Sobreviviendo en el harén || SasuHina

❝ CAPÍTULO 08 ❞ SEGUNDO ARCO

Título: Sobreviviendo En El Harén.

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi K.

— Diálogos —

«Pensamientos»

"Escena del pasado/Narración de un PJ"

(...) cambio de lugar, tiempo o escena.

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Capítulo Ocho.

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Llegó el día en el que todos los departamentos de la academia competían para seleccionar a los mejores de cada lugar. La cosa no era tan simple, ya que los ganadores irían a desafiar a otras sectas en todo el contienen. Obviamente, los que obtuvieron la victoria, estarían fuera de la capital por meses e incluso podrían estar entre uno o dos años fuera.

Ser capaz de presenciar tal evento, le hizo comprender lo mucho que estaban comenzando a cambiar las cosas a su alrededor. Anteriormente nunca tuvo la oportunidad de integrarse más allá de las clases para señorita y ni siquiera pudo concluirlas por su falta de talento y gran torpeza. Ahora ella tenía un maestro, se integró al departamento de alquimia y sí no fuese porque no quería mostrarse ante la sociedad, pudo haber estado ahí cómo un representante. No obstante, por mucho que quisiera, no podía. Salir de la capital significaba el dejar a su hogar, que era su madre; la cuál aún no estaba a salvo en su propia casa.

Aún tenía muchas cosas que hacer en los cuatro años que le quedaban.

Hinata no había vuelto a poner un pie sobre el casino. Por el momento tenía todo lo que necesitaba y no le hacía falta más dinero y en todo caso, para conseguirlo podía volver a vender unas cuantas de sus píldoras. Obviamente no ganaría demasiado ya que la calidad de estás aún no era la suficiente buena para costearse a un precio elevado en el mercado, sin embargo, cualquier píldora; aunque sea un fracaso y de muy mala calidad costaba varios taels de plata. Si vendía bastantes cantidades, aún fuesen fracasos, podría adquirir una buena fortuna.

Todo humano común se preguntaría el porqué vale tanto una simple pastilla, pero era bastante fácil de responder. Una píldora podía considerarse incluso milagrosa, al punto de extender la vida de alguien por casi una década. No obstante, para ser capaz de crear tal tesoro, debían conseguir y emplear materiales casi legendarios e imposibles de encontrar, añadiendo que solo un maestro de píldoras de séptimo nivel podría refinar una y aquellos estaban, por no decirlo, casi extintos. En el continente se podían encontrar, a lo mucho, dos maestros de ese nivel y uno más allá de ese.

Para cualquier artista marcial o poseedor de Qi era necesario consumir de tal medicina para aumentar, reparar, recuperar, mejorar y destrozar el cultivo, huesos, energía, sangre y vitalidad. Por esa razón un alquimista era mucho más preciado que un médico y más admirado que un artista marcial. Y el que Hinata haya decidido convertirse en una era una carta que le iba a servir y ayudar demasiado.

Incluso con solo anunciarle a su padre que pertenecía a tal departamento le había brindado ciertos privilegios, apoyo y acciones. Los sirvientes ya no solían mirarla por encima del hombro. Hasta la falta de comida y utensilios en su jardín había cesado. Ya no se veía tan abandonado y desolado, además, su vestimenta se había vuelto a una de mayor calidad y los colores aún más brillantes que antes. También, le había obsequiado varias horquillas y accesorios, al punto de poder utilizar uno nuevo cada día por una temporada completa.