C A P Í T U L O 36

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Yoongi.

MARATÓN 2/3

Rose Smith.

—¿Ya estás lista? —preguntó Jungkook mientras terminaba de colocarse una chaqueta negra de cuero. Asentí en respuesta. 

Ya era lunes y nos encontrábamos terminando de alistarnos para ir al colegio. Después de lo que había pasado el fin de semana, el hecho de que hubiera visto a Yoongi me tuvo muy paranoica el resto del fin de semana. No quería salir del departamento por nada del mundo, aún me causaba un poco de estribos en mi estomago de solo recordad toda la adversidad que había sucedió con Yoongi.  

Siempre lo quise, era mi tío favorito y en un santiamén mando todo a la mierda. ¿Cómo es que puedes estar enamorado de tu sobrina? y peor aún ¿Cómo pudiste ocultarlo por tantos años? La salud mental de él tío Yoongi... mejor dicho Yoongi. Me preocupaba, el incesto no es algo que se daba de tomar a la ligera, es un problema. Mis conocimientos no son muchos y aunque se de algunas cosas mis conocimientos no son innatos, bueno aunque pensándolo bien, los conocimientos de nadie son innatos. Sin embargo mi falta de información no me permitía juzgar esta situación como era debido.

Solté un suspiro pesado mientras tomaba mi mochila y me la colgaba a los hombros. Esta situación de haber vuelto a ver al tío Yoongi me mantiene realmente pensativa y distraída. Debería de dejar este tema por la paz, así como lo hizo Yoongi. Pero aún así no puedo dejar de pensa...

—Tierra llamando a Rose —la mano de Jungkook pasó repetidas veces frente a mi rostro, mierda si que estoy realmente distraída.

Soltando un bufido en forma de broma quite su mano que obstruía mi campo de visión. Jungkook me miró dudoso. 

—¿Qué? —pregunté sintiéndome un poco estresada por todas esas lagunas mentales. 

—¿De verdad estás bien? Pareces horrorosamente distraída, eso no es para nada común en ti. —me miró con preocupación.

—Todas las personas se distraen Jungkook —respondí sin darme cuenta de que había sonado un poco grosera— Lo siento, es que creo que me llegara el periodo muy pronto. 

—Quizá eso lo explique —me dio un corto beso en la frente— Vámonos, se nos hará tarde. 

Asentí en respuesta mientras entrelazábamos nuestras manos. 

...

Decir que el camino fue silencioso era un insulto. Literalmente me quede dormida por unos cuantos minutos en lo que llegábamos al colegio. Era de esperarse que Jungkook se preocuparía por mí exagerando un poco. Comprendo su preocupación pero no era para tanto. Además era un poco mi culpa el tenerlo así de nervioso y preocupado. Yo no había abierto mi boca en ningún momento,  no quería alterarlo con la noticia de que me había cruzado con Jungkook en el edificio. No quería preocuparlo o incluso que lo buscara para encararlo.

Al entrar al edificio del colegio, el sonido de la muchedumbre me aturdió de sobremanera provocando que hiciera una mueca. Ver a tantos estudiantes juntos comenzaba a marearme, escucharlos murmurar como siempre he incluso gritar comenzaba a ser ensordecedor. Ni siquiera me había dado cuenta de que ya me encontraba aferrándome a la mano de Jungkook como si mi vida dependiera de ella. Al ver nuevamente a las personas comencé a sentirme mareada, pronto el revuelo en mi estomago provoco que hiciera una leve arcada, estaba apunto de vomitar. 

En un movimiento rápido solté la mano de Jungkook y corrí hacía los baños de chicas, agradecía a todos los dioses que se encontraran relativamente cerca. Al abrir la puerta pronto entre al primer cubículo que vi ignorando las miradas confundidas de las dos chicas que se encontraban en los tocadores. Al abrir la puerta del cubículo ni siquiera me preocupe por cerrar la puerta y caí de rodillas frente a la taza del baño vomitando. Pronto escuche la voz lejana de Jungkook.      

APUESTA | JJK | BTS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora