Me Enamore de TI

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Era un dia como cualquier otro en el jardín del eden, por Dios esa era la primera vez que estaba lejos del paraiso, es muy bello aqui, jamas pense que mi señor me escojeria a mi para cuidar del Arbol de la Sabiduria, estaba caminando por el fresco pasto, sentia cada leve brisa, todo el lugar olia a rosas al girar mi vista para ver de donde venia tan exquisito olor vi todo un rosal de rosas color carmin, pero una en particular me llamo mucho la atencion puesto que su vibrante color negro era casi tan puro como el azul del cielo me acerque lo más que pude, justo cuando la iba a tomar una delicada mano se poso sobre la mia, observe tan calida mano y lentamente la fui siguiendo solo para ver a la dueña de tan calidas manos y justo cuando logre verla me di cuenta que los mismos angeles eran nada a su lado pues tenia unos encantadores e imnotisantes ojos ámbar tan brillantes como un diamante, labios finos, cabellera rubia, piel aperlada y una hermosa sonrisa, ella era el mas hermoso fruto prohibido, sin darme cuenta me perdi en su mirar nunca pense que amaria ver mi reflejo en los ojos de alguien.

Todo era perfecto hasta su sonrisa, pero nada dura para siempre ya que no puse atención a la fuerza con la que sostenía la rosa que empezaba a perforar mi piel tiñendo de rojo el tallo un poco asustado solte la flor, deseaba ver como se encontraba mi mano sin embargo ella seguía sujetando la, pero él llego y me tuve que alejar de ella.

Dios: Ahí estas Samael, me tenías preocupado hijo, hooo!! Veo que ya conoces a Lilith, ella es la esposa de Adán.

Al escuchar eso mi alegría se fue, no lo podía creer, ella era mucho para ese bueno para nada de Adán, más ella sólo hizo una cara de disgusto aparecer ella no sentía lo mismo por él.

Dios: disculpen mis modales creo que no los presente como se debía, Lilith te presento a Samael es un gran amigo mío, Samael ella es Lilith la...

Samael: la esposa de Adán, si ya lo dijiste.

Dios: ja si no te conociera diría que te encuentras celoso mi amigo, lo cual es absurdo ya que tu y yo sabemos que un arcángel no se puede enamorar.

A lo que yo sólo agachar mi cabeza pues eso era cierto, nunca podría amarla aunque lo deseara, el señor Dios nos creo sin esa capacidad, me pensaba disculpar por haberle respondido, pero ella se me adelanto.

Lilith: Pero ¿por qué alguien sería tan cruel para negarle a los demás la oportunidad de amar?, ¿no creen que sería bueno que ellos también puedan amar?

Dios; lo lamento Lilith pero será mejor que vayas donde Adán

Ella se fue muy triste, aunque sus ojos digan que estaba enojada, se que estaba aborde de las lágrimas estaba apuntó de seguirla cuando sentí que alguien tiro de mi, di la vuelta sólo para toparme con la cara de irá de mi Señor.

Dios: será mejor que te alejes de ella, recuerda que es la compañera de Adán y no me gustaría que algo te pasará por desobedecer!!, ¿está claro?

Samael: si su Alteza.

Respondí en un susurro para después ser liberado y ver como se alejaba, observe otra ves más aquella flor manchada en sangre, la tome con mi mano aún ensangrentada y la corte sólo para seguir con mi camino al Árbol de la Sabiduría.

Seguía caminando sin rumbo alguno pues me perdí en la belleza de la flor, su olor me hizo sentirla justo al lado mío, podía sentir su mirar, su voz, su tacto, sentía como si ella estuviera ahí abrazandome, tal fue mi sorpresa al sentir unos delicados brazos rodear mi cintura y un rostro recargarse en mi hombro, trate de mover mis alas sólo para confirmar que no era un sueño y si efectivamente no lo era, volte a ver por el rabillo del ojo y la vi, era ella la que se recargaba en mi.

Algo dentro de mi estaba apuntó de salir, mis mejillas comenzaron a arder, mi cuerpo se tenso, jamás había sentido algo así, tenerla tan cerca de mi provocó un vuelco en mi corazón, desearía que nunca se fuera de mi lado.

Porque tiene que pasarme algo así, no soporto la idea que se aleje, más sin embargo no quiero causarle un disgusto a Mi Señor, que debo hacer, estaba tan centrado en mis pensamientos que no sentí cuando unos labios se posaron en mi cuello asiendo que un escalofrío me pasará por mi cuerpo, gire mi cabeza a tal grado que me fuera posible verla de frente y eso ocurrió.

Acabamos frente a frente podía sentir su respiración, sus labios me llamaban, sus ojos eran tan llamativos que me perdí en ellos en cuestión de segundos, que más puedo pedir si no es estar así de cerca, lentamente me fui acercando a tan aperlados labios, faltaba poco para sentir a tan dulce ser hasta que Michael decidió intervenir.

Michael: Samael hermanito ¿cómo has estado?

Desesperado volteó a ver hacia atrás al ya no sentir su mirada, me desilusione demasiado, pero si no actuaba bien alguien más se daria cuenta y entonces si tendría problemas

Samael: Hola Michael, e estado bien y ¿tu?

...

MI Dulce  y Tierno Fruto Prohibido (Lucifer X Lilith)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora