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¿Qué había sido todo eso? Ese beso le había tomado por sorpresa, jamás imaginó que su compañero y mejor amigo tuviera ese tipo de sentimientos; tocó sus labios con sus dedos recordando ese breve beso.
Salió de la mansión para poder tomar aire fresco, necesitaba despejar su mente y tomar tiempo para poder procesar todo lo que estaba ocurriendo.

Mientras Hyoga reflexionaba sobre lo que había ocurrido, alguien lo observaba desde la distancia.
"Shun" observaba desde la ventana al ruso en el jardín.
Hyoga había despertado el interés del Dios del inframundo, algo le decía que no debía dejarlo ir; había algo en el que le resultaba bastante familiar, una calidez que alguna vez sintió pero que hasta ahora no había vuelto a sentir.

Mientras tanto, el Olimpo.

- ¿Sucede algo Demeter? - La cuestionó la Diosa Afrodita.

La rubia había decidido visitar a la diosa Demeter a su templo, tenía la vaga sensación de que algo estaba por acontecer y deseaba estar en el lugar de los hechos.

- ¿Persephone...? Mi niña... - Murmuró la Diosa con lágrimas en los ojos.

Apenas unos minutos antes de poder atender a la deidad afuera de su templo, la mujer de cabellera color negro sintió una ligera punzada en su corazón, y después, pequeñas lágrimas rodaron por sus mejillas; Afrodita se alarmó por el repentino cambio de humor en ella.

- Demeter, Persephone no se encuentra aquí, tú misma la escondiste de la faz de la tierra - Le trató de explicar la rubia.

Sin embargo, Demeter no la escuchó, ella simplemente alzó una plegaria a los dioses pidiendo que por favor esto no sea una cruel broma por parte de su yerno Hades, la persona que ella más detestaba por haberle arrebatado a su niña de los brazos y orillarla a ocultarla del mundo.
Sintió el suave cosmos de su hija en la lejanía, ella había escapado de su tumba de hielo y ahora su alma vagaba por el mundo, pero de inmediato el miedo y la preocupación se apoderaron de ella al sentir también el cosmos de Hades; conocía a la perfección al Dios del averno, sabía que él haría cualquier cosa por volver a tenerla prisionera en ese lúgubre y muerto lugar que él llama hogar. Tenía que ir tras ella y encerrarla en otro lugar, tenía que hacerlo o Hades se la volvería a arrebatar y su corazón no sabía si su cordura y su corazón podrían soportar algo así.

- Debo ir por mi hija, tengo que protegerla a como de lugar...

Avisó la Diosa regresando al interior de su templo, pero inmediatamente la Diosa del amor la detuvo sujetandola de la muñeca, Demeter volteó hacia la ella para pedirle que la deje ir, pero Afrodita no estaba dispuesta a hacerlo por mucho que se lo pida.

- Demeter escucha, debes dejar ir a tu hija y dejarla ser feliz; sé que la amas pero ella no es más una niña, debes aceptar que ya es una mujer y es capaz de tomar sus propias decisiones. Ella estará bien, tú le has enseñado muchas cosas y estoy segura que tus enseñanzas no serán en vano

Pero Demeter frunció el seño y se soltó con brusquedad del agarre de la Diosa del amor.

- ¡Calla, tú no sabes nada! Y si estamos en esta situación es por culpa de tu maldito hijo Eros; si él no hubiera lanzado esa flecha esto no estaría pasando y yo tendría todavía a mi niña aquí conmigo

Las lágrimas rodaron de sus mejillas al recordar ese momento, aquel instante en que no pudo protegerla y que cada día de su eterna existencia se lamentaba.

— ¿Culpa de Eros? Sabes bien que mi hijo sólo seguía órdenes, además aquí no hay ningún culpable, son cosas que estaban destinadas a ocurrir; Zeus sabía perfectamente que Persephone ya estaba en edad de poder tener la libertad de amar a alguien de manera incondicional, es por eso que él decidió darle un esposo y no uno cualquiera, es uno de los tres Dioses principales.

No me interesa si el que se la llevó fue uno de los tres Dioses principales, se llevaron a mi hija ¿Acaso no puedes comprender por un momento mi dolor? ¿Qué sentirías tú si de un momento a otro te arrebatan a uno de tus hijos? Que lo busques de manera incesante pero no lo encuentres y después, alguien te diga que se encuentra en un lugar al que no tienes acceso, bajo la custodia se un Dios del que no sabes sus verdaderas intenciones ¿Puedes imaginar por un momento mi dolor? 
No, jamás podrás imaginarlo y tampoco podrías comprenderme, asi que te pido no me detengas, yo voy a buscar a mi hija y nadie, ni siquiera Zeus va a detenerme

Demeter finalmente se alejó dejando perpleja a Afrodita, quién no supo que más decirle, se había quedado sin palabras, pero de todas formas no importaba lo que dijera, Demeter no iba a detenerse y tampoco iba a razonar con nadie, todo lo que podía hacer es desearle suerte a quien sea que sea el nuevo recipiente de Persephone y a Hades que tuvieran suerte, una madre enfadada es más peligroso que la ira de Zeus.

Mansión Kido

Hades observaba a través de los ojos de Shun a Hyoga, lo veía con gran interés, y es que había algo familiar en esos ojos azules que no lo dejaban tranquilo; esa mirada color azul atormentaba sus pensamientos y ponía de cabeza su mente.
Finalmente estaba ocurriendo, se estaba distrayendo de su objetivo inicial, que era destruir a Athena, y ya había desperdiciado valiosas oportunidades.

Sin embargo, Hyoga había estado evadiendo a Shun por varios días desde el día de ese beso. Shun se sentía culpable y entendía que quizá Hyoga lo odiaba, no lo culpaba de nada, tenía todo el derecho del mundo. Se sentía tan terrible que ni siquiera deseaba salir de su habitación.

Pero Hades estaba comenzando a hartarse de la situación, si seguía de esa manera sólo iba a atrasar sus planes y además, no deseaba quedarse de brazos cruzados y mirar como ese cisne huía lejos de sus garras por culpa de un impulso de idiotez de su recipiente. Era repentino, y arriesgado, pero está noche iba a presentarse ante Hyoga, hoy mientras Shiryu volvía a China, Seiya iba al orfanato y Saori iba a un recital de ballet; sólo estarían su recipiente y Hyoga en la mansión, era una oportunidad única y tenía que aprovecharla.

My Dear Persephone - Shun/Hades x HyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora