Capítulo 1
La llegada de la mañana solo podía significar una cosa, la vuelta al instituto, aquello era lo único para lo que no estaba del todo preparada. Pasó bastante tiempo desde la última vez que fui, tal vez tenga algo de suerte y ya se hayan olvidado de la mitad de las cosas que ocurrieron o tal vez no, conociendo la suerte que manejo estando de este lado del mundo creo que será la segunda opción. Con algo de pereza me levante de la cama, dispuesta a tomar un baño corto que me devuelva las ganas de seguir despierta, tengo exactamente una hora para alistarme, desayunar e ir a enfrentar mi último año de instituto.
Después de aquel baño me pare frente al uniforme planteándome seriamente qué tan importante era ir el primer día, para finalmente terminar colocándome la camisa blanca con suma lentitud, mientras miraba el vestido azul oscuro que completaba el uniforme. Tengo que admitir que no era feo y desde que tome un poco más de color en el extranjero hasta me queda bien ese tono de azul y todo, salvo las medias por la rodilla, esas siguen sin convencerme. Básicamente nuestro uniforme era una camisa blanca con un moño azul, sobre esta un vestido corto de falda tableada color azul oscuro, en conjunto van medias del mismo color del vestido hasta la rodilla y zapatos colegiales de taco bajo (o inexistente). Mirarme en el espejo resultó ser mejor de lo que me esperaba, increíblemente me gustaba lo que reflejaba aquel objeto más allá de los recuerdos que este uniforme me traía y la lucha interna que en esos momentos libraba, ahora solo veo a una chica bonita y fuerte, aunque no muy dispuesta a seguir levantándose temprano. Dado que es un instituto privado tiene como norma hasta que tipo de peinado se pueden llevar, esa es la razón por la que tengo varias cintas azules y vinchas de distintas formas del mismo color, me gusta cómo queda mi cabello suelto por ello tome un poco de crema para peinar intentando darle un poco de forma para terminar usando una de las cintas. No estaba permitido el maquillaje, en teoría claro, pero aun así nadie cumplía esa regla por lo que aplique un poco de rímel y delineador, también un humectante labial que da un poco de color.
Al bajar me encontré con la casa prácticamente vacía, dado que mis padres están muy ocupados con sus respectivos trabajos, la cena es nuestro momento familiar siempre había sido así.
-Buenos días señorita Aira-saludó nuestra ama de llaves.
-Buenos días Raquel-respondí con una sonrisa.
Como mis padres no están mucho en casa, Raquel es quién se encarga de los quehaceres y entre tanto me hace compañía en el desayuno, es una mujer muy amable con nosotros. Al terminar de comer, tome el móvil, Julieta mi mejor amiga iba a pasar por mí por lo que quería asegurarme de que no se olvidara, una cualidad de ella es que siempre tiene que llegar tarde a todos lados, pero esta vez no podemos dejar que ocurra, ir tarde el primer día es llamar la atención de una forma que no deseo.
Pero como mencioné antes, la suerte no suele estar de mi lado cuando la necesito ahora, por ejemplo.
"Juli, no te olvides de pasar por mí
Diez minutos después:
Me quede dormida lo siento, en media hora paso sin falta"
Como decía la suerte nunca está cuando la necesito.
Más de media hora después apareció con su hermosa cabellera rubia y una sonrisa resplandeciente, el abrazo que siguió me hizo olvidar el enfado por haberse quedado dormida en un día como este, más de seis meses lejos de mi mejor amiga, sí que la extrañe.
-Te extrañe mucho-dijo ella, con su voz un tanto chillona como siempre.
-Yo más-respondí usando el mismo tono.
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Al final eras TÚ
RomanceTras haber pasado por un noviazgo conflictivo, Aira decidió aceptar un intercambio estudiantil de seis meses, aprovechando ese tiempo para alejarse de los malos recuerdos y encontrarse a sí misma. Pero no podía quedarse allí por siempre, debía volve...