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Algo no estaba bien, Pandora sentía una terrible sensación en el pecho que le advertía de un inminente acontecimiento; algo grande estaba por suceder, no sabía que pero estaba completamente segura que todos los planes de su señor Hades estaban por cambiar.

- Señorita Pandora ¿Algo la molesta? - Preguntó el juez de Wyvern interrumpiendo los pensamientos de la chica.

- No estoy segura, pero hay algo que no me gusta nada - Comentó preocupada la alemana.

- ¿A qué se refiere señorita? - preguntó con gran intriga el inglés.

- Mi señor Hades, no he recibido órdenes de él en varios días, temo que lo hayan descubierto - respondió con la misma preocupación.

Aunque probablemente se estaba preocupando demasiado, para ella no era nada normal estar sin noticias de su señor Hades tanto tiempo, incluso si tenía dificultades él sabía que tenía que contárselo y buscar una solución ¿Por qué ahora todo era diferente? ¿Qué le sucedía a su señor Hades?

- ¡Minos! - gritó la alemana con desesperación.

El mencionado no tardó ni un instante en aparecer ante su señora e hizo una reverencia de respeto.

- ¿Solicitó verme, señorita Pandora? - preguntó el noruego.

- Desde hace algunos días no he recibido noticias de nuestro querido señor Hades, temo que esos caballeros de bronce probablemente lo hayan descubierto y él está demasiado débil para usar sus poderes. Te ordeno que vayas a la mansión Kido y revises que pasa, si es necesario interfiere y llévate el recipiente y tráelo ante mí - Respondió la chica.

Minos aceptó gustoso la orden, también prometió intentar no llamar tanto la atención y también de ser completamente necesario haría todo lo que estuviera a su alcance para traer a Shun ante ella.

Mansión Kido:

Tal vez Shun estaba confundido o quizá iba enserio, no sabía exactamente que pensar, era mucho por procesar ya que le estaban sucediendo un sin fin de cosas extrañas, como las pequeñas lagunas mentales en las que olvidaba por completo haber realizado una acción como caminar o haber abordado un avión; sentía que si seguía al ritmo actual terminaría por perder la cabeza, pero no quería perder la cordura, tenía que permanecer en calma.

Hasta que sintió una mirada pesada observarlo con tanta insistencia, instintivamente volteó hacia ambos lados para verificar que estaba solo; por un momento contemplo la idea de que tal vez Kiki estuviera de visita en la mansión y como cualquier niño intenta hacerle una broma, sin embargo también pasó por su mente la posibilidad de que se trataba de Seiya intentando asustarlo, a veces él solía quejarse de lo difícil que era sorprenderlo. Pero no había nadie, estaban solamente él y su paranoia de estar siendo observado.

- Persephone -

Escuchó una voz familiar a sus espaldas, de manera instintiva volteó sólo para encontrarse con Shun parado detrás suyo ¿Cuándo había llegado hasta el jardín? Realmente era bastante silencioso; sin embargo, por alguna razón sintió que algo no andaba bien con su compañero de armas, para empezar sus ojos no transmitían el mismo sentimiento amabilidad que suelen irradiar con normalidad, esta mirada parecía estar ''muerta'', no en el sentido literal sino en un sentido figurativo, su mirada se sentía bastante ausente, como si quien lo estuviera viendo no fuera Shun y sólo sea alguien que se le parecía.

- ¿Shun? ¿Qué estás haciendo? ¿Cuándo llegaste? Realmente no te pude oír cuando viniste - No podía negar que estaba algo inquieto, pero no tanto para admitir que estaba asustado por la actitud misteriosa de su compañero.

- Querida Persephone - Insistió Shun una vez más y una vez más su expresión no cambió en absoluto, eso inquietó aun más al ruso.

En esos momentos Hyoga sólo podía pensar en una sola cosa: Shun cuando estaba serio y muy concentrado podía llegar a dar miedo, especialmente porque él normalmente era una persona alegre y amable.

- ¿A qué te refieres con Persephone? Shun, deja de bromear, si tu intención es asustarme estás yendo por buen camino - Exclamó el ruso ya más inquieto que antes.

Nunca pensó que haría algo como esto, pero su instinto le decía que tenia que retroceder y huir lo más rápido posible de él, sin embargo, por alguna razón sentía una inexplicable atracción hacia él, no sabía que era, pero una parte suya le pedía que no huyera y en cambio corriera hacia él.

- Veo que no te has dado cuenta aún - Respondió el chico.

- ¿Darme cuenta de qué? - Le preguntó el ruso, pero Shun permanecía sin hacer otro tipo de emoción, simplemente su rostro permanecía sereno e inexpresivo.

De pronto Shun esbozó una sonrisa, era tenue pero lograba ser un poco perceptible para los ojos del ruso, pero aún con esa sonrisa Hyoga no se sentía del todo seguro en su presencia. En ese momento, Shun comenzó a caminar muy lentamente hacia él, Hyoga no se lo pensó demasiado y empezó a retroceder a cada paso que se acercaba pero aunque quisiera correr sus piernas no parecían estarlo obedeciendo del todo, sólo podía retroceder mientras Shun avanzaba casi como si quisiera intimidarlo.

Al ver sus ojos y esa sensación de inquietud sólo una cosa pasó por su mente, sólo había una persona que era capaz de inquietar a alguien de esa manera.

- ¡Hades! - Exclamó el ruso y Shun comenzó a reír afirmando completamente sus sospechas - ¡¿Qué has hecho con Shun maldito Dios?! -

- Él estará bien en tanto tú no me delates ¿Entiendes? Sólo cállate y Shun estará a salvo o nos perderás a ambos - Le advirtió el Dios haciendo uso de la voz del antes mencionado, cosa que hizo hervir la sangre de Hyoga.

- Maldito Hades ¡Libera a Shun en este preciso instante o te arrepentirás de las consecuencias! - Exclamó con gran cólera el rubio.

Pero el Dios del inframundo no se sintió intimidado en absoluto por la amenaza, para Hades es sólo un simple humano y por más molesto que le parezca no puede hacerle daño, Hyoga era Persephone y de eso no tenía duda alguna, sólo le bastaba con ver sus ojos para darse cuenta; dicen que los ojos son la ventana del alma y él conocía el alma de su amada tanto como conocía cada rincón del infierno mismo, y al ver el alma del ruso podía darse cuenta que era casi la misma esencia que lo enamoró la primera vez, era un acontecimiento que jamás podría olvidar.

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Nota: lo siento, sin querer me anule la publicación pensando que borré la mitad de lo que había escrito en la pc

My Dear Persephone - Shun/Hades x HyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora