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Y si no fuera porque después de regresar de un almuerzo un poco.... intenso, llego a la oficina para enterarse que la más ni menos Janeth Noris estaba en la ciudad y no solo eso. Yoongi les informo que esa noche irían a cenar. Apenas habían salido del ascensor cuando Yoongi los intercepto e ignorando el hecho de que Taehyung traba de alejar a un Jimin empalagoso unos centímetros, Yoongi les informo que esa noche tenían una cena programada, y ninguno de los dos podía decir que no.

Taehyung tenía un mal presentimiento sobre esta maldita cena, jamás le había gustado Janeth Noris, y el desagrado era mutuo, esa mujer lo odiaba. La relación de esa mujer con Yoongi era rara. Janeth era la mujer más frecuente en la vida de Yoongi, muchos años atrás supo que se habían acostado, y como siempre Yoongi la botó, pero ella era una ingeniera muy respetada en Nueva York, así que continuaban viéndose por cuestiones de trabajo, y en ocasiones... volvían a costarse. Pero Yoongi era Yoongi, y él no estaba muy interesado en nada formal. He ahí donde no comprendía la obsesión de Janeth por Yoongi ¿de verdad eso era amor? Además, sabía que la mujer no era una santa tampoco, andaba con todos y con nadie a la vez, era la versión masculina de Min Yoongi. Y ella odiaba a Taehyung, jamás había intentado ocultar su desagrado por él puesto que Taehyung era la persona de confianza de Yoongi. Ella tenía un sexto sentido y en una ocasión que tuvieron un encuentro ella le había acusado de estar enamorado de su jefe. Por supuesto Taehyung ya tenía práctica en controlar sus emociones al respecto e ignoro a la dama. Tenían más de dos meses que no se veían, porque ella había estado en Italia, y que al regresar hubiera invitado a Yoongi a cenar y le pidiera que llevara a Taehyung no le daba buena espina. Lo más normal sería que ahorita ella y Yoongi estuvieran como conejos en una habitación de hotel. No cenando como personas civilizadas.

—Pareces asustado— comento Jimin tras de él. Inconscientemente se había detenido cerca de la entrada, desde ahí se podría apreciar la mesa al final de la habitación donde Janeth estaba saludando a Yoongi con un beso en la boca.

—¿Has visto esas hienas que salen en los documentales sobre naturaleza? — preguntó sin mirar a Jimin. En cambio, fingió una sonrisa cuando Janeth con su perfecta sonrisa e inmaculado peinado miró en su dirección y los saludo con la mano.

—He visto hienas en vivo y a todo color, recuerda que soy fotógrafo ¿Por qué lo preguntas? —

—Estas a punto de enfrentarte con la líder de todas ellas— Jimin rio ante su comentario, pero aun así él lo empujó hacia la mesa. Le agradecía, dudaba mucho que hubiera podido caminar hacia allí por propia voluntad.

—Taehyung querido, cuanto tiempo sin verte— La hiena se aproximó hacia él para saludarlo con dos besos en la mejilla. ¡oh mierda! Ahora definitivamente estaba seguro que algo planeaba. Yoongi presento a Jimin y todos tomaron asiento. Jimin se sentó delante de él y a un lado de Janeth, por lo tanto, Yoongi estaba delante de Janeth y a un lado de Taehyung.

—Yo invitare hoy, tengo ganas de emborracharme, ¿beberás conmigo Taehyung? Yoongi ya me ha dicho que él tiene trabajo que hacer mañana— dijo Janeth, a Taehyung le dio escalofríos por la mirada que le dio.

—Yo trabajo para él, por lo tanto, también tengo trabajo— contesto con calma, mientras el maître servía las copas de vino.

—Siempre tan eficiente Taehyung— ella sonrió, estiro su mano y toco la mano de Yoongi —¿Qué harías sin este hombre Yoongi? — Yoongi rio, se apartó del toque de Janeth y paso un brazo sobre los hombros de Taehyung. Se tenso. ¡Joder! Esto no iba bien. Su corazón se aceleró ¿Qué pretendía Janeth?

—Sería como si me cortaran ambos brazos— sonrió. con tan simples palabras bastaban para que a Taehyung le costara trabajo respirar. Entonces algo llamo su atención delante de él. Jimin los estaba estudiando con atención, hasta ahora no había dicho ni una palabra.

VERDADES OCULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora