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Narra Pandora:

Aunque fue una orden directa el dejarlo en ese lugar donde habita Athena, no puedo evitar estar preocupada por mi señor Hades; me preocupa que sea descubierto muy pronto por esos caballeros atenienses.
¿Pero qué estoy diciendo? Mi señor Hades es una persona muy fuerte y muy inteligente, estoy segura que ni siquiera Athena con su infinito poder ha sido capaz de darse cuenta.

¿Qué debo hacer? Revivir al ejército a escondidas es sumamente difícil - Decía Pandora para si misma mientras caminaba por las calles de Japón.

Narrador omnisciente:

Finalmente había llegado el momento de partir, no iba a quedarse más tiempo en Grecia por mucho que su maestro insistiera.
De pronto, mientras estaba tomando su Pandora box, comenzó a sentirse bastante intranquilo, una sensación que jamás había experimentado antes y le era imposible de explicar.

De pronto comienzo a sentirme ansioso ¿Qué es esto? ¿Por qué duele? - Se dijo asi mismo mientras se tocaba el pecho, justamente la parte donde estaba su corazón.

Era como si de la nada tuviera las inmensas ganas de regresar, nunca antes había estado tan ansioso de regresar a la mansión Kido.

Debo estar muy cansado, sí, debe ser eso - Suspiró pesadamente y cargó la gran caja a su espalda, ya estaba listo para irse.

Mientras tanto, afuera de la cabaña se encontraba Camus acompañado de Milo, este último había insistido demasiado en que su amigo fuera a despedirse al menos de su joven pupilo.

Hyoga ¿Estás ahí? - Preguntó el francés mientras tocaba la puerta.

Pero no importaba cuanto tocara, nadie abría y tampoco se oía absolutamente nada.

Acéptalo Milo, llegué tarde - Dijo Camus decepcionado.

No, Shaina dijo que estuvo haciendo guardia toda la noche por aquí y no ha visto a nadie salir de la cabaña - Respondió Milo mientras comía una manzana.

¿Y si ella se equivocó? Esa máscara que usan no parece tener una visión confiable - Exclamó con cierto tono de frustración el francés.

Intenta una vez más, seguramente está en el baño - Respondió Milo sin darle demasiada importancia a la situación.

Camus dejó escapar un sonoro suspiro y nuevamente tocó a la puerta, al menos hasta que se percató que no había seguro en la puerta, esto le extrañó demasiado y lentamente fue girando la perilla de la puerta.
Abrió con sumo cuidado la puerta y se asomó al interior de la cabaña, buscó al ruso con la mirada y lo vió de espaldas, parecía estar observando un pequeño jarrón con flores sobre la chimenea.

¿Hyoga? ¿Todo en orden? - Le llamó despacio pero con una voz clara para que pudiera ser escuchado más fácilmente.

El mencionado se giró lentamente hacia la puerta, Camus se quedó petrificado al ver sus ojos, tanto que ni siquiera reaccionó cuando el rubio caminó a la puerta y pasó de largo al francés.
Camus no hizo nada para detenerlo, simplemente se limitó a verlo de reojo justo cuando pasó a su lado y pudo observar con mayor detalle los ojos del ruso.

Camus, amigo mío ¿Qué haces? Hyoga se está llendo y no haces nada - Milo tuvo que soltar su manzana a medio comer cuando notó la expresión de sorpresa en el rostro de su compañero.

Habría pasado por alto algo así si se tratara de Mu o Aphrodite, quienes son los más expresivos de entre los doce caballeros dorados, sin embargo, conocía bastante bien a Camus como para saber que era una persona que no podías sorprender con mucha facilidad.

Camus, oye amigo, me estás asustando ¿Qué tienes? ¡Camus! - El griego tomó del hombro a su amigo y comenzó a sacudirlo con algo de brusquedad para sacarlo de su trance.

Camus parpadeó un par de veces y después regresó a la realidad, sin embargo esa expresión de sorpresa no la pudo borrar.

Sus ojos - Fue lo único audible que pudo decir.

¿Sus ojos? ¿Qué ojos? ¿De qué hablas? - Preocupado nuevamente sacudió a su amigo para intentar que fuera más claro.

Esos ojos, él nunca... - Camus bajó la mirada sin cambiar la expresión de su rostro.

Camus ¡Reacciona! - Al no ver más opciones, abofeteó a su compañero de armas.

Fue cuando finalmente el francés reaccionó, le costó trabajo pero finalmente volvió en si.

Sus ojos eran diferentes, él jamás me ha mirado de esa forma - Murmuró bajo.

Camus, no entiendo nada ¿Qué quieres decir? - Preguntó el griego.

Sus ojos, los ojos de Hyoga eran diferentes, fue como ver a una persona completamente diferente - Exclamó aún con una expresión de sorpresa en su rostro.

Camus ¿A qué te refieres con eso? No te comprendo — Miró a su amigo con gran preocupación, no era nada normal que su amigo reaccione así.

Preocupado, el griego tocó la frente de su amigo, no había signos de fiebre y tampoco se veía fatigado.

Milo, no estoy loco ¡Sé lo que ví! Esa mirada no era la de Hyoga — Apartó la mano del griego sintiéndose verdaderamente ofendido.

No le era posible buscar la manera de exolicarlo, pero Camus estaba seguro que no había imaginado nada y que esa mirada tan fría no era la misma mirada que su alumno solía tener con normalidad.
Esos ojos azules eran tan fríos como el hielo, pero también, reflejaban una enorme tristeza ¿Qué habrá sido? No estaba seguro, pero tampoco se iba a quedar de brazos cruzados.

Narra Hyoga:

Cuando me dí cuenta ya estaba lejos del santuario ¿Cómo llegué hasta aquí? No recuerdo absolutamente nada y no creo haber estado dormido, sé perfectamente que estaba consciente y en mis cinco sentidos, pero después comencé a ver todo negro y mis sentidos se nublaron y cuando acordé ya estaba aquí.

Comienzo a preocuparme ¿Seré sonámbulo? ¿Acaso tengo narcolepsia y no lo sabía? Debo estar más cansado de lo que imaginé, seguramente es el estrés. Iré al médico en cuanto regrese a Japón.

Suspiré y traté de no pensar mucho en eso.

Mansión Kido
Narra Shun:

Shiryu ¿Hyoga no ha llamado? — Pregunté intentando no parecer tan entrometido.

No, ya lo conoces, siempre hace todo a su manera — Me respondió con calma.

Yo simplemente fingí no darle demasiada importancia a su respuesta y preferí salir un momento, necesito aire o voy a sofocarme.

Me siento muy intranquilo desde la mañana, creo que es mejor que le diga lo que siento.

Hoy le diré, sí, eso haré — Dije determinado.

My Dear Persephone - Shun/Hades x HyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora