[COMPLETA] [EDITANDO]
¿Quién lo diría? Que él chico que creía que todas las mujeres eran más que simples juguetes, terminaría enamorándose perdidamente de su apuesta. De la chica que prometió destruir.
Fue todo gracias a una apuesta ambiciosa. Él l...
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Rose Smith.
Traté de alejarlo con todas mis fuerzas, pero él era el doble o triple más fuerte que yo provocando que cada uno de mis golpes y forcejeos sean totalmente en vano.
¿Qué puedo hacer?
Está claro que él no se va a alejar, y no puedo negar que realmente besa bien, nunca antes en mi vida me habían besado de esta manera, y creo que es obvio ya que Jungkook fue quien se encargó de arrancarme mi virginidad de labios.
Mi mente me decía una y otra vez que respondiera a aquel beso, pero aunque quisiera no sabía cómo hacerlo, era realmente obvio que era inexperta en esto al contrario de Jungkook que parecía todo un experto en el tema y en la elaboración, pero no quiero tenerlo cerca, solo queda esperar, ya luche y sé que no debo de rendirme, pero es un simple beso, cuando él tenga intenciones de algo más me conocerá realmente enojada.
Sentí como tomaba mi cintura y daba un leve apretón que me hizo soltar un jadeo de la sorpresa. Sin embargo está vez bajo más una de sus manos dando otro apretón en mi cadera que me hizo morder su labio inferior por la sorpresa.
Jungkook sorprendido se alejó llevando su dedo índice a su labio inferior, donde al tocar una pequeña mancha de sangre se hizo presente. La sorpresa en su rostro fue digna de fotografiar pero agradecía que gracias a aquello se había alejado de mí.
— ¿Acaso solo sabes usar los dientes?—preguntó indignado, yo sin poder evitarlo resople.
—No quiero que me beses, no tienes el derecho a hacerlo y peor aún, a la fuerza —me defendí quitando sus sucias manos de mi cintura con brusquedad, Jungkook me miró atónito, seguido de reír sin gracia.
—Creo que no te ha quedado claro Rose, tú tienes que obedecerme, eres una simple chica, tienes que someterte.
Y en cuanto dijo eso no lo pensé ni dos veces y golpee su mejilla con tanta fuerza que incluso mi mano dolió. El rostro de Jungkook se giró con brusquedad ante la repentina bofetada, pero se lo tenía bien merecido.
—Si no te largas de mi casa te denunciaré por acoso sexual —advertí malhumorada, Jungkook puso su mano en su mejilla, acto seguido movió la mandíbula tratando de calmar el dolor.
— ¿Por qué mierda me has golpeado? —Preguntó más que enojado—. ¡Primero me golpeas, luego me muerdes y me sacas sangre y ahora vuelves a golpearme! ¡Eres una salvaje!
— ¡Salvaje tu que me besaste a la fuerza, animal! —le insulté sintiendo mis mejillas enrojecerse y no por estar sonrojada si no por el enojo, los ojos de Jungkook se abrieron de la sorpresa.
— ¿Animal?
— ¡Te lo mereces! ¡Eso y más! Antes di que no te golpee en lo bajos. —mi torax comenzó a subir y bajar por la molestia estaba completamente segura de que estaba hiperventilando y Jungkook ahora sí que lucio asustado—. Lárgate, esa no es la manera de hablarle a una mujer y peor aún, ¿cómo te atreves a decir eso sobre las mujeres? Tenemos el mismo derecho Jungkook, pero un machista como tú no lo entiende.