El santuario aún se recuperaba de la última guerra santa, los templos del zodiaco habían caído y eran sólo unos muy pocos los que aún mantenían sus estructura en pie, pues la mayoría eran sólo escombros, sin embargo todos se esforzaban por levantar sus templos y reconstruir el campo de entrenamiento para los novatos.
Hyoga se abrió camino entre las ruinas para llegar a un lugar apartado del santuario, cerca del coliseo era el lugar de la cita, aún no entendía la razón por la que su maestro había insistido en verlo a solas.
Al llegar notó a su maestro recargado en uno de los pocos pilares que permanecía en pie.Llegas tarde — Exclamó con fastidio el francés.
Hyoga se acercó nervioso esperando un largo sermón sobre llegar puntual o un regaño muy severo, sin embargo, Camus sólo se acercó a él y puso su mano en su hombro y le sonrió, era una de las pocas veces que podía ver una sonrisa en el siempre inexpresivo rostro de su maestro.
Pero me alegra que hayas llegado — Le dijo después de haberle dedicado esa breve pero sincera sonrisa.
Gracias, pero no entiendo ¿Por qué me ha citado en este lugar? — Preguntó con gran intriga el ruso.
Supongo que la Diosa Athena te ha contado sobre el regreso de Hades ¿O me equívoco? — Le preguntó al bajar su mirada buscando los ojos azules de su joven pupilo.
Sí, de hecho sólo vine porque usted me lo ha pedido, en cuanto terminemos de hablar volveré a Japón — Contestó el caballero de cisne.
Tch... — El francés desvió la mirada molesto por la respuesta de su alumno — Me temo que no pienso dejar que vuelvas a Japón — Añadió el caballero de Acuario.
Hyoga al oír aquello rápidamente saltó a la defensiva.
¡¿Qué?¡ ¿Por qué no? — Preguntó con indignación el ruso.
Escúchame bien Hyoga, tú mismo escuchaste a nuestra Diosa, Hades está suelto en algún lugar de la tierra y aunque tenemos a Zeus de nuestro lado, no es cien porciento seguro que se quede sin hacer nada estando nosotros tan vulnerables en estos momentos. Asi que te pido, no, te ordeno que no regreses a Japón, pues es un hecho que él atacaría primero a nuestra Diosa y yo no quiero perder a mi alumno — Camus tomó por los hombros al rubio mientras le explicaba la situación.
Hyoga sólo se limitaba a oírlo, mirando sus ojos podía notar lo preocupado que estaba, sin embargo, ya era un adulto, no era ningún niño para ir a esconderse bajo las faldas de su madre cuando tenía miedo. Aún tratándose de su maestro, la persona que más respetaba además de su Diosa, no tenía derecho de decidir por él.
Maestro, creo que olvida que nosotros los caballeros estamos dispuestos a defender a nuestra Diosa, incluso si eso nos cuesta la vida ¿No es por eso que usted me entrenó todos esos años? ¿No es esa la idea que usted mismo plantó en mi cabeza y que yo al principio estaba racio a aceptar? — Hyoga apartó las manos que tomaban sus hombros y continuó hablando — Lo siento mucho maestro, pero aún tratándose de usted no pienso quedarme de brazos cruzados, si muero entonces me puedo ir en paz sabiendo que lo hice por una buena causa. Ahora, si es todo lo que usted quería decirme entonces me voy, y no intente detenerme, por favor
Hyoga se apartó bruscamente de su maestro y caminó pasándolo de largo.
Hyoga, aguarda, hay algo... — Quiso hablar pero ya él no lo escuchó.
Camus quiso detenerlo, pero él fue más rápido y sólo pudo observar como su joven alumno se alejaba cada vez más y más de su vista.
¿Se lo dijiste? — Escuchó la voz de su compañero de armas detrás suyo.
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My Dear Persephone - Shun/Hades x Hyoga
FanfictionDespués de la derrota de Hades ocurrió un gran desequilibrio con las almas de los difuntos, al no haber lugar al que pudieran ir a pagar sus pecados quedaron condenadas a vagar eternamente por la tierra. Zeus, al ver esto decide usar todos los medio...