Capítulo 8

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Jeno sale del baño mientras Jaemin apenas terminaba de abrochar sus pantalones con dificultad.

—Por amor a Jesús, ¿Por qué usar el baño en este momento? ¿Y por qué para eso?
 
Jaemin se ríe dentro del baño y se tarda aún más en su cremallera haciendo que Yukhei se revuelva en su propio sitio temblando y cruzando sus piernas.
 
—Si me hago aquí, me aseguraré de apuntar a sus rostros—gruñe Yukhei y Jaemin comienza a salir a paso lento del baño.
 
Jeno sonríe ampliamente y palmea el hombro de Yukhei con más fuerza mientras Jaemin se recuesta en el marco de la puerta.
 
—Ustedes nos echaron porque no querían presenciar nuestro bello ritual de apareamiento, así que ahí tienes las consecuencias—dice Jaemin saliendo del camino de la puerta del baño a la cual Yukhei corrió como si le estuvieran persiguiendo.
 
Jeno se encoge de hombros y se gira, Jaemin aprovecha y pone sus brazos alrededor del torso de el mayor bajo los de él y recuesta su cabeza sobre la espalda de Jeno, cierra los ojos dejándose guiar.
 
—Estoy agotado para un maldito show —susurra Jaemin y Jeno deja que su mano se vaya hasta el menor y haga un fallido intento por golpear su trasero,
con una sonrisa que Jaemin no puede ver pero si sentir, dice:—Creo que Mark tiene nuestra solución.
 
Jaemin sonríe sobre la espalda de Jeno y lo suelta, corre hacía el otro lado del camerino donde se encuentra una sesión de humo, polvo y diversión con Mark.
 
—Oye—golpea la cabeza de Mark por detrás—La porción de Jeno.
 
Haechan se encuentra mucho más cuerdo en el momento mientras que Mark solo necesita flotar físicamente para complementar su estado.
 
—Está en la maleta de Mark—dice Haechan con voz lenta y no es realmente como que él quisiera que se escuche así. Mark siempre llevaba las porciones de todos, o al menos en la mayoría de veces porque se turnaban por ello, pero Jeno muy pocas veces, ya que hace un tiempo en un aeropuerto, no tiene nadie exactamente idea de donde, como es de costumbre, lo arrestaron, fue una gran perdida para que lo dejaran ir pero ahora la policía tiene el ojo más sobre el que en los demás chicos aunque ellos también siguen siendo sospechosos, porque en cualquier página de internet, noticia, hasta en la famosa Wikipedía, ellos no tenían un historial negativo en las pruebas de drogas.

Jaemin trota un poco hasta la maleta abierta y se agacha a tomar la pequeña y ligera bolsa, pero bien equipada, toma uno de los porros y lo pone en su bolsillo con cuidado junto a un encendedor y una sonrisa.
 
Hace su camino hasta Jeno quien sonríe y lo deja sentarse sobre su torso, señala con la mirada a Jaemin y luego la mesa junto a ellos, el nota lo que Jeno trajo hasta allí, tequila, una porción de sal y un pequeño limón a la mitad.
 
—Oh, creo que estás demasiado goloso hoy—dice Jaemin y se muerde el labio mirando a Jeno mientras le acaricia el abdomen levemente.
 
El mayor señala su camisa, Jaemin asiente y la desliza de su cuerpo hacía arriba. Deja el paquete en mano de Jeno y se deja caer sobre su espalda en las piernas del mayor, este le sonríe mientras se agacha y besa su abdomen un par de veces antes de alejarse y tomar el paquete.
 
Jaemin observa los dedos largos de Jeno por el paquete, muerde su labio y cierra sus ojos creando ideas más divertidas combinadas con recuerdos y los dedos de Jeno. Siente el sólido y frío polvo cayendo sobre su abdomen y se estremece tratando mantener sus ojos cerrados, siente a Jeno aspirar el polvo sin dejar nada en absoluto. Siente el calor del mayor separarse y se levanta para encontrarlo con la cabeza caída sobre el sofá y su labio presionado con sus dientes. Se aleja un poco en sus rodillas y no busca mucho en su bolsillo para dar con el encendedor y su respectivo porro que coloca en su boca con una sonrisa mientras Jeno sonríe ahora mirándolo con las pupilas grandes y ojos rojos.
 
Toma el encendedor sin quitar la mirada de su dirección, enciende el porro y aspira ahuecando sus mejillas intencionalmente y Jeno gruñe. Jaemin se acerca a el y deja salir el humo de su boca sobre la del mayor quien la abre para recibirlo. Deja su pecho chocar con el de Jeno, sus entrepiernas chocan un poco y ambos gimen. Los labios de Jaemin chocan de nuevo con el porro, aspira de nuevo, ante esto Jeno gime esta vez sin cuidado y deja que sus manos vayan hasta la espalda de Jaemin, deslizandolas rápidamente hasta su parte baja y apretando.
 
Sus labios chocan esta vez con la piel de la mejilla de Jeno y el humo sale de ellos, caliente y suave contra su piel. Los ojos de Jeno se cierran automáticamente y su boca se abre en un sonoro gemido ronco. Jaemin sonríe y deja caer el porro sobre la mesa a un lado, el agarre de Jeno se hace más fuerte cuando se aleja un poco para tomar la porción de sal entre sus dedos. Se acerca a su cuello y deja que la respiración caiga sobre sus labios sin siquiera rozarles.
 
Separa sus dedos y la sal cae fría sobre la piel que se eriza y todo el cuerpo de Jeno se estremece levemente. Jaemin se agacha y con lentitud saca su lengua y la lleva por todo el rastro de sal que dejo sobre el cuello de Jeno, inclina un poco su cuello para culminar su camino y hace un pequeño juego con la punta de su lengua que produce un pequeño ruido de los labios del mayor.
 
Se levanta un poco y toma el limón a la mitad, lo lleva a sus labios justo en frente de la vista de Jeno y exprime el jugo con una chupada fuerte mirando en su dirección, la mirada del mayor era ardiente como todo el cuerpo que Jaemin podía sentir bajo el.
 
—Luces tan sexy, maldita sea—la voz de Jeno fue ronca y lenta, Jaemin quería besarlo ya.
 
Jaemin deja caer el limón en algún lugar y toma el pequeño vaso servido con tequila hasta el tope, lo levanta rápido a los labios de Jeno quien los abre de inmediato, el liquido cae entre ellos y se cae un poco por la orilla de sus labios pero Jaemin se asegura de no dejar caer la gota mucho tiempo actuando con sus labios, de una vez por todas besándolo, los sabores sobre sus labios y en sus lenguas juntándose, haciendo que el beso queme en sus labios y lengua, encendiendo un fuego eléctrico por todo su cuerpo, mientras sus lenguas se juntan ninguno puede dejar de gemir un poco, las sensaciones son inexplicables y antes de que lo piensen mucho sus labios están hinchados y el sabor está casi escaso pero hay una llama entre ellos que no piensa apagarse.
 
—Maldita sea—la voz de Yukhei los hace separarse inexplicablemente con rapidez—Yo puedo ser un adicto al sexo, pero ustedes no tienen un maldito título para esto.
 
Jeno sonríe hacia Jaemin y besa su cuello rápidamente, Jaemin se ríe ante la situación.
 
—Vete a follar un rato, Yukhei—grita Haechan desde el otro lado de la habitación.
 
—Claro, manden a follar al pobre Yukhei, malditos sean—murmura este mientras se dirige a la maleta de Mark—Oh, y el show comienza en cinco y no lucen nada lindos.
 
Jeno observa su camisa y está manchada, junto a su pantalón y el de Jaemin, húmedos aún, huele a tequila y droga como Jaemin, este tiene los dedos pegajosos y tienen sal, su cabello está desordenado y Jeno frunce el ceño rápidamente.
 
—Oye, ¿Eso es semen?—dice y Jaemin de inmediato voltea, y observa ambas camisas y pantalones.
 
Efectivamente, así que Jeno y Jaemin rompen en carcajadas.

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