-¡No puedo creerlo! ¿En serio tu papá la examinó?-esa voz irritante era de la gemela número uno, Nicole.
Nicole al igual que su hermana gemela Verónica era una chica de cabellera rubia alaciada más abajo de la cintura con una cara acompañada por un cuerpo bonito y cero cerebro careciendo también de personalidad. A veces pensaba que se comportaban como tontas a propósito para no deslucir a la cabecilla de su exclusivo grupo. Ambas siempre estaban persiguiendo a Charlotte, cumpliendo todo lo que esta les pidiera. No tenía duda alguna que si la voluntad de Charlotte era tirarse de un puente, las dos lo seguirían en el acto sin chistar.
-Sí, al principio no me quería decir nada pero como siempre terminó haciéndolo. Mi papi y yo somos mejores amigos. Sabe que puede confiar en mí. Y me aconsejó que me cuidara mucho de ella. Su problema al parecer es grave.
Tenía que sostener a Ness quien ya estaba a punto de tirar la puerta y halarle los cabellos a Charlotte.
-¿Pero qué fue lo que le pasó?
-Pues no lo sé bien para ser honesta. Pero mi papi me dijo que llegó con todo el cuerpo ardiendo en quemaduras, votando vapor.
-¡Oh! ¡Pero qué horror! ¡Estaba posesiva!-Nicole exclamaba casi en un ahogo.
-Querrás decir poseída-Charlotte le corregía en ese tono que a su vez dejaba implícito él: ¿Cómo-se-puede-ser- tan- burra?
-Qué pena… tan bonita cutis que tiene-esa era la gemela segunda, la despistada a morir, Verónica.
Charlotte y Nicole aguardaron silencio en señal para Verónica de que tenía que redimir de inmediato esa observación si no quería ser expulsada del escuadrón de lambisconas.
-Solo decía.
-Lo que sea. En fin, dicen que ella misma se lo provocó. Algo sin lugar a dudas está muy chueco en Scarlett. Inclusive, mi papi me contó que la policía y el departamento de la familia fueron a verla al hospital.
Ambas gemelas exhalaron un “Ooohhh” de forma idiotizada.
-Todos le sacan el cuerpo. Hasta su amiguita Vanessa le ha dado la espalda-Verónica empezaba.
-¡Es verdad! No las vi comer juntas-Nicole lo terminaba.
-¿La culpamos? No. La chica está para nada bien, además de que es patética. Aun recuerdo esos rumores de que había sido ultrajada.
-¡Si, por pie grande!-Nicole agregó para luego todas reír como hienas.
Mientras yo las escuchaba sin que tuvieran idea teniendo que hacer un esfuerzo sobre lo humanamente posible por no querer saltarles encima.
-Hijas de su madre, van a ver quiénes serán las ultrajadas por mi puño-Ness refunfuñaba.
-Shh- callé tapándole con mis manos la boca.
-Bueno, niñas andando el comité estudiantil tiene reunión esta tarde. Debo proponer las actividades para la recaudación de fondos este año destinada al hospital de mi papi. Tengo cosas que hacer.
Ahí me puse de pie y con una coz abrí la puerta, todas pegaron un gritito escuálido y las gemelas se abrazaron. Charlotte de inmediato puso cara de valentona sin dejar de lado esa finura de niña rica de alta sociedad.
-Ay disculpen, ¿las asusté?
Todas intercambiaron una mirada nerviosa.
-No-Charlotte finalmente respondió antipática.
-Bien. Esa no era mi intención.
Seguí mi camino asegurando que Ness estuviese a mi lado y no enredada con una de ellas en el suelo. Al llegar a la salida las vi una vez más.
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Amanecer de la Noche
Roman d'amourCómo poder regresar a la normalidad cuando nada hace sentido… Cómo poder saber lo que es real cuando se duda de lo que se tiene de frente… ¿Cómo poder amar sin saber quién eres? Para Scarlett Blunt, sus dieciséis primaveras han sido tan banales...