No te apartes de mí [Minhyun x Seonho]

열

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Me siento solo. Como una abeja sin su colmena; un globo rojo sin la mano de su niño, perdido por las calles. Soy como el fruto de un árbol que ha caído al suelo por gravedad, pero sin nadie que lo recoja para comerlo, está destinado a pudrirse. ¿Yo también lo estaré? Ando viviendo un mundo desprovisto de colores, con la alegría ausente que se me ha escapado de las manos. El vacío me va consumiendo poco a poco, sin piedad. No sé por cuanto más resistiré.

Mi vida ha estado estancada en un ciclo deprimente desde aquel día que discutí con Seonho. La conversación aún me taladra el cerebro:

―¿No tienes algo que decirme? ―inquiero, más bien como una orden. He tenido que llamarle a medio día debido a la urgencia e importancia del asunto.

―¿Hyung? No sé a qué te refieres ―contesta al otro lado de la línea―. ¿Estás bien?

―¡Por supuesto que no estoy bien! ―exclamo. Trato de calmarme pero es imposible. Los celos toman el control de mis palabras―. Sé que no nos hemos podido ver debido a nuestras agendas, y ahora más que nada por tu viaje, pero eso no te da el derecho de andar por ahí encimándotele a otros.

―Mira, primero cambia el tono de tu voz, ¿de acuerdo? ―también se ha enojado―. Y sigo sin saber de qué mierda me hablas. ¿Esto tiene algo que ver con Sungjae Hyung?

―Sí, hablo exactamente de eso ―alzo las manos hacia el techo mientras camino por toda la habitación―. No creas que no me di cuenta de tus intenciones con él y...

―¿Mi intenciones con él? ―me interrumpe―. ¿Por qué clase de persona me estás tomando?

―Escucha, sólo quiero que te alejes de él y no vuelvas a hablar con ningún otro chico ―le exijo, ya desesperado. Cierro los ojos y me estrujo las sienes con furor―. Eres mío y de nadie más.

―Minhyun...nim ―su voz se ha vuelto firme―. Que sea menor que tú no significa que me puedas tratar como quieras. Creí que ya había dejado en claro mis sentimientos por ti, pero al parecer yo sólo soy un juguete para bajarte la calentura, ¿verdad? ―continúa hablando, sin darme la oportunidad de responder―. Y si lo que hubo entre nosotros no fue nada más que una ilusión para ti, entonces lo mejor será que dejemos esto hasta aquí... no quiero llegar a odiarte.

Se instala un silencio engorroso entre nuestras bocas. Quiero decirle algo, lo que sea, sin embargo, no soy capaz de hacerlo. Me he quedado mudo.

―Si vuelves a llamarme, espero que sea el Minhyun del que me enamoré y no éste.

Tres pitidos suenan antes de cortar la llamada.

Ha pasado ya una semana y el dolor que me devora por dentro es imparable.

<<Es que cuando se trata de ti, me pongo muy celoso. Perdóname>> Eso es lo que debí haber dicho. Ahora ni si quiera sé si enmendar el daño vale la pena. No sé si me merezco un amor como el de él.

Esta vida es como estar al borde de un puente apenas lo suficiente estable para soportar el peso de mi cuerpo (con todo y mis cosas buenas y no tan buenas). Saber que no hay otra opción más que cruzarlo. Si doy media vuelta, una jauría de panteras hambrientas me estaría esperando. Si decido llegar al otro lado por debajo del puente, sólo hay un interminable precipicio aterrador; mis gritos se quedarían atrapados en las paredes por siempre. No tengo alas, no puedo volar. Así que, cruzarlo es la única alternativa.

Si he avanzado unos peldaños es por mi familia. Si he llegado a la mitad del camino ha sido por mis amigos, mis hermanos de Pledis, mis fans y por las cosas que amo.