Jeon Jungkook es un empresario multimillonario, dueño de la más reconocida agencia de publicidad llamada Serendipia, es un líder innato que transmite mucho respeto y en ocasiones temor ya que es muy serio, su mirada es intimidante que hace temblar...
Observar detalladamente las facciones masculinas y delicadas de Jimin, mientras duerme es lo más satisfactorio que me puede pasar, este niño es realmente fuerte, es especial y soy un afortunado al tenerlo, que tonto fue creer que él sería cómo ella, es totalmente diferente, merece lo mejor y yo no lo soy, pero él me escogió a pesar de todo y agradezco que no se haya rendido conmigo, porque ahora ni nunca lo dejaré ir es mío.
Él ha sacado una nueva faceta en mí , soy más posesivo y eso no me había pasado con nadie, después de escuchar su historia,solo hubiese querido estar con esos hijos de puta y haber podido defender a mi niño Solo me decepcioné un poco, que en parte de su historia, no mencionó algo que pensé, recordaría, es por ello que, sé como se vería de niño sus hermosas mejillas sonrojadas, sus pequeñas manos y lo indefenso que se vería, acaricio su mejilla y sonríe, me encanta este niño
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Se remueve entre mis brazos y comienza abrir sus preciosos ojos, parpadea varias veces, me observa y sonríe , haciendo que sus ojitos se cierren, es tan tierno que me dan ganas de besarlo y eso es lo que hago
Lo acerco más a mí, si eso es posible amo su pequeña cintura, lo beso con adoración, al principio, noto su indecisión, pero solo fueron segundos, ya que me siguió el beso, pasó sus manos por mi pecho, me encanta que me toque
Es una muy buena forma de despertar niño- sonrío
-Estoy de acuerdo con usted señor Jeon, aunque, no me he cepillado los dientes y puedo tener mal aliento- así que por esa tontería dudó al principio
-Así que por eso no me seguiste el beso al principio, cierto- pregunto, ya sabiendo la respuesta
-Si- me dice un poco avergonzado
-Y es por eso que quieres, que no te bese- pregunté nuevamente
-Yo no dije eso…- paso mis manos por su trabajado abdomen, debajo de su camiseta, siento como su piel se eriza, trato de no sonreir
-Así que no quieres mis besos- ahora tomo una de sus tetillas entre mis dedos
-A la mierda- dice y me besa, sonrío, porque logré mi cometido, esa mierda del aliento no me importa y sé lo voy hacer saber, ahora yo tomo el ritmo, mientras nuestras lenguas se encuentran gustosamente, nos separamos con nuestras respiraciones agitadas y saco las manos de su camisa y ahora sí tengo una gran sonrisa
-Es un odioso, seor Jeon
-Lo disfrutaste, además esto es para que no me niegues ni por un segundo, ninguno de tus besos
-Me quedó más que claro, señor Jeon- sonríe, pero luego frunce el entrecejo
-Señor Jeon, porque no muedo llamarlo solo por su nombre, se que cuando estoy enojado lo hago, pero ahora que somos..- se detiene, sé lo que va a decir
