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C A P Í T U L O 40

Muerte. 

Rose Smith. 

Dos días después. 

Ya habían pasado días días después del acontecimiento con Yoongi. Me incorpore de la cama de mi madre y tomé mi teléfono celular revisando la hora. 08:05 de la mañana, seguramente mi madre se estaría arreglando para ir al trabajo, sin embargo después de lo sucedido pidió unos días libres para poder estar conmigo. 

Después del interrogatorio, interrogaron a Jungkook, después a Jay y finalmente lo harían con Yoongi para cerrar el expediente, para su mala suerte Yoongi no podía hacer uso de la palabra ya que en ese enconches se encontraba inocente. Hoy en la mañana llamaron a mi madre avisando que Yoongi ya había despertado y que podíamos ir a visitarlo antes de que se de la ultima palabra en la audiencia que habrá mañana, el día en el que saldrá Jungkook del reclusorio para menores donde duro detenido por agresión setenta idos horas, si Jungkook hubiera cumplido ya sus veinte años seguramente y los cargos hubieran sido peores.

Me levante de la cama de mi madre soltando un bostezo, aquella llamada del hospital me despertó y como era de esperarse mi madre iría a visitarlo por ultima vez. 

La noche anterior mi madre y yo hablamos sobre el tema. Dijo que nunca se lo iba a perdonar a Yoongi y que por eso lo visitaría por ultima vez cuando despertara. Porque según ella iba a ser la ultima vez que lo vería. 

Aunque aún el recordar la escena me causaba estribos, decidí también acompañar a mi madre, nunca se sabe si sería la ultima vez que vería a Yoongi, y aunque lo odiaba por lo que me había hecho muy en el fondo de mi ser había una pizca de lastima y arrepentimiento por todas las palabras que había dicho, y aunque no debería de arrepentirme lo hacia, era inevitable.  

No se supo más de Jay, según el inspector en la audiencia también se sabría la ultima palabra para su destino, ya que al ser cómplice de secuestro y el haber comprado un arma 9mlm ilegal lo hacía aún mas difícil. Jay se encontraba en la cuerda floja en este momento, al igual que Yoongi.  

Me levanté de mi cama yendo directo a mi habitación para tomar una corta ducha, mi madre se encontraba haciendo lo mismo así que no me vendría mal relajarme sin interrupciones. Solo espero y no arrepentirme de ir. 

...

Llegamos finalmente al hospital, el camino de mi hogar al hospital fue de lo mas silencioso, solo el sonido de las ruedas del auto ir sobre el asfalto de la carretera hacía del camino menos silencioso. 

Mi madre estaba destrozada, lloró por dos noches seguidas, ver a mi madre llorar me destrozaba por completo. Ella está tan decepcionada de su hermano, y se siente tan culpable por haber permitido que Yoongi viviera con nosotros arriesgándonos a que Yoongi me atacara en algún momento, cosa que no sucedió hasta el día de la carta, que fue cuando todo se desato.

Bajamos del auto y comenzamos a caminar hacía la entrada del hospital. Después de preguntarle a la recepcionista la habitación de Yoongi, subimos al elevador esperando llegar a su piso. El silencio era realmente abrumador, nadie decía nada ni siquiera sabíamos como reaccionaria Yoongi al vernos.    

Cuando llegamos frente a la puerta de su habitación. Realmente no imagine que me pondría mal de solo imaginar que lo vería nuevamente. Mi corazón se acelero de sobremanera y mis manos comenzaron a sudar. El miedo de que pueda volver a pasar lo mismo o de que solo verlo recordaría cada momento me aterrorizaba.  

Mi madre no pareció notarlo ya que se encontraba ella en su propio mundo, y seguramente sintiendo la misma sensación de terror de solo verle a los ojos. Dos oficiales que vigilaban la puerta de la habitación  de Yoongi nos abrieron la puerta, dándonos permiso para entrar.