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Nueva York 4 años atrás...

Taehyung estaba terminado de acomodar los planos en el estante, el asunto de California había terminado bien, si todo salía según lo planeado podían comenzar la construcción en un mes. Taehyung miró por encima de su hombro, Yoongi estaba concentrado realizando unos trazos, ¿Quién lo hubiera dicho? ¡Trabajando para Min Yoongi! Al principio creyó que era temporal en lo que encontraba otro empleo, pero acaba de cumplir dos años y nada era como pensó que sería. ¿Cuándo el niño idiota se había convertido en un adulto más o menos responsable? En muchas ocasiones llego a pensar que estaba equivocado, que el Min Yoongi de la preparatoria no era este Min Yoongi, ¿su gemelo bueno tal vez?... cuando no tenía esos malos recuerdos del pasado, Taehyung podía pensar en Yoongi como otra persona, como en un hombre que...

—¿Por qué se siente esa energía tan negativa? ¿Ocurre algo? — pregunto Yoongi sin dejar de trazar líneas. Hoy estaba muy apuesto, cada que cerraba un trato importante él utilizaba su mejor traje, él siempre estaba apuesto, pero hoy, con ese traje de raya diplomática, con barba de dos días...—Hoy fue un buen día y tus malas vibras están alterando mi chi— Taehyung rodo los ojos. Este hombre nunca tomaba nada en serio.

—¿Te hago una pregunta? —

—Si te digo que no... ¿Prometes no hacerla? — Taehyung no tomó en serio sus palabras, dejo lo que estaba haciendo y se giró a hacia su.... ¿amigo? ¿desde cuándo comenzó a pensar en Yoongi como un amigo?

—¿Crees que es correcto suprimir tus emociones y no expresarlas a la persona que te gusta solo para no arruinar una amistad que vale la pena conservar? — Yoongi dejo lo que estaba haciendo y lo miró, se ajustó las gafas considerando su respuesta. Por un instante Taehyung se tensó, nadie en la oficina sabia sus preferencias sexuales.

—¿Estas enamorado? — pregunto intrigado, parecía realmente interesado

—Contesta a mi pregunta— dijo para evitar contestar —¿Qué opinas al respecto? —

—Sería una estupidez— dijo Yoongi seriamente.

—¿eh? —

—Estupidez— repitió Yoongi dejando su lápiz sobre la mesa, giro en su silla hacia él —Es como si no aceptaras que esa persona es especial para ti, imagina que mañana es el fin del mundo ¿No crees que lo lamentarías? — El corazón de Taehyung comenzó a latir con fuerza, sentía caliente las orejas, esperaba que no estuviera tan sonrojado. Yoongi hablaba seriamente, ¿Cuándo se había vuelto tan maduro? Esas palabras eran fuertes proviniendo de un hombre que tenía una amante cada noche. Pero Yoongi tenía razón... tal vez debería....

—Yoongi...—

—¿Qué...? — No... no debería

—¿Cómo qué? ¿desde cuánto te volviste tan brillante? — Yoongi rio.

—¿Apenas te das cuenta? — Yoongi le lanzo una hoja de papel —En mi opinión es mejor arrepentirse por hacer algo, que arrepentirse por no haberlo hecho—

♠ ♥ ♣ ♦

Taehyung se froto los ojos para asegurarse de que estaba viendo correctamente, el olor a quemado inundaba el ambiente, sobre la estufa y toda la encimera se podrían divisar trastes sucios, todo estaba cubierto de harina, huevo, y quien sabe qué otra cosa.

—¿Dónde está Linda? —

—Tenía la noche libre— dijo Jimin, maldiciendo mientras lanzaba al fregadero una sartén humeando.

—¿Qué mierda crees que haces? — <<pregunta estúpida>> se dijo a sí mismo, era más que obvio que este hombre estaba loco.

—Me diste mal la receta para hacer hot cakes— acuso Jimin. Taehyung gruño se acercó a la barra y frunció la nariz, olía horrible, ¿Qué le había echado ese hombre?

—¿No te fue más sencillo pedírselos a Linda? —

—¿Aprender a cocinar está en la lista? — explico Jimin buscando en el gabinete un nuevo recipiente. Taehyung negó con la cabeza, tenía que hacer algo o mañana que Linda entrara aquí le daría un infarto al corazón.

—¿Qué lista? — pregunto dejando el maletín en el banco y quitándose la chaqueta. Se quitó la corbata y se arremango las mangas de la camisa.

—Mi lista de cosas por hacer— dijo Jimin encogiéndose de hombros, Taehyung no le dio mucha importancia a eso. Estaba más espantado viendo como Jimin vaciaba una gran cantidad harina en el cuenco con la cuchara sin importarle tanto las medidas.

—¡Ahhh! deja eso, es mucha harina— dijo Taehyung rodeando la barra.

—¿Qué estoy haciendo mal? —

—¡Todo! — grito Taehyung arrebatándole el recipiente. —Tienes que medir las cantidades—

—Tu no dijiste cantidades— acuso Jimin, Taehyung entrecerró los ojos.

—¿Eres tonto o qué? — señalo Taehyung el libro de recetas sobre el gabinete —Se supone que tu deberías seguir la receta, yo ni siquiera recuerdo que te dije sobre lo que preguntaste— Jimin lo miró con semblante acusador.

—Entonces es tu culpa no la mía, yo te pregunte buenamente, pero claro, en tu cabeza solo tienes espacio para tu amor no correspondido, te daré un consejo, si no le dices a Yoongi lo que sientes, él jamás se dará cuenta— Taehyung abrió la boca para maldecirlo, pero decidió guardar silencio. Este no era un tema que quisiera tocar, definitivamente eran más seguro los panqueques.

—¿Quieres que te enseñe a hacer los panqueques o no? —

—Por eso te llame—

—Bien— dijo Taehyung de mala gana, —Presta atención, porque no pienso volverlo a repetir— Durante la siguiente hora, Taehyung intento enseñarle a Jimin como preparar los hot cakes. "Intento" era la palabra clave, fue misión imposible, no sabía cómo lo lograba, pero en cada ocasión que a Jimin le toco poner la mezcla en el sartén, o se quemaban, o no se cocinaban bien, o se desparramaban por toda la sartén. Este hombre era un caso perdido; hacer panqueques era la cosa más sencilla del mundo, pero Jimin parecía que tenía una maldición al respecto. Durante todo ese tiempo estuvo temiendo que Jimin sacara de nuevo el tema de Yoongi. No lo hizo, realmente estaba interesado en cocinar. ¿Por qué seria? Ni siquiera se molestó cuando Taehyung le mencionó que los hot cakes por lo general eran para el desayuno, no para la cena. Él estaba determinado a que le salieran bien. Taehyung se preguntó si la razón era porque quisiera impresionar a alguien. Inmediatamente aparto de su mente esa idea. No era su asunto.

—Mañana iremos a cenar— dijo Jimin guardando una sartén en el estante. Por lo menos el hombre sabía fregar los platos

—¿Qué cosa? —pregunto confundido.

—Te recogeré al salir de la oficina—

—No quiero salir contigo—

—Eres muy lento para entender ¿verdad? — dijo Jimin secando otro plato. Al menos no le había dejado hacer solo la tarea de limpiar.

—¿Qué? — pregunto confundido.

—No te estoy preguntando, no tienes opción—

—¿Qué quieres decir? — lo enfrento, Jimin enarco una ceja como diciendo ¿Tu qué crees que quiero decir? Entonces lo comprendió. Taehyung enfureció —¿Me estas chantajeando? — ¿Ahora tenía que ser el esclavo de este hombre con tal de que no le contara la verdad a Yoongi?

—Es correcto— Jimin sonrió. —Desde hoy, sin importar la hora que sea y te llame, deberás de ser cortes conmigo y elogiarme— Taehyung bufo y rodo los ojos.

—¡No lo puedo creer! — Taehyung lanzo de mala gana la tolla de manos sobre la encimera. ¡Lo que le faltaba!

—¿Y si decido no hacerlo? — pregunto desafiante, Jimin se puso serio al instante.

—No deberías retarme— dijo con voz dura. Y Taehyung supo que hablaba en serio. ¡Joder! ¿en que se estaba metiendo? No podía ceder a esto, era como firmar un trato con el diablo. —Pasare a recogerte mañana— y con esas últimas palabras Jimin salió de la cocina.  

VERDADES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora