta. Si ya era cansado tener que lidiar con Taiga, lidiar con otras dos pendejas iba a ser más trabajo.

Cuando llego su turno, todos se subieron al tren. Lo que nadie sabía es que Taiga y Ryuuji habían hecho un plan para lograr acercar más a Minorin con este último, y para eso la iban a asustar.

Mi pequeña tigresa (Taiga Aisaka fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora