Capítulo 3
El día del almuerzo familiar había llegado, los hermanos Jones no se habían presentado a clases y por ello no los vi durante la semana, algo que realmente me llamó la atención, es decir, no es como si pudieras ausentarte tanto tiempo de clases sin tener algún tipo de repercusión o al menos una buena excusa. Sin embargo, a nadie le parecía extraño esto y no podía evitar sospechar, era inquietante la normalidad con la que tomaban estas ausencias tan largas y repentinas. Por otro lado, seguía recibiendo mensajes extraños de un número codificado, si bien no es de lo más común la mayoría solo contenía preguntas simples como: ¿Qué tal tu día? O ¿Quieres hablar?
Nada muy personal, parece ser una broma y supongo que estará bien mientras no responda, es un número codificado así que no puedo rastrearlo ni bloquearlo, tampoco es que moleste tanto como para hacerlo. O al menos eso pensaba.
El sábado comenzó bastante movido y demasiado temprano para mi gusto, mamá estaba ocupada con un reporte que debía revisar, papá estaba recogiendo su traje de la tintorería y yo tenía que elegir una de las cinco opciones de vestimenta que me dejaron. También tenía tarea por hacer y quería organizar un poco mi escritorio, entre otras cosas más importantes que preocuparme por qué vestido usar hoy, según tengo entendido vamos a estar desde el medio día hasta la cena será un evento largo, por lo que tengo pensado llevar una mochila de vestir negra con algunos salvavidas. Esto eliminaba tres de las cinco opciones, dejándome la tarea más sencilla, creo.
Finalmente decidí usar un vestido azul marino con un terminado en degradé precioso, con hombros al descubierto y un largo seguro, podía moverme todo el día con él y estar cómoda, además de claro verme decente para el almuerzo. Aunque quería usar zapatillas, termine por ponerme unas sandalias bajas muy bonitas color negro, a juego con la mochila que ya estaba equipada con lo más esencial para mí: auriculares. Me hice dos trenzas a los lados para hacer un semi recogido delicado y más arreglado, le agregué orquídeas blancas y dejé algunas ondas naturales, en cuanto al maquillaje traté de hacerlo natural, pero sin dejar de verme arreglada. Por ello, use sombras cálidas, aplique delineador y rímel, en los labios me decidí por un labial color coral con un subtono más naranja precioso, este no solo lo elegí porque iba a la perfección con todo el atuendo, sino que es mate y de esos que duran un montón. Para cuando mamá llamó, yo ya estaba más que lista y aunque tuve una pequeña riña por la mochila, al final gané y me la llevé. Claro que todo esto estuvo monitoreado por Julieta, quien me dio la idea de la combinación de las sombras, ella es realmente genial.
En el camino mis padres no perdieron tiempo en elogiarme y hacer a su vez varios chistes malos al estilo de Max, quien por cierto recibió muy bien mi fotografía y se lamentó el no poder estar aquí para acompañarnos, no más que yo que prácticamente sería lanzada hacia esos dos lobos de ojos verdes.
Poco antes de llegar recibí un mensaje del número codificado, esta vez mucho más raro de lo "habitual":
"Las pelirrojas son mis favoritas, no olvides disfrutar del postre"
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Al final eras TÚ
RomansaTras haber pasado por un noviazgo conflictivo, Aira decidió aceptar un intercambio estudiantil de seis meses, aprovechando ese tiempo para alejarse de los malos recuerdos y encontrarse a sí misma. Pero no podía quedarse allí por siempre, debía volve...