Capítulo 6
Los días transcurrieron con cierta tranquilidad, esa misma que suele preceder a la tormenta. Mientras mis padres se preparaban para su viaje, tome la responsabilidad de poner en condiciones la habitación de mi hermano, hace mucho tiempo que no se queda en la casa y ese lugar es la principal proveedora de polvo en la casa. Hacer esto y planear algunas actividades para hacer con Max, mantuvieron mi mente ocupada lo suficiente como para que no pensara, al menos la mayor parte del día, en los mensajes y lo ocurrido en la comisaría.
Hasta que finalmente llegó el día, mamá y papá salieron temprano la mañana de ese viernes, no tenía intenciones de faltar a clases y de hecho no lo hice simplemente pedí autorización para salir más temprano. Quede en ir al aeropuerto por él, al salir del instituto tome un taxi sin prestar mucha atención en dos pequeños detalles: estaría subiendo a un coche de un desconocido y me vería obligada a estar en este aproximadamente unos diez minutos. Suena un poco paranoico y lo sé, soy consciente de ello, pero no puedo evitar sentirme un poco insegura y nerviosa. Por suerte el taxista no intentó sacarme conversación, cosa que agradecí internamente, mientras miraba el paisaje que nos ofrecía la ciudad. Las calles son un poco estrechas, a comparación con el espacio dado para las veredas, los edificios que predominan tienen más de sesenta años, es un poco antigua considerando que no se hicieron muchos edificios nuevos o modernos. Aun así, la gama de colores brillantes presentes en los edificios desviaba mi atención, desde que volví de viaje que no salgo a pasear por la ciudad.
El aeropuerto es de esos lugares tan grandes que por más que no conozcas resulta imposible perderse, la gente va y viene absorta en sus propios pensamientos, llenando de color el edificio. Revisé la hora y me dirigí hacia el lugar convenido, tan solo un par de minutos después pude divisar entre la pequeña multitud aquel cabello rojizo sumamente liso moviéndose en mi dirección. Estaba un poco más delgado de lo que recordaba, su piel lechosa había adquirido mucho más color, incluso sus ojos color miel parecían más intensos, antes de que me diera cuenta ya estaba corriendo hacia él quién me recibió literalmente con los brazos abiertos. Aquel abrazo se sintió mucho más emotivo de lo que seguramente parecía, extrañe mucho la sensación de tranquilidad y seguridad que transmitía.
No sé bien cuánto tiempo estuvimos abrazados en medio del área de espera, pero no importa realmente.
-Preciosa, te extrañe-dijo al cabo de unos minutos aún si separarse.
-Yo te extrañe muchomás.
Max y yo nos la pasamos hablando más tiempo del que pensamos, él me contó sobre sus viajes y el trabajo, sus amigos, hablamos demasiado de tantas cosas bonitas que por poco olvido que aquí no todo es bonito precisamente.
-Tienes que venir conmigo antes de ir a la universidad, te hará bien-dijo al tiempo que tomaba una rebanada de pizza. Tenia la idea de cocinar algo, pero terminamos pidiendo comida como de costumbre, algunas cosas no cambian.
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Al final eras TÚ
RomanceTras haber pasado por un noviazgo conflictivo, Aira decidió aceptar un intercambio estudiantil de seis meses, aprovechando ese tiempo para alejarse de los malos recuerdos y encontrarse a sí misma. Pero no podía quedarse allí por siempre, debía volve...