Capitulo 31 ~ Es Nuestro Momento

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Me las arregle para caminar tranquilamente hasta su habitación, por dentro me moría de ganas de saltar sobre el, ha pasado demasiado tiempo y ansío sentir sus caricias sobre mi cuerpo, no tenía idea de si el estaba igual o peor, sabía que en este tiempo había sido difícil para ambos, tomé su mano mientras caminábamos en silencio.

Cuando llegamos a la puerta de su habitación yo ya estaba temblando, no tenía idea de por qué, no era como si tuviera miedo pero estaba tan nerviosa después de tanto tiempo, cuando abrió toda la vergüenza y el miedo quedó en el olvido.

En un segundo mis labios estuvieron ocupados con los de Liam sobre los míos, su lengua entraba y lamia, como un caramelo en mi boca, tan dulce, rodee su cuello con mis brazos, las manos de Liam recorrían todo mi cuerpo, su mano izquierda se mantenía en mi nuca y al mismo tiempo su mano derecha bajaba por mi espalda recorriendo cada centímetro de ella hasta que llego a mi trasero y lo apretó suavemente, la ropa era un estorbo.

Le quite su chaqueta tan elegante y cara que con sólo un poco de pasión terminó en el suelo hecha un desastre, Liam me poyo contra la muralla con delicadeza, sus manos a cada lado de mi rostro, de un solo tirón hice que los botones de su camisa fueran a dar todos al suelo uno por uno, me reí un poco por lo bajo.

- Lo siento...- dije como un suspiro

Recorrí con mi mano su pecho, hace cuanto que había visto a mi adorado Liam así, sus abdominales seguian igual de formados y duros, se veían deliciosos, no pude evitar morderme el labio.

Liam me hizo levantar el mentón y mirarlo directamente a los ojos.

- ¿Estas ansiosa? - su sonrisa de lado era encantadora y provocadora

- Mucho...- acepte con un ligero sonrojo en mis mejillas - te deseo...- escapó de mis labios aquella declaración tan vergonzosa

Liam me levanto desde mi trasero, rodee su cadera con mis piernas, el sonido de mi falda rompiéndose me provocó gran placer, sabía que estaba cerca el momento.

Otra vez nuestro labios se juntaron, esta vez mi lengua se adentra en su boca descaradamente, no halle fuerza alguna que lo impidiera, el aliento de Liam se adentra a en mis pulmones, mis dedos se enredaban en los mechones de su sedoso cabello, esa suavidad inolvidable que había extrañado con locura.

Camino conmigo en sus brazos mientras terminaba de romper mi falda ya rasgada, me lanzó a la cama sin tapujos, la verdad es que yo tampoco estaba de grna humor para la suavidad, deseaba algo de violencia que me hiciera sentir viva y junto a él.

Se quito la camisa y comenzó a deshabrocharse el pantalón, solo quedó con su bóxer lo que para mí era solo un estorbo a la hermosa vista que me esperaba, su ereccion era tan obvia a traves de esa delgada tela.

Se recostó sobre mí, cosa que me encantó, sentí su peso sobre mi cuerpo, su aroma encantador, la fuerza de sus brazos y la dureza entre sus piernas.

Fue a mis senos y al igual que mi ropa, mi sostén terminó hecho trizas, no me quejaba la verdad.

Mis senos estuvieron desnuda frente y por un segundo abrió sus ojos de sorpresa.

- Están más grandes...- me sonroje

- Estoy...amamantando tonto...- creí que se sentiría incómodo pero en lugar de eso solo sonrió

- Se ven bien Charlotte...me dan ganas de ser un bebe para poder estar chupando todo el día...- cubrí mi rostro por la verguenza

- Que tonto eres...- no me stevi a seguir mirando

Entonces sentí como acariciaba mis senos, dejé salir un suspiro de placer, lentamente iba haciendo círculos con sus pulgares hasta llegar a mi pezon, acto seguido lo apretó con fuerza, un gemido salió de mi boca, no ayudaba en nada que su pierna estuviera  pegada a mi intimidad, su rodilla me acariciaba, se metió uno de mis peones a la boca y comenzó a succionar con fuerza, sentía su lengua haciendo círculos en el, otro jadeo.

- Grita para mí Charlotte...extrañe tanto el sonido de tu voz...mas fuerte - las palabras de Liam me leran suficientes para llevarme al orgasmo ida y vuelta

Seguía succionando cuando note una ligera presion en mi entrepierna, era su mano, metió un dedo en mi interior y mi espalda se arqueo hacia arriba.

- Liam...- una de mis manos fue a su ereccion, la acariciaba por sobre su ropa mientras que la otra iba a su mano en mi entrepierna, una señal de que lo hiciera con más vigor

Entendió de inmediato y no me fallo, metió un segundo dedo, aceleró y comenzó a ir más profundo, otro jadeo.

- Charlotte...- llevó su boca a mi oído, ahora podía escuchar su respiración acelerada - gime para mí...

Hice como me ordenó, deje escapar mi voz sin aguantar nada.

- Liam...Liam...- mi voz salía por si sola, ya no procesaba las palabras - por favor...entrs en mi...te deseo...

- Yo también te deseo...te deseo tanto...- sentí como bajaba su ropa interior

Apartó la mía del camino y sentí la punta de su dureza en mi entrada, me humedeci al tacto, ni siquiera había entrado por completo pero mis fluidos ya estaban saliendo por la emoción.

Poco a poco fue entrando en mi hasta que lo sentí por completo en mi interior, eso fue suficiente para venirme, mi pecho subía y bajaba aceleradamente, no era una conducta apropiada, sabía que Liam había notado que ya me había corrido pero no dijo nada, parece que el también se estaba tomando su tiempo.

Comenzó a moverse despacio en mi interior, aún así yo jadeaba como una virgen, cada gemido enviaba una corriente eléctrica desde la raiz de mi cabello hasta la punta de mis pies, casi desesperada, mentiría si dijera que no había necesitado esto en los últimos dos años, lo estaba disfrutando al máximo.

Liam comenzo a moverse con ganas y co fuerza, mis gemidos no se silenciaban con nada.

- Liam...- una lagrima traviesa escapó de mi ojo pero era de felicidad, felicidad absoluta - te amo...te amo tanto...

Esas palabras hicieron que desacelerara, sus mejillas se sonrojaron ligeramente, abrió sus ojos de sorpresa, bajo hasta mi y me abrazo por mi cuello.

- Te amo...prometo no dejarte ir otra vez...te amo Charlotte - le devolví el abrazo, creo que mis uñas se incrustaron en su espalda

Había escuchado esas palabras por teléfono durante mucho tiempo y soñaba con la primera vez que me lo había dicho, algo tarde y era más una despedida pero al fin lo escuchaba de sus labios, suspiré solo de la tranquilidad que me dio escucharlo, tanto tiempo esperando y ahora esas palabras me recibían como una bienvenida a casa.

En un segundo retomamos con las misma ganas de antes lo que estábamos haciendo, lo seguían abrazando del cuello y el seguía entrando en mi, el sonido tam lascibo hacia eco en toda la habitación.

Juraría que lo hicimos por cada rincón de la habitación, en primera instancia estábamos en la cama con el sobre mi y al siquiente yo lo estaba montando con unas ganas insaciables, me acariciaba yo misma los senos mientras el me veía relamiendose los labios, sus dedos apretaban la piel y carne de mis muslo y eso me encantaba.

Parecíamos un par de jóvenes hormonales o como animales en celo.

Me apoyo contra el vidrio de su habitación mientras yo veía en exterior con su pecho en mi espalda, mis senos se podrian ver hacia afuera, tenía sujetada una de mis piernas en lo alto, se nota que confiaba en mi flexibilidad.

Después me apoyaba desesperada de la cabezera de la cama mientras el entraba en mi con mi trasero en alto, casi de perrito pero no totalmente agachada.

Cuando quiere tomarme un baño y creí que ya había terminado fue obvio mi error porque entro conmigo a la ducha y otra vez lo hicimos con el agua caliente cayendo sobre ambos.

El cambio de horario me había afectado y como no había descansado nada ahora solo era capaz de procesar cortos momentos en los que cerraba mis ojos, en un momento estaba en la tina y al siguiente sobre la cama con mi cuerpo au húmedo, después ya estaba usando un pijama mientras Liam secaba mi cabello suavemente, sonreí, el no solía ser así, tal vez trata de compensar el tiempo perdido, al siguiente momento estaba acostada entre los brazos fuertes y cálido de Liam, podrá quedarme aquí una vida entera.

Con un beso en la frente sello el último suspiro que salió de mis labios y cerré mis ojos, ojala todo esto no fuera un sueño, espero despertar y encontrarlo a mi lado.

Amantes en el trabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora