|I{•---» Directo a tu corazón «---•}I| (L Lawliet)

___ Ichimatsu, Parte 2

Canción: Darkside - Alan Walker Instrumental

Una chica pelirroja de 14 años estaba bajando las escaleras apresuradamente, se había levantado tarde, otra vez.

-¡___ rápido!- Se escuchó un grito masculino- ¡O llegaras tarde!

-¡Lo sé, lo sé!- Gritó la pelirroja dirigiéndose a la cocina para comer rápidamente- ¡Pero la alarma no sonó!- Exclamó excusándose mientras comía rápidamente su desayuno- No lograré terminar ¡Me lo llevaré!

La pelirroja agarró su pan tostado y se lo puso en la boca. Agarró su mochila y se la puso.

-Me voy Takeshi.

-¡___, termina tu desayuno!

-¡No alcanzaré!- Corrió hasta la puerta, la abrió y estaba a punto de salir- ¡Te quiero!

-¡Yo también!

Y se escuchó el sonido de la puerta cerrándose.

-Hay niña, niña ¿Hasta cuando seguirás actuando así? Necesito que madures de una vez.

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La pelirroja corría mientras mordía audazmente su pan. Ella corría y corría, no puede ni siquiera llegar tarde, aún cuando se levantaba tarde siempre llegaba a tiempo, y esta no seria la excepción.

Dando la última vuelta, vio su secundaria frente a sus ojos y a sus compañeros entrando. No perdió tiempo y entro corriendo, dando un suspiro de alivio porque aún no estaban todos.

Ella entró, se saco los zapatos y se puso otros de los que estaba en su casillero.

Subió para entrar a su salón y seguir con las clases normales. Entrando a su salón se encontró con sus amigas, y el resto fue como un día común y corriente.

Llegó la hora de salida, ella salió expresando alegría máxima, todo por ser alguien muy optimista y viéndole el lado bueno a las cosas.

La pelirroja siguió su camino directo a su casa, sabia que su tutor no estaría pues se iría a trabajar. Por lo que estaría sola en casa hasta la noche.

Llego a los que fue su hogar durante 1 año, no paso mucho tiempo de que se fue de su antiguo hogar desde aquel incidente. Pero igual, la vida tiene que seguir y no podía quedarse con el dolor durante mucho tiempo, ella hubiese querido eso.

Entrando a su vivienda, fue directo a su cuarto y se cambio con una sudadera rosa junto a unos jeans, se peino su cabello rojizo y se lo amarró en una coleta y se puso una gorra. Agarró su mochila y saco todos sus cuadernos dejando solo los que tenía sus deberes, agarro la llave de la casa y se fue.

Caminando por las calles de Kanto, la adolescente pensaba en otras cosas. Por ejemplo, sus XV años, solo faltaban semanas para ello y no tenía ni la menor idea de que haría ¿Fiesta o viaje? Era una pregunta constante.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos con una campana de colegio, estaba frente a una primaria de su región.

Niños salieron del lugar, a ella solo le importaba uno.

Y lo vio, un pequeño niño de 8 años saliendo de la primaria, un pequeño con lentes y mirada neutra con un hermosos cabello negro largo.

Ella sonrió y llamó al niño.

-¡Mikami!- Llamó la pelirroja con una sonrisa radiante en su rostro.

El niño la vio y dio una leve sonrisa para correr hacia ella.