Destinados | Loki y tu |

Regreso a la tierra

Narra ___:

Estaba sentada en la ventana, contemplando Asgard. La puerta de mi habitación se abrió y entró Loki.
- ¿Podrías llamar a la puerta la próxima vez?
- ¿Podrías ser mas amigable?
- No.
- Pues yo tampoco.
- No porque tu no lo eres conmigo.
- No lo soy porque no me das motivos para que lo sea.
Durante unos minutos todo se llenó de silencio, aunque el aire estaba lleno de tensión. Nos mirábamos serios. Mi expresión cambió a preocupación y volví a mirar Asgard. Loki se fue acercando lentamente.
- ¿Qué quieres? - le pregunté.
- Solo venía para ver si querías algo o...
- Estoy bien.
- ¿Qué te pasa? Yo no te veo bien. Te veo preocupada.
- Mis estudios. Por culpa de estar aquí todo lo que me he esforzado durante años se está derrumbando.
- ¿Estudios?
- Estudiaba para médico. Hasta que apareciste tú y me trajiste aquí. He perdido años de estudio por un capricho tuyo. Estaba en mi último año... - bajé la mirada.
Noté los ojos de Loki clavados en mi.
- ¿Son tan importantes?
- Son mi futuro.
- Tu futuro está aquí.
- Quiero volver. Quiero olvidar todo esto y volver a mi vida normal. Pero ahora sin estudios no tengo nada que hacer...
- ¿Hasta cuando tienes para que no estén perdidos del todo?
Le miré extrañada. ¿Por qué me hacía aquella pregunta? ¿Qué iba a cambiar?
- En tres meses son los exámenes finales - respondí -. Pero necesito tiempo para estudiar. Tiempo que pierdo aquí.
- Ven conmigo - me ofreció su mano. Miré su mano. Después su cara. Acepté algo temerosa y me llevó al bifrost.
- Heimdall. Abre el portal a Midgar.
El guardián del puente obedeció. Loki se adentró en él llevándome a mi detrás.
Llegamos a la tierra, justo en el sitio donde nos habíamos conocido. Todos los edificios anteriormente destruidos se estaban reconstruyendo.
Miré a Loki.
- ¿Donde vives? - se limitó a preguntar.
- Está a unas calles de aquí - le guié por la ciudad hasta mi piso. Entramos. Todo seguía igual que cuando lo dejé.
Lo primero que hice fue correr hacia el salón. Un gato de color negro dormía en la alfombra. Sonreí. Su plato, en la cocina, estaba lleno de comida de gato con un montón de bolitas por el suelo y la bolsa vacía al lado. El cuenco de agua estaba casi vacío. Lo volví mirar y lo acaricié. Enseguida se despertó y se subió a mis brazos. Se las había apañado para sobrevivir sin mi. No me había dado cuenta de que Loki seguía detrás mío, y me observaba.
- ¿Es tuyo? - me giré para verle.
- Si. Me lo regalaron mis padres... - lo miré sonriendo. Tenía sus ojos verdes clavados en Loki -. Se llama Crookshanks.
- ¿Crookshanks?
- Es del libro de Harry Potter, el gato de Hermione, su amiga. Aunque como diminutivo lo llamo Cookie
- ¿Te gusta leer?
- Bastante. Leía mucho Harry Potter cuando tenía tiempo, en el instituto. Por cierto... ¿Por qué me has traído aquí?
- Nos quedaremos hasta que acabes tus estudios.
- ¿Aquí? ¿Durante tres meses? Bueno, cuatro, porque también está el mes de exámenes y la graduación.
- No me importa. Tu acaba tus estudios.
Le sonreí. No me esperaba eso por su parte. Rápidamente dejé a Crookshcomida.n el suelo y me fui a estudiar.
Ya era tarde cuando acabé de estudiarme un tema de ocho páginas. Loki estaba en el salón, con Crookshanks en brazos, acariciándolo. El gato parecía a gusto allí.
- ¿Qué quieres cenar?
- Me da igual. No tengo preferencias...
- Haré bocadillos.
Mientras Loki jugaba con mi gato yo les miraba desde la cocina y descongelaba el pan.
- Mañana tendré que ir a comprar comida...
- Te acompañaré.
- No es necesario.
- Te acompañaré - repitió.
- ¿Con esa ropa?
- ¿Qué pasa con mi ropa?
- También pasaremos a comprarte algo de ropa a ti...
Acabé los bocadillos y le di uno a Loki. Cuando los acabamos le limpié a Cookie sus cuencos y el suelo. Se los volví a llenar de agua y comida