MI Dulce y Tierno Fruto Prohibido (Lucifer X Lilith)

Pesadilla

Estaba en el jardín del Edén cantando, cuando de la nada siento que alguien recorre lenta y tranquilamente mi espalda con una gran facilidad, el tacto hizo que surgieran mis alas al instante, que mi corazón se acelere y que mis mejillas se coloren, pero al voltear no ví a nadie, no le di importancia y opte por seguir mi camino, así que gire sobre mis talones para irme pero unos dulces labios chocaron con los míos.

Sabía perfectamente de quién eran, no hay duda son de ella, pero hay algo extraño en ellos, no son los mismos, se que lo son pero, se sienten diferente, es extraño la veo pero se que no es ella.

Por lo que interrumpo el beso y empiezo a observar nuestro alrededor, notando que el jardín desapareció, déjanos una inmensa neblina, era casi imposible ver a alguien, camine un poco cuando escuché su risa.

Algo no está bien, trataba de ir a dónde ella pero mi cuerpo no me responde, empecé a asustarme, seguía escuchando su risa.

Cuando de la nada paro, su melodiosa voz se dejó de escuchar, todo fue silencio por un breve momento hasta que un golpe en seco retumbó por todo el lugar.

Más me impaciente, pero mi cuerpo seguia sin responder, no sabía a dónde iba o que hacía en el jardín pero esto me empezaba a preocupar, después de un largo camino ví el rosal donde nos conocimos, pero algo cabio en el, no tenía la rosa negra, busque con la mirada dicha flor cuando la ví tirada, decidí ir por ella, camine al rosal, me incline para recoger la flor, cuando de la nada una mano me tomo y me arrastró a las profundidades de la tierra dejándome en una inmensa oscuridad, solo con un espejo enfrente, en el que pude verme, pero algo extraño paso, no era un ángel, tenía mis alas quemadas, una corona y unos dientes afilados, vestía elegante y de mi solo desborda irá y desprecio, quise tocar mi reflejo, pero este se fué en un parpadeo.

Lo que ví después fue a mi hermano con los ojos color oro y sus grilletes brillando, mientras exclamaba "lo siento hermano, pero era necesario".

Después de ello, ví a muchos más caer del cielo al abismo, algunos llegaban con vida, otros, no sobrevivían, asustado desperté de mi sueño, desplegue mis alas y me tranquilice al ver que estaban bien, ya más tranquilo decidí volver a dormir cuando ví una carta dejada en la mesa de noche, la cual tenía mi nombre...

Movido por la curiosidad decidí ver de qué se trataba, por lo que la abrí desesperado, y al empezar a leerla supe de quién se trataba, mi corazón se acelero como nunca, Dios la amo tanto.