VERDADES OCULTAS

19

Yoongi entro en el bar del hotel, fue fácil averiguar donde se había ido Jimin, le asombraba que no hubiera salido del país, pero eso le daba esperanzas de que podía solucionar las cosas, la había cagado a lo grande, Taehyung estaba sufriendo y no era más que responsabilidad de Yoongi. Jimin no lo miró mientras tomaba asiento a un lado de él, pero Yoongi supo que se dio cuenta de su presencia al verlo apretar los puños sobre la barra.

—Disculpa— susurro Yoongi —Se que una disculpa no será suficiente, pero, amigo... —

—¿Pero...? — pregunto Jimin con voz seria.

—Déjalo tranquilo— el cantinero le arrimo una cerveza a Yoongi, pero él no bebió, necesitaba estar sobrio para esto. —Destruye mi empresa si quieres, te hare frente en esta batalla, pero a Taehyung... él no merece esto—

—Y si no lo hago—

—Voy a protegerlo— dijo con convicción, Jimin se levantó molesto —Tengo que hacerlo— Yoongi no permitirá que Taehyung recibiera más daño, no merecía estar en fuego cruzado entre Jimin y él.

—Prepárate para lo que sigue— sentencio Jimin dándole la espalda.

♠ ♥ ♣ ♦

Taehyung entro en el hotel, necesitaba hablar con Jimin, no contestaba sus llamadas y sus mensajes, en un principio decido dejar las cosas como estaban y darle tiempo al tiempo, pero ya había pasado por esto, con Yoongi no había resultado bien, y no quería correr el mismo riesgo con Jimin, además por lo que sabía, nada ataba a Jimin a la ciudad, bien podría salir de Nueva York en cualquier vuelo.

Se acerco al vestíbulo para preguntar por la habitación de Park Jimin, pero no fue necesario, una voz dura a su espalda llamo su atención.

—¿Qué haces aquí? — pregunto Jimin, —No te quedo claro que no quiero verte—

—Dime la verdad— Taehyung trataba de tragar el nudo en la garganta —Crees que después de lo que vivimos ¿Yo simplemente me arrojaría a brazos de otro hombre? —

—Eso no lo sé, él ni siquiera sabe toda la verdad ¿Por qué debería de confiar en tu palabra? — en la mirada de Jimin no lograba distinguir nada, solo vacío. Él estaba siendo tan frio —Quieres escuchar que regresaré contigo— Jimin rio —Solo me utilizaste —

—¿Por qué estás haciendo esto? —

—Ahora se me cayó la venda de los ojos, puedo ver las cosas con claridad, no me engañaras de nuevo, admito que fuiste un buen actor—

—Yo no mentía— a Taehyung le picaban los ojos por las lágrimas contenidas.

—No importa ya— interrumpió Jimin —Por mi puedes irte a revolcar con Yoongi, Colton y Noah al mismo tiempo, para lo que me importa, juega con ellos también— Taehyung apretó las manos en puños. —Sería una interesante venganza ¿no crees? Los cuatro jinetes del Apocalipsis destripándose los unos a los otros por el amor de un hombre— Jimin rio.

—Ya entiendo— dijo con voz entre cortada —Así que lo nuestro fue...—

—Una pesadilla que quiero olvidar— Las palabras de Jimin atravesaron su corazón como ninguna otra cosa. ¡Dios! Estaba tan cansado, sentía como si hubiera peleado contra las olas durante horas, no podía más. ¿valía la pena? Las personas pasaban a su lado y los miraban curiosos, casi se había olvidado donde estaban, ese era el problema, que muy seguido olvidaba quien era y de donde venia. La felicidad no se hizo para él. Una solitaria lagrima bajo por su mejilla, Taehyung la limpio con el dorso de la mano. Sonrió amargamente

—Te has vuelto muy cruel— dijo sin aliento, no podía ni hablar —Tu no eras así—

—No— dijo Jimin seriamente —Siempre he sido así, solo que a veces fingía— ¡cielos! Él no podía más con esto, intento llevar aire a sus pulmones y trataba de controlar el temblor de su cuerpo.

—Ya me voy— anuncio con voz temblorosa, quería correr, odiar a Jimin, maldecirlo, pero no podía a pesar que esta era la despedida, podía intentar odiarlo, pero jamás lo lograría, fuera como fuese, no le deseaba ningún mal —Cuídate mucho—

—No te preocupes por mi— dijo Jimin sin mirarlo, camino hacia los ascensores, un hombre lo esperaba ahí, le sonrió cuando Jimin se acercó, Taehyung tenía que irse, apartar la vista, pero no podía, a su alrededor pasaban personas, pero Taehyung solo podía escuchar los fragmentos de su corazón caer como vidrios rotos en una habitación vacía. Cuando Jimin se inclinó hacia el hombre, supo lo que sucedería... él iba a....

—Hay que irnos— Yoongi le obstruyo la vista. Ni siquiera se había dado cuenta que él había estado ahí. Aun así, el daño estaba hecho. Lagrimas picaron sus ojos, pero él no lloraría. Dejo que Yoongi lo rodeara por los hombros y lo alejara de ahí.