Sobreviviendo en el harén || SasuHina

❝ CAPÍTULO 02 ❞

Título: Sobreviviendo En El Harem.

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi K.

— Diálogos —

«Pensamientos»

“Escena del pasado/Narración de un PJ”

(...) cambio de lugar, tiempo o escena.

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Capítulo Dos

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No tardaron más de un incienso en llegar a su destino. El primero en bajar del carruaje fue Hiashi, seguido de su esposa y Hanabi, siendo Hinata la última en descender y caminar detrás de todos.

Normalmente el primogénito de la familia debía ser el tercero en bajar, pero en ese caso se rompió el esquema por complacerá a la joven castaña. Los murmullos de la multitud comenzaron a brotar al ver la escena y por supuesto por la reacción de la pelinegra, la cual se veía patética y cabizbaja. Se notaba que no era querida ni deseada en su familia.

El patriarca Hyuga dio le dio la orden a su hija mayor de no alejarse de su lado y comenzó a presentarla a varios eruditos, ministros y a los hijos de estos últimos.

La escena podría tomarse como la de un padre orgulloso de su hija a la cual deseaba pavonear y mostrar a sus compañeros, pero la idea estaba más lejos de lo real. Hiashi estaba mostrando a Hinata como un trozo de carne que pudiera ayudarlo en aumentar su posición como social y poder como general.

Su hija ya tenía dieciséis años, por lo cual ya estaba pasando su florecimiento y no había ningun prospecto útil y suficiente que se interesara en ella. Por supuesto que no incluía a Neji, pues sentía que ese niño era demasiado bueno para la morena.

— Oh, príncipe heredero. —Se inclinó con respeto ante el nombrado.— Es un honor el poder encontrarlo en éste momento.

— El honor es mío, general Hyuga. —Una sonrisa llena de magnanimidad se instaló en el rostro de la realeza. En eso, su mirada se posó en la acompañante femenina del mayor y sintió curiosidad.— Ésta señorita... ¿Es?

— Ella es mi primogénita, Hinata. —La presentó sin mayor halago.

Normalmente los hombres presentaban a su hija y procuraban comentar sus puntos buenos para dar mayor interés y gusto, sin embargo, el General Hyuga no lo hizo.

La mirada del príncipe heredero se afianzó en el rostro de la fémina y le gustó. Notaba algo diferente y un misterioso atractivo en la dama de ojos luna. Desconocía por qué su padre ocultaba a tal silenciosa belleza, pero algo era seguro.

La quería.

...

La fiesta terminó de tal manera en la que sólo se la pasó como sombra de su padre, conoció a algunos hombres y sufrió de malos comentarios de otros furens y doncellas.

Hinata no tenía buena amistad con las demás jóvenes a comparación de su hermana, por lo que aquellas hembras estaban a favor de la castaña y usaban palabras para denigrarla de forma suave y burlesca.

No siquiera pudo disfrutar de las bebidas o comida que ofrecía el lugar, por que sentía que todo era amargado y se atoraba en su garganta. La posibilidad de morir ahogada en ese lugar era alta y uno temía que eso sucediera, por lo que sólo se encargó de sonreír y respirar.