L0SER [Adap. Showki -Monsta X]

Love's mommy

Caminó moviendo sus piernas lo más lejos del chico tras él. La arena bajo sus pies, se hacía cada vez más pesada y su corazón se diluía en su interior.

¡Lo has logrado!

El marginal de la escuela, perdió lo más importante.

¿Qué más podían arrebatarle?

No supo cuándo había llegado a las puertas de la finca, sus ojos se encontraron con los de su hermano y como si quemara, apartó la vista rápidamente, evitándolo por completo.

Miró el auto rojo un segundo.

¿Por que el peso no se había ido?

Acarició con sus dedos la pintura antes de tomar el mango y encerrarse ahí. Desvió la vista hacia la ventana y se quedó viendo la nada con la cabeza apoyando en el cristal.

El viento helado congelaba sus lágrimas al rodar por su mejilla, su cabello viajaba en todas direcciones y sus ojos estaban clavados en el lugar que antes había sido ocupado por KiHyun.

Bajó la mirada hasta el objeto enterrado por la arena y se puso de cuclillas.

-Padre...- Suspiró, pero el sonido de las olas impactar contra las orillas y el viento, silenciaron su llanto.- ¿He fallado? Por amarlo. ¿Lo he perdido?

Acercó sus dedos, pero dudo en si tomarlo o simplemente dejarlo ahí.

¿Debía seguir...? O cumplir con el único pedido de KiHyun.

«"Escucha a tu corazón hijo. La vida me ha enseñado que siempre tiene la respuesta correcta."»

Escuchó la voz de su antecesor en su cabeza.

«¿Oír al corazón?» Se preguntó.

Una sonrisa nostálgica apareció en su rostro, ahora su corazón estaba indispuesto. Llevó una mano a su pecho y cerró los ojos concentrándose, pero ese solo bombeaba al ritmo de un nombre, y así sería siempre.

KiHyun.

HyunWoo apareció con una ligera sonrisa, muy rota y desgastada. Cuando Hoseok lo llamó para irse, caminó hasta su jeep y entró en silencio. No tenía que fijarse para saber que no estaba solo.

Dudó en poner el auto en marcha, pero después de un segundo lo encendió, el motor rugió antes de avanzar tras la camioneta del rubio.

Un letrero de |50 km para Eunpyeong gu| se mostró ante KiHyun. Ya había contado por lo menos tres letreros mas y todo seguía en silencio.

Se sentía cansado, muy cansado de todo.

Pero ese silencio no hacía mucho para ayudarle.

HyunWoo miró de reojo el cuerpo del pequeño chico, que miraba vacío por la ventana.

¿Cuánto más seguirá así?

-Ki...- Le llamó, tranquilamente.

-Callate... solo, conduce.- Murmuró con la voz áspera como una lija, debido a los gritos y su llanto anterior.

HyunWoo apretó los labios, mirándose por el reflector.

¡No lo haría!

Estaba agotado de callar.