Me acerqué al lugar en donde había dejado mis cosas y las tomé. Busqué a Jane con la mirada y despacio me acerqué a ella.
-Jane, necesito hablar contigo -le dije. Ella me miró.
-Luego continuamos muchachas -les dijo a las modelos que me echaron una devoradora mirada, como si yo fuera algo de comida. Aunque si lo soy, en este momento me siento como un yogurt caducado - ¿Qué sucede pequeño?
-Jane , renuncio -solté lo que tenía pensado sin ninguna traba. Sus ojos se abrieron bien.
- ¿Qué? Pero, ¿Por qué? ¡No puedes renunciar! ¡Eres el mejor ayudante que he tenido en años, Ruel ! -me dijo
-Lo sé, lo sé, no hay nadie como yo. Pero es lo mejor para mí, antes de que tu hija me vuelva completamente loco.
- ¿Quieres que la amenaze un poco? -preguntó.
-No, no. Eso no cambiaría mi problema -dije. Me acerqué a ella y besé su mejilla -Eres la mejor jefa que un chico como yo podía tener...
Sus ojos se humedecieron y me miró con tristeza.
-Y tú eres el mejor ayudante del mundo -me dijo y acaricio mi mejilla maternalmente.
¿Hace cuanto que no recibo una caricia así? Tal vez de mi nana, pero no se siente parecido a la caricia de una madre. Eso debe sentir Sophie cada vez que su madre la acaricia o la mima.
-Adiós Jane -dije por lo bajo.
-Toma -sacó de su bolsillo un sobre con dinero -Esto es tu sueldo del mes...
-No, no lo quiero...
- ¿Cómo que no Ruel? Por favor, déjame pagarte...
-No podría cobrarle al mejor trabajo de mi vida.
-Por favor, por lo menos dame ese gusto. Ya que no te quedas, déjame pagarte el mes.
-Pero aún no termina el mes...
-Tómalo, y no acepto un no -sentenció. Suspiré y tomé el sobre. Ella se acercó a mí y me abrazó - ¿Vendrás a visitarme?
-Cada vez que pueda -le dije.
Se alejó y sonrió.-Ya puedes irte.
Sonreí y me di vuelta para irme a quien sabe donde a despejar un poco mi cabeza y mis problema. Mejor dicho mi problema el cual tiene nombre y apellido, Sophie Valentine.
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𝑷𝑬𝑳𝑰𝑮𝑹𝑶𝑺𝑨 𝑶𝑩𝑺𝑬𝑺𝑰𝑶́𝑵 ° ʀᴜᴇʟ 🦋
Fanfiction"𝑬𝒍𝒍𝒂 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒎𝒆 𝒍𝒐𝒄𝒐, 𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒐́ 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒄𝒂𝒃𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒐 𝒕𝒂𝒍 𝒗𝒆𝒛 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒓𝒎𝒆. ¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒔𝒂𝒃𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅? 𝑳𝒐...