MI Dulce y Tierno Fruto Prohibido (Lucifer X Lilith)

Mi dulce Lucifer

Hola mi hermoso ángel, espero te encuentres bien, tu hermano ya me contó sobre tu castigo, la mento ponerte en esa situación, quiero que sepas que desde que te conozco los amaneceres son más hermosos, me recuerdan a ti, por tus blancas mejillas cubiertas de ese bello sonrojo después de nuestro primer beso, por alguna razón no dejo de sentir mi corazón palpitar al pensar en ti, desearía poder verte otra vez mi bello ángel, quiero sentirte cerca nuevamente, no me interesa la distancia o incluso tu inmortalidad, lo único que me importa es lo que siento por ti, este latir, el sonrojo que me provocas, el amor que me trámites, la alegría que me das, gracias a ti el jardín tiene más color y eso te lo debo a ti mi pequeño Luci.

Con amor Lilith.

No lo puedo creer ella piensa en mi, ella aún piensa en mi!!

No lo puedo creer!!

Tengo que verla, necesito verla!!

No importa que Padre se entere!!

Sin esperar un minuto más me pare de mi cama, me arregle un poco y con mucho cuidado me acerque a la cama de mi hermano, le di un beso en la mejilla y me dispuse a salir de la ciudad Santa, volé del cielo al jardín evitando a mis custodios, Gabriel y Uriel, fue un viaje difícil ya que la ciudad Santa no se puede salir sin pasar nuestro brazalete para poder registrarlo, pero se que todo valdrá la pena cuando vea a la Srta. Lilith, sin más apresuré mi vuelo al jardín del Edén, tenía que llegar lo más pronto posible, cuando por fin lo dice iba demaciado rápido, tanto que no pude parar y caí en el lago, que mala suerte mis alas se mojaron, pero lo peor es que estoy todo mojado, tan metido en mis pensamientos estaba que no me di cuenta de la dulce risa que resonaba en la fría noche, tímidamente levanté la mirada a dónde se encuentra aquella dulce voz y fue cuando la ví, estaba riendo tan dulce y tiernamente que termine avergonzado por la situación en la que me encontraba, ella estiró su mano y tomo algo que se enredó en mi cabello al caer, cuando termino ví que era la rosa negra que en mi enojo arrojé al lago, ella olió, para después sonreír y decir.

Lilith: llegaste mi ángel, mi amor, mi Luci.

Samael: tenía que verte, te amo y no pienso dejar que mi Señor se interponga, no pienso rendirme, si tengo que convertirme en lo peor del mundo, así si tuviera que ser odiado por todos, lo aceptaría, siempre que este a tu lado, porque no pienso dejarte, no me alejaré de ti nunca y nunca te dejare de amar.

Lilith: Sam, mi amor. (Mencionó entre lágrimas)

Samael: dime Lucifer, soy tuyo y si ese nombre me has puesto será un honor tenerlo, ya que alguien que amo me lo ha dado.

Respondió mientras se acercaba a ella la rodeo en sus brazos y unió sus labios en un dulce beso, en el que le entregó todo su ser, su nombre, su amor.

Te amo, mi dulce Lucifer.
-Lilith-