Bienvenida a nuestro hogar.
Rose Smith.
Jungkook limpió sus lágrimas con fuerza— Gracias por hacerle creer a mi padre que yo fui quien envenenó a la abuela, sigo sin creer como fue que te creyó. Desde ese momento dejaste de ser mi madre, así que ahora deja de lastimar mi alma y déjame ir.
Las lágrimas rebeldes bajaron por las mejillas de su madre, está carraspeo un poco limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano. Jungkook tomó nuevamente las maletas.
—No puedes detenerme —volvió a decir Jungkook sonando más calmado, su madre asintió.
Sin siquiera esperar la respuesta de su madre Jungkook salió por la puerta totalmente destruido. Miré a su madre, está simplemente soltó un suspiro, me miró limpiando sus lágrimas.
—Por favor cuidalo —dijo en un idioma entendible para mí, asentí en respuesta— Hazle saber que es realmente amado, dale ese amor incondicional que yo no pude darle...
Y sin más se marchó, dejándonos a Rita y a mí en la cocina, está caminó hacia mí tomando mis manos entre las suyas.
—Cualquier cosa pueden llamarme, Jungkook tiene mi número —asentí en respuesta.
—Bueno yo tengo que irme —Rita asintió— Espero volver a verla.
—Igualmente.
Sin más soltó mis manos, tome las maletas dedicando una última mirada a Rita. Esta me dedicó una sonrisa de boca cerrada. Al salir por la puerta de la cocina, caminé hacía el auto, donde Jungkook me esperaba con el maletero abierto. Al llegar a su lado coloque las dos últimas maletas faltantes.
Al dejarlas miré a Jungkook, sus ojos estaban rojos he hinchados de tanto haber llorado, seguramente siguió llorando cuando salió, sin poder evitarlo lo envolví en mis brazos en un abrazo realmente acogedor. Jungkook escondió su rostro entre mi hombro y mi cuello, pronto sentí como sus lágrimas mojaban mi hombro, pronto comenzó a sollozar.
—Llora todo lo que necesites —musité en un hilo de voz, Jungkook me estrechó aún más entre sus brazos.
Ver a Jungkook de esta manera tan vulnerable hacía doler mi corazón. Siempre pensé que Jungkook era el típico chico con la vida perfecta, padres perfectos, hogares perfectos, todo perfecto...
Pero esto me hizo darme cuenta de lo disfuncional que era su familia, de cómo las máscaras para aparentar ser alguien que no eres resultaron ser sus mejores aliadas. Jungkook un chico destrozado por dentro que cubría su alma lastimada en un caparazón de un chico ególatra, y frío.
Conocer el verdadero corazón de Jeon Jungkook, fue un gran privilegio.
Sorbiendo su nariz se separó de mí, limpie cualquier rastro de lágrimas en sus mejillas, sus ojos rojizos e hinchados eran más notables, sus rostro estaba levemente rojo, no supe deducir si era porque estaba llorando ó porque estaba molesto. Lleve mis manos hacía los bolsillos delanteros de sus vaqueros buscando las llaves del auto, al encontrarlas las saque.
—Yo conduciré —dije mientras cerraba el maletero, Jungkook negó.
—Se arruinara la sorpresa —dijo tratando de quitarme las llaves rápidamente retrocedí.
—No importa, quiero que te relajes —Jungkook hizo el ademán de volver a quitarme las llaves pero retrocedí nuevamente— Habló en serio Jungkook.
—Yo también, tenía planeado vendarte los ojos. Ignoremos lo que acaba de pasar y continuemos con los anteriores planes. —asentí al escuchar sus palabras. Si Jungkook lo quería estaba bien.
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APUESTA | JJK | BTS ©
Novela Juvenil[COMPLETA] [EDITANDO] ¿Quién lo diría? Que él chico que creía que todas las mujeres eran más que simples juguetes, terminaría enamorándose perdidamente de su apuesta. De la chica que prometió destruir. Fue todo gracias a una apuesta ambiciosa. Él l...