1

2.9K 213 15
                                    

Taehyung suspiro cansadamente, ni siquiera el expreso doble con tripe cafeína que había comprado de camino había logrado despertarlo del todo, odiaba los lunes por la mañana. Incluso odiaba más los lunes por la mañana que la sopa de coliflor que le daba su nana de pequeño. No debió quedarse hasta tarde leyendo ese manga. No había podio soltarlo y muy aduras penas había dormido a causa de los efectos colaterales de andar leyendo historias Yaoi. Había estado más caliente anoche que en sus años de adolescencia. Gimió de frustración, mientras que otros a sus treinta y dos años estaban establecidos en una relación formal, con pareja o hijos, él era un gay soltero que trabajaba demasiado y no tenía vida social en absoluto, por consecuencia no le queda más remedio que sumergirse en lo que más le gustaba en esa vida, que era Parkr; y últimamente a causa de un accidente inesperado había descubierto los mangas, en ocasiones se planteaba muy en serio el hecho aprender a Parkr japonés simplemente por no tener que esperar las traducciones.

<<Soy patético>>

Debería de estar en ese momento planteándose casarse como le decía su hermana a menudo, pero la verdad es que estaba disfrutando de su vida tal y como estaba

<< ¿Cual vida?>>

Aparto esos pensamientos, era lunes y lo que menos necesitaba ahora era tener una charla con su maldita conciencia. Las puertas del ascensor se abrieron con el típico clic, cerró los ojos y pidió en silencio paciencia a los cielos, cada inicio de semana era lo mismo y no sabía cuánto tiempo más podría soportarlo.

—Buenos días señor Kim—

—Buenos días señora Lincoln— sonrió al ama de llaves en la cocina, la mujer mayor le devolvió la sonrisa mientras colocaba en la encimera una taza de café humeante. Esa mujer siempre lograba ponerlo de buen humor, aunque Linda apenas tenía unos cuarenta años, su cara angelical y sus ojos claros le recordaban a su abuela, él amo a su abuela, lástima que la mujer había muerto cuando el apenas era un niño —¿Qué haría yo sin ti Linda? —

—Seguramente atormentar más al señor Min hasta que me trajera de vuelta— dijo la mujer colocando sobre la encimera una percha con un vestido de lentejuelas doradas perfectamente limpio y planchado, Taehyung hizo una mueca. Miró a la mujer, ella estaba tratando de contener una sonrisa —El trabajo dividido en dos es mejor—

—¿Te olvidas de Jean? Herirás sus sentimientos— al ama de llaves se le ilumino la mirada al pensar en el chofer guardaespaldas del señor Min. Taehyung pondría las manos en la lumbre apostando que muy pronto Linda sucumbiría a los encantos de Jean, el hombre había estado haciendo su trabajo en seducirla, pero Linda siempre se mostraba desconfiada a causa de la diferencia de edad, según tenía entendido era diez años mayor que Jean ¿Qué importaba la edad? A Taehyung no le importaría si esa persona fuera su verdadero amor, pero la mujer se lo tomaba muy enserio, además era viuda y tenía dos hijas, en cierta forma la comprendía. Solo deseaba que tuvieran un final feliz, ya le había sugerido a Jean que se esforzara todavía más si era verdad que sus sentimientos eran verdaderos.

—Cierto, entonces nos toca una tercera parte— Ella coloco la mano sobre la suya —Aunque apuesto que para ti es más trabajo que para nosotros— Aunque ella no lo dijo en voz alta, el pesar en su mirada era claro. Odiaba que las personas lo miraran con lastima, ¿pero que más podía hacer? Había trabajado años con esta mujer, sus sentimientos podrían estar ocultos para cualquiera, excepto para dos personas, Linda y Jean. Y eso que ellos no conocían toda la verdadera historia.

<<Y era mejor mantenerlo así>>

—Sera mejor que me ponga a trabajar— dijo para desviar el tema, de mala gana levanto la percha con el vestido, mientras se colocaba auricular manos libres en el oído. Miró su reloj, solo tenía tres minutos para actuar antes de comenzar en serio su día.

VERDADES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora