Capítulo 22 ~ Una semana solamente

1K 102 0
                                    


Sábado y domingo nos dedicamos a buscar algo de ropa de mi casa y algunas cosas adicionales para mí y pasar la semana, shampoo, acondicionador, toallas y cosas así, solo por esta semana seríamos "novios".

El domingo me la pasé haciendo algo de lugar en un cajón de Liam para mi ropa, como prometimos ese día desayunamos juntos en su casa, ese día lo prepare yo, pancakes con crema y frutas.

Lunes

Me desperté en los brazos de Liam, rodeada de nuevo por sus dulce aroma y la calidez de su cuerpo, mis caderas dolían un poco y mis piernas estaban temblorosas.

- Buenos días - la voz ronca y gutural de Liam se hizo escuchar por toda la habitación a pesar de que había sido tan alto como un susurro

- Buenos días - acaricie su rostro - ¿Cómo estas?

- Mejor que tú creo - levantó la sábana - no tienes que disimular, me excedi anoche

- No me quejo - sonreí y de nuevo me sonroje

- Me toca el desayuno hoy - besó mi frente y se levantó de la cama

Yo también me levanté y fui al baño, ahora que tenía mis cosas me sentía más cómoda, deje que el agua se llevará las preocupaciones que podría llegar a tener porque me propuse que por estos 6 días nada pero absolutamente nada arruinaría mi oportunidad de estar con el chico que me gusta.

Salí de la bañera solo con una toalla cubriendo mi cuerpo y al mismo tiempo Liam entro a la habitación.

- Casi estoy lista - su mirada lujuriosa me calentó de pies a cabeza, en especial mi entrepierna - Liam...

- Tenemos tiempo - no me dejó decir palabra

Me tomo en sus brazos y me arrojo en la cama, me beso con una intensidad deliciosa que me hizo hervir en deseo absoluto, me quito la toalla y yo quite su estorbosa ropa interior, beso cada rincón de mi cuerpo, comenzando por mis labios, bajo por mi cuello, cada lugar que tocaba con sus labios era un lugar que quedaba marcado, un recordatorio de que sería suya.

Mis senos fueron lamidos, acariciados y consentidos, conocía cada punto débil de mi cuerpo de memoria, como dos piezas destinada a encajar, desde el principio fue así, desde ese día en la pista de baile de un pub entre la oscuridad, bajo su mano y comenzó a acariciar mi punto, me humedecida con cada roce, no dejó de lamer mis pezones, introdujo un dedo en mi y casi parecía que estaba a punto de venirme, yo no dejaba de gemir, no podía, disfrutaba demasiado de lo que el me hacía, introdujo dos dedos mientras acariciaba mi clítoris con su pulgar.

- Liam...- suspiré su nombre

- Grita para mí Charlotte, grita mi nombre - volvió a besarme y se introdujo en mi

- ¡Liam! - una ola de gemidos vino con su penetración

Cada estocada me hacía perder la cordura, me hizo estar sobre él mientras sostenía mi trasero fuertemente en sus manos, no paraba de subir y bajar sobre el, mis senos rebotaban frente a Liam, cosa que sabía que le encantaba, podía verlo en su mirada, puse mis manos en mi pecho y comencé a acelerar los movimientos de mi cadera, lo que hizo que el emitiera un gemido delicioso, masculino y gutural.

- Charlotte...- su agarre en mi trasero se hizo más firme - voy a acabar

- Yo también - juntamos nuestros labios en un beso y nos fuimos juntos.

Tuve que darme una mini ducha de nuevo y Liam también se ducho, tomamos el desayuno juntos, pan tostado con cereal, jugo y café.

Al llegar al trabajo obviamente no podíamos actuar como se supone que lo haríamos pero a las puertas cerradas de su oficina podíamos hacer lo que quisiéramos, desde sentarme en su escritorio mientras el me daba el mejor oral del mundo, hasta yo estar de rodillas en el piso mientras le devolvía el favor escondida detrás del escritorio.

Para el final del día fuimos a un restaurante italiano muy elegante a cenar, pedimos dos platillos diferentes, uno de pollo a la parmesana y otro de tortellini, compartimos mitad y mitad, llegamos a su casa y disfrutamos de nuestros cuerpos juntos.

Martes

Salimos en la noche a ver las estrellas en el parque, regla número 7, citas, de todos los tipos, caras y normales, quería mostrarle que habían maneras de hablar con una persona que te permitían conocerlo sin tener que estar necesariamente gastando mucho dinero en ello.

- Nunca pensé en un color favorito realmente - dijo Liam respondiendo a mi pregunta - pero si tuviera que elegir seria, tal vez, el rojo, me gusta, es serio y elegante además de que hay varios tonos, supongo...

- Okey, el mío sería el...celeste o azul - nos miramos el uno al otro - desde que te conocí creo que se volvió mi color favorito - el me sonrió y yo se la devolví

- Me encanta como después de todo lo que hemos hecho aún puedes sonrojarte por las cosas más triviales, como una caricia - pasó su mano por mi mejilla - o un simple beso - beso mis dedos mientras seguíamos recostados en el pasto seco

Miércoles

Le mencioné a Liam sobre mi compañero de baile con el que practicaba, al principio no le gusto pero cuando le expliqué que la química que había se debía únicamente al hecho de que adorabamos el ballet.

Pensé que jamás cedería hasta que los presente, Adam y Liam se llevaban extrañamente bien, tal vez se debía a que eran extrañamente similares.

Adam había tomado por costumbre grabar nuestros ensayos, no me dijo porque pero tampoco es que sintiera mucha curiosidad, Liam nos observo bailando y se veía bastante tranquilo lo que me calmó los nervios.

Después del ensayo conteste una llamada de mi padre, había prometido que iría a verlo nuevamente este fin de semana después del cumpleaños de Liam, iba a necesitar alejarme un rato y lo sabía.

Jueves

Liam menciono que después de verme bailar con Adam el deseaba compartir una emoción similar conmigo, así que fuimos a un lugar donde se podía bailar vals, tango y salsa, bailamos juntos por horas.

- ¿Cómo te sientes? - le dije mientras bailabamos abrazados al compás de la música de época

- Me siento genial, estar contigo así es algo que desearía hacer para siempre - lo abrace aún más

- Yo también - nos besamos entre la multitud de gente

Cuando llegamos a casa nos tomamos el uno al otro con una pasión avasalladora capaz de hacer lucir el sol como una vela de cera común y corriente.




Si te gustan mis escritos recuerda seguirme en patreon.com/rominagaete

Amantes en el trabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora