Quien lo diría, Dylan, el chico de pecas, patines y adicto al jockey había madurado algo, por lo menos físicamente era todo lo contrario a como Marcell le recordaba, ya no lanzaba helados sobre las chicas, mucho menos llevaba frenos, tampoco ponía Goma de mascar en las sillas de las niñas.
su mirada cuando salió de la piscina se quedó grabada en su mente.
Andrés regañó a Dylan y su madre fue en busca de una toalla mientras el padre reía orgulloso de lo bien dotado que fuese el joven, su orgullo fue irrumpido por la reprensión de la madre, Dylan miró a Marcell con aquella sonrisa infame, este se sentó en la entrada con la toalla ya puesta, Andrés tomó a Marcell por el brazo haciéndola entrar aunque la puerta se cerró se escuchaba la discusión entre hermanos y padres.
La madre le exigió algo de respeto a Dylan, Andrés le echó en cara su vagancia y de como había preferido viajar por el mundo como un nómada a trabajar con el en la compañía de envíos, el padre era el mediador, trató de poner paz mas no pudo, Dylan le echó en cara a Andrés su vida tan monótona y su divorcio haciendo encolerizar a Andrés quien le fue encima, la madre se interpuso entre ellos, los hizo pedirse disculpas y prometer respeto.
Marcell se alejó de la puerta, no quería que nadie supiera ella escuchó algo tan intimo, era asunto familiar.
Siempre supo que Andrés estaba furioso porque Dylan al terminar sus estudios de Administración de Empresas, decidió dedicarse a la actuación, decepcionado el hermano mayor se quejaba en muchas ocaciones de porque su hermano no estaba ayudándole en la Empresa la cual era un patrimonio familiar.
Cuando pasaron unos minutos Andrés entró a la casa y pidió disculpas por lo sucedido, también le garantizó que Dylan lo haría, realmente estaba muy avergonzado.
La madre condujo a Marcell a la habitación, La visitante había quedado escandalizada con lo que habia pasado pero esto no le impidió dejar de admirar la decoracion en detalles de mimbre, caoba y cedro, las cortinas bellamente combinadas con los espejos de rattan y cristal, eso era solo en el primer piso, al subir las bien talladas escaleras de cedro, confirmó el buen gusto de la pareja, esa habitacion donde dormiria le dejo impresionada, ya no era mas campestre, ahora el estilo moderno en blanco cielo y blanco hueso dejaron sin palabras a la joven quien se lanzó sobre la cama y puso la cabeza sobre la hermosa almohada la cual tenia en el forro de lino su nombre bordado, que detalle, Andrés no escatimó esfuerzos, era todo un caballero, diferente a Dylan quien de entrada dejo ver su belleza fisica, pero tambien su salvaje interior.
Mas no podía negar que lo que vio no era desagradable, en definitiva Dylan dejó de ser un monstruo, ahora su figura estaba entre los cuerpos mas hermosos que sus ojos hayan visto
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Un pedazo De Cielo En Tus Labios
RomanceDicen por hay que el amor es una metáfora, hay quienes dicen que no existe, mas los que lo han sentido en lo mas profundo de sus huesos morirían por probar que es real, enamorarse es un estado adictivo y de dependencia absoluta hacia el ser amado, e...