Desayuno Sensual

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Cuando se levanto, luego de un baño se apresuró a presentarse en el elegante comedor hecho de mimbre, su fino mantel en aquella terraza evocaba tiempos antiguos y ambiente acogedor, vestida con un bello quimono gris bastante corto y su cabello suelto al descuido, las puntas del pelo aun estaban mojadas por el agua de cuando se duchó.

Sólo los padres de Andrés y Dylan estaban en ese momento, ya eran las 7 30 am, degustaban algo de pan integral, jugo de naranja, huevos revueltos y tocino, como dejar la rica mermelada de fresa y la cesta con frutas al centro de la mesa.

La vajilla color crema estaba inspirada en pinturas medievales, el buen gusto era parte evidente del estilo de vida de la familia Hunts.

Ella Tomó un vaso, se sirvió jugo y tomo una manzana y la mordió, fue cuando se dio cuenta Dylan la observaba al parecer desde que se sentó, el estaba sentado sobre un sofá forrado con motivos de animal print, tenia un pantalón jeans bien ajustado, sus piernas perfectamente largas y fornidas dejaban notar que el ejercicio era su diario vivir, y como pasar por alto su pecho al descubierto, su camisa yacía sobre el sofá, exhibía su abundante cabellera rizada color marrón, el mismo cabello de su madre, y esos ojos, penetrantes y ansiosos, juego perfecto de aquella boca jugosa con la cual mordía con ansias una pera mientras miraba a Marcell con pasión.

Ella empezaba a sonrojarse, el le lanzó un beso sensual, ella dejó caer la manzana en la mesa.

El erotico momento fue interrumpido por Andrés quien se sentó en la mesa al lado de Marcell.

Dylan se paró y dio la espalda, salio de la terraza con dirección a la salida de la casa, ella lo vio partir, su espalda era atractiva y sensual, con eso le bastó para que su hambre se saciara, ya no quería comer alimentos, deseaba otra cosa, sexo.

- Parece que te gustó el desayuno, no has probado los huevos.

-Gracias Andrés, solo comeré frutas, por ahora, se me ha quitado el hambre, en el almuerzo comeré algo mejor.

-Quiero que te prepares para que vallamos a la playa como a eso de las 11, te parece?

- Claro, como gustes, me parece excelente.

Lo miraba mientras comía, su camisa hawaiana color cielo en el fondo y con figuras de cocoteros le sentaba excelente.

Durante parte de la mañana recorrió la propiedad admirando la hermosa casa y sus alrededores, soñaba un día tener una casa como esa.

Respiraba el aire fresco, el sol de la mañana calentaba su cara, sentía los rayos en su piel pensaba en todas las cosas que habían sucedió en los últimos días definitivamente habían sido días excitantes.

Ir de paseo con Andrés era una oportunidad para estar a solas con el.

Un pedazo De Cielo En Tus LabiosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant