Tras haber pasado por un noviazgo conflictivo, Aira decidió aceptar un intercambio estudiantil de seis meses, aprovechando ese tiempo para alejarse de los malos recuerdos y encontrarse a sí misma. Pero no podía quedarse allí por siempre, debía volve...
Los días después de toda esa pesadilla continuaron con una tranquilidad de terror, Max fue por mi cada día al instituto, nos reunimos con Julieta y David a cenar, también estuve presente en una videollamada con mis otros amigos. No puedo quejarme realmente, la pase de maravilla, aunque en momentos me sentí un poco culpable por no haberle dicho lo ocurrido en el parque, pero realmente no quiero meterlo en esto. Paulo me aseguró su silencio si lo mantenía al tanto de lo que ocurría, William no se enteró de lo ocurrido cosa que agradezco ya que se mantuvo bastante presente en mi día a día, y no de la forma más agradable. No puedo encontrar en mi memoria, el punto en que estos hermanos se metieron tan a fondo en mi día a día, ¿Cómo lo hicieron? ¿Qué tengo de especial para que lo hicieran? Siendo honesta, puedo garantizar que no soy ni de lejos una belleza de esas que aparecen en las series adolescentes y enganchan a todo el mundo, es decir, no estoy disconforme con mi físico, aunque las inseguridades son algo en lo que sigo trabajando en líneas generales me siento bien con ello.
Mis padres volverían en dos días y para mi desgracia Max tiene que irse antes de lo planeado, tal parece que su jefe lo necesita de regreso el lunes por la mañana. No es tan grave, es decir, solo serían dos días hasta que lleguen nuestros padres y tengo todo lo que podría necesitar en la casa, puedo llamar a Julieta y a David para pasar el rato. Mientras pensaba en qué juegos podría sacar del armario, el cual está hasta el tope de cosas que no utilizamos diario (como esos juegos de mesa), Max iba y venia por toda la casa organizando una reunión a primera hora con su secretario, escucharlo hablar en otro idioma no era tan genial como lo recordaba, le sale horrible.
-¿Preparándote para deshacerte de mi?-dijo al cabo de unos minutos pasando por mi lado.
-¿No estabas hace unos segundos en el teléfono?-respondí en tono burlón.
-Muy graciosa, escucha ten mucho cuidado es mejor si Julieta y David vienen a pasar el día contigo, hable con mamá y no tiene problema con ello.
-No te preocupes, son solo dos días ¿Qué es lo peor que puede pasar?¿Quemar la cena?
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Después de despedirme de mi hermano en el aeropuerto, volví a sentir aquella sensación de vacío, no me sentía así desde el momento en que me subí a ese avión sabiendo que estaría sola en un lugar desconocido. Claro que todo eso fue solo el dramático inicio de la que sería la mejor temporada de mi vida hasta ahora.
En cuanto volví a la casa, llamé a mis padres y le avise que Max se había vuelto, recibí demasiadas recomendaciones para estos dos días que tengo por delante y como media hora después por fin pude colgar el teléfono. Lo primero que hice fue ponerme a limpiar un poco el desastre que quedó de la cena de anoche, a sabiendas del desastre que seguramente haremos en la noche con la cena. Al cabo de un rato comenzamos a conversar en el grupo de WhatsApp que tenemos los tres, después de hablar tonterías por un rato les envié la propuesta para el fin de semana.
