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El martes no tuvo que ir a la casa de su jefe, y evito a toda costa ir al hotel donde se hospedaron los cuatro líderes infernales, y como era un asistente demasiado eficiente, se ocupó de mover todo lo de la agenda que estaba programado para horas tempranas puesto que sabía con anticipación que Yoongi no llegaría a la oficina por la mañana, y cuando lo vio llegar al medio día y por la pinta que traía Taehyung concluyo que su pronóstico había sido cierto, se habían pasado una noche salvaje, como fuera esperaba que los otros tres K.A. restantes ya estuvieran a bordo de un avión volando bastante lejos de Nueva York y que transcurrieran varios años antes de volver a saber de ellos.

—Te diría buenos días, pero dudo que lo sean— dijo entrando a la oficina de Yoongi acompañado de Margaret, la secretaria se aproximó rápidamente al escritorio para dejar un par de aspirinas y un zumo de naranja.

—Tae, ¿podrías no gritar tanto? Me estoy muriendo— Taehyung rodo los ojos, Margaret se disculpó y los dejo solos.

—Eso te pasa por beber tanto— dijo tomando asiento delante de él —¿Además que clase de locos beben un lunes por la noche? Ustedes están dementes— Yoongi rio, pero luego hizo una mueca.

—Fiesta es fiesta sin importar el día que sea—

—Como sea— murmuro —Richard llamo ¿porque no contestas sus llamadas? —pregunto descaradamente cambiando el tema, quería poner a los cuatro K.A. fuera de su mente, la tormenta había pasado. —El dueño del edificio del nuevo hotel va a entablar una demanda— informó. Y como esperaba Yoongi no se sorprendió.

—¿Cuál es el problema nunca puedo entender a esta gente? — murmuro molesto mientras comenzaba a buscar unos planos en su computadora. A su lado el celular de Yoongi comenzó a sonar, pero su jefe solo miró por el rabillo de su ojo antes de ignorarlo. Taehyung pidió paciencia a los cielos ¿Cómo es que este idiota logro fundar una compañía tan exitosa cuando en ocasiones se comportaba como un crio mimado? Ese exceso de seguridad era admirable en mucho de los casos, pero también era un dolor de cabeza tener que andar lidiando con sus problemas.

—Las recientes tormentas han comprometido el terreno de la contracción y Scott tiene dudas sobre los materiales—

—¿No puede improvisar? —

—Las lluvias excedieron la capacidad de desagüe de las tuberías que instalamos—

—En realidad las tormentas fueron el problema, no nosotros— contesto Yoongi molesto, se levantó para buscar unos planos en el estante de atrás.

—Aun así, el dueño del edificio quiere demandarnos— dijo mientras acomodaba unos lapiceros en la esquina y tiraba varios papeles a la basura, Yoongi era un desordenado. Si no fuera por Margaret y él esta oficina nadaría en papeles desechos, y los de limpieza siempre tenían precaución de no tirar nada que después Yoongi pudiera reclamar, por eso nunca tocaban su escritorio, Margaret y él podía más o menos predecir que boceto podría ser desechado sin que Yoongi hiciera un drama por eso.

—Que lo haga— Yoongi extendió un plano sobre la mesa de trabajo—¡Al diablo! no es mi problema, el cambio climático es responsable no nosotros— Taehyung negó con la cabeza, pero hizo anotaciones en la agenda, tenía que pasar este asunto al departamento legal, a Yoongi no le importaba esto, pero gracias al cielo tenían abogados, nuevamente se preguntó ¿Cómo era que Yoongi mantenía esta empresa? —Necesito que mañana vayamos a comprobar este terreno, tengo una nueva idea para el nuevo resort, pero necesito comprobar algunas cosas—

—Camila ya hizo la valoración de riesgos, tienes los datos en el archivo—

—Quiero verlo yo mismo— debatió, Taehyung asintió, era inútil, cuando a este hombre se le metía algo en la cabeza no había poder humano que lo hiciera cambiar de ideas, si algo admitía era que la arquitectura era los suyo, por esa razón era quien era, podría no saber de leyes, le importaba poco el clima o cualquier otro tema, pero diseñar estructuras impresionantes y ser un prostituto promiscuo definitivamente era lo suyo.

—De acuerdo ¿A qué hora quieres ir mañana? —

—Temprano— comento Yoongi distraído buscando algo en su maletín —Partimos de mi casa a primera hora— informo —¡Mierda! —

—¿Qué sucede? —

—Deje en mi casa la USB que contenía el archivo con los nuevos datos que quiero cambiar— Taehyung bufo <<Un arquitecto muy genial pero idiota en muchas ocasiones>>

—Te he dicho que si trabajas desde casa actualices los diseños en la nube para poder abrirlos desde aquí— Yoongi se quitó la chaqueta y la corbata

—Sabes que nunca recuerdo hacerlo, ¿Podrías ir a buscarla? —

—También tengo trabajo ¿sabes? — Taehyung se levantó y junto todas sus cosas —Enviare a alguien—

—Tae— Yoongi dijo su nombre en una súplica. Taehyung rodo los ojos. Solo le dio una mirada a Yoongi antes de apartar la vista <<Era un idiota, pero un idiota guapo>>

—Iré— se quejó yendo hacia la puerta —¿Quieres algo de almorzar? Puedo comprar comida china de regreso— Yoongi se quejó.

—¡Dios! ¿me quieres matar? No gracias— Taehyung rio ante la cara verde de Yoongi, provocarlo así siempre lo hacía sentir mejor. —Quiero algo grasiento, crujiente y muy picante—

—Morirás de un infarto a los cuarenta— Taehyung arrugo la nariz —¿Cómo es que caminas en vez de rodar? — por lo que sabía Yoongi jamás vigilaba su dieta, hacia ejercicio, mucho ejercicio. A juzgar por sus ajustados pantalones, su estrecha cintura, su culo.... Taehyung quería golpearse. Controlo sus emociones cuando Yoongi le guiño un ojo.

—Soy apuesto por naturaleza— dijo Yoongi

—Como sea— Taehyung tenía que salir de ahí. Cada que su mente comenzaba a divagar por ciertas cualidades del hombre, su cuerpo lo traicionaba inmediatamente. Cada vez era más difícil disimular. Tal vez era momento de irse buscando otro empleo, este comenzaba a tornarse peligroso.

♠ ♥ ♣ ♦

Entro en la casa de Yoongi, sabía que a esa hora Linda no se encontraba en casa, andaba haciendo recados o comprando en el super los víveres para la semana. Moria de ganas de un café, pero primero le enviaría el archivo a Yoongi para que lo dejara en paz. Otra de sus horribles cualidades era la insistencia, todo el camino le estuvo mensajeando preguntándole si ya había llegado, incluso el muy obseso del control se molestó porque había tráfico, como si Taehyung tuviera la culpa de ello. ¡Si él tuvo la culpa desde el principio! Si fuera un poquito más cuidadoso, entonces esto no ocurriría.

Se dirigió directamente al despacho de Yoongi, pero le extraño escuchar música, lo primero que pensó, fue que tal vez Linda o el mismo Yoongi habían dejado el reproductor de música encendido. De Yoongi no le extrañaría, ese hombre no perdía la cabeza nada más porque la tenía pegada al cuerpo. Pero si era impensable que a Linda se le pasara ese pequeño detalle.

Las notas de una melodía de piano flotaron en el aire, y se dio cuenta que el sonido no provenía de la biblioteca o del despacho, sino de la sala de estar. Su cuero cabelludo pico, de repente se estremeció, no sabía porque de repente estaba tan nervioso, fue como si su cuerpo supiera primero que sus ojos lo que encontraría ahí.

Tocando el piano estaba un hombre, con el cabello castaño corto, tal cual como había visto en las fotografías el día de ayer, pero no era un corte desarreglado, tenía la cabeza gacha y no lograba ver su rostro, pero no necesitaba verlo para saber quién era. De repente comenzó a dolerle el pecho y se dio cuenta que acaba de dejar de respirar. Algún ruido debió de haber hecho porque de repente la melodía se detuvo, y el hombre levanto la mirada, ojos color chocolate lo miraron fijamente, durante un instante se quedó paralizado, tieso, pasmado, aterrado. ¡Jimin! ¿Qué estaba haciendo aquí? Se suponía que ninguno de los K.A. debería de estar ya en Nueva York, cuando el hombre se puso de pie, Taehyung salió de su asombro, Dando media vuelta sin decir nada se alejó. <<Salir huyendo era la mejor definición>> Corrió al despacho de Yoongi y cerró la puerta.

—¡Mierda! ¡mierda! ¡mierda! — con cada maldición golpeo la cabeza contra la puerta. —¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! — Tal vez después de todo si tendría que buscar un trabajo nuevo. 

VERDADES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora